Experiencias raras/locas con nenus.Hilo para pasar el rato.

[Profe tumbero]

hace 1 hora, Kublai dijo:

Gracias Profe, grandes historias como siempre. Tengo familia en cana así que espero que no sea todo tan así 

Saludos cordiales 

No, no todo es tan así. Hay veces que es peor, otras, en cambio mucho mejor. Depende de la cárcel, el pabellón y el estrato social donde  provenga la persona detenida.

Ojalá a su familia que está pasando por este penoso paso, le toque pasarlo lo menos doloroso que sea.

Saludos

[Profe tumbero]

Consulta:

Atento a la cuarentena y su efecto embolístico, a que no recuerdo historias trans tumberas, no recordar y no querer contar anécdotas con trans y menos con aquellas que ocuparon un lugar importante...

¿Les parece bien que suba algún cuento por unos días?

No tienen nada de nada que ver con las trans y violarían el hilo que iniciara el colega Pasivo.

Opinen...

Saludos a todos, menos a uno que es un alto tegoby, soplador de bolsa y zampa la olla. 

[Profe tumbero]

¡Buenas y santas!

Si, ya sé, no le cabe ninguno de los adjetivos a ninguna de las pibas que vistamos. No importa, dejé en off topics un cuento que escribí hace años para aquellos/as (Fulanita, vos también estás invitada) que quieran pasar a leer. No hay putas, sino tan solo hijos de puta.

Dejo el link:

Creo que publicaré otro más por algunos días, como aporte para sobrellevar la cuarentena.

Saludos

 

 

[PasivoCHI]

On 3/30/2020 at 1:23 AM, Profe tumbero said:

Como efecto de la cuarentena y de recibir algunas fotos y videos de los motines que ocurrieron hace unos días, recordé una historia que me contaron hace cierto tiempo. Sí muchachos, hay chicas trans en la misma. Adelanto, ignoro si es cierta, pero es una historia bien tumbera. Creo que la debo reformular y hacer con ella un cuento.  

Veremos la manera de contarla, de manera cabal para que se entienda y sea amena. 

Señorita Trans, poronga de pabellón que tenía a sus soldados, los cuales respondían a su jefa por un pago en falopa y otros beneficios. Vamos a ponerle un nombre supuesto a la jefa, digamos "Carolina". La estructura de la cual Carolina formaba parte, supongo, sería muy fuerte porque tenía ramas -aparentemente - por fuera de cierto penal. Esta le conseguía cierta mercadería que se ingresaba al penal y que permitía conseguir ingresos económicos y extorsionar a presos. ¿Para qué? Para el ingreso de la misma, ya sea con la amenaza de agresión afuera al reo o, con la de atentar contra los familiares. Vayamos a un ejemplo para que se entienda y lo siento para los que sufren por mi exposición didáctica; digamos es un sesgo profesional. 

Carolina tomaba a Fulanito y le decía: "A vos te viene tú mamá a visitarte. ¿No cierto? Bueno, me das la dirección y le avisás que la van a ir a visitar y le van a llevar algo que tiene que ingresar en la próxima visita".

Oponerse puede significar terminar destripado o degollado, tal como uno de los presos que murió hace unos días en uno de los motines y del cual me llegó la foto o, que la emprendan contra la familia de saber donde reside. Denunciar la situación hace que la situación se complique en forma para el denunciante. Por un lado es un preso homosexual y sacarlo a un pabellón común, viniendo de un pabellón de gay es poner a la gallina en la jaula de zorros. Además, encima de venir con el rótulo de homosexual, es un "soplador de bolsa" y si no tiene todos los números para morir asesinado, al menos la pasará muy, pero muy mal. 

Los abusos de Carolina y su banda iban en aumento. Y así como estos, también aumentaba su impunidad y su autoconfianza en que podían hacer cualquier cosa y que nada les pasaría. Pues bien, la confianza embaraza a la mujer y mata al hombre. ¿Y con una trans entonces? Paciencia, ese es el punto.

Ingresó a un pabellón gay desde otro, a pedir el "impuesto tumbero", que no se llama así, pero se me ocurrió ahora ponerle ese nombre, para hacerlo más gráfico. Cobraba en mercadería que les habían depositado a los presos sojuzgados y se iba. A medida que tomaba confianza, dejó de lado la compañía de sus soldados. Esto, generó la idea de "Matilde", otra trans a la cual su madre había sido forzada a que lleve "empericada" droga al penal y que su hermana concurriera a brindar servicio sexual a un preso en otro penal, a cambio de no sufrir represalias, a planear una represalia. 

Matilde estudió la situación y entendió que cuando Carolina venía, sus soldados quedaban encerrados en su pabellón y que no podrían venir a socorrer a su jefa, en caso que le "cayeran corte chinche". Asimismo Carolina, absolutamente confiada comenzó a caer como un reloj suizo, siempre un día determinado a una misma hora. 

El escenario llevó a que Matilde pergeñara el plan y lo expuso a sus compañeros de encierro. Algunos se plegaron y, como es un pabellón de gays y tienen ciertos beneficios, uno es el de tener cubiertos de metal para comer. Es decir, tienen cuchillos de verdad. Otros, no adhirieron, pero se comprometieron en dejar que la cosa fluyera.

Cuando Carolina entró y la encaró a Matilde, esta le entregó la mercadería en una bolsa de plástico que, de ex profeso, se le había debilitado el fondo. Tal fue así que a Carolina se le cayó el contenido al piso lo que la motivó a agacharse a fin de levantarla, dejando expuesta su hermosa cola de caballo que se transformó en una fabulosa rienda y/o manija para que Matilde la sujete, mientras le comenzó a pegarle rodillazos de un lado de la cabeza y que esta, al ser impelida, chocara del otro lado contra la pared. No duró mucho y cayó encima de la mercadería, con la boca echando sangre. Al tratar de levantarse para golpear a Matilde, los reos que iban a participar le saltaron encima y comenzaron a darle golpes en todo el cuerpo. Tal fue la situación que hasta los que no pensaban participar, lo hicieron, dejando a la pobre Carolina metida dentro de un enjambre humano que le pegaba, acuchillaba y o apaleaba. 

Como mencioné, las requisas en estos pabellones son suaves y no ingresan de la manera violenta como si lo hacen en el resto de los pabellones de población en general. esto llevó a que la reacción para frenar la situación se demorara. Como se imaginarán, en situación semejante, los minutos cuentan. Si se demora, la persona muere o termina seriamente estropeada. 

Cuando la requisa entró, Carolina tenía ambos globos oculares fuera de la órbita, ya que le habían aplastado el cráneo, golpes, huesos rotos y puntazos por doquier, pero aún con vida. En carácter de urgencia fue llevada a un hospital de la calle para salvarle la vida.

Fue entonces que Matilde y sus compañeros repararon en un detalle, no menor:  las cámaras de seguridad. Ahí se percataron que seguramente habrían tomado las escenas de la golpiza y se podrían identificar a los responsables. Con esto, se sumaría una causa por intento de homicidio u homicidio si la pobre Carolina no lograba superar la empresa. Preocupados por ese detalle, quedaron petrificados en el lugar esperando que vuelvan los penitenciarios para trasladarlos a una celda de castigo. 

Pasaron varios minutos y la puerta del pabellón para dar paso a varios penitenciarios, pero contrario a lo que esperaban, eran personal jerárquico. Extrañados por la situación, los miraron sorprendidos. Uno de ellos les dijo:

- Gente, cuando los interroguen de la justicia, nadie se debe hacer cargo de nada de lo que pasó.

- Pero se van a dar cuenta con lo que registraron las cámaras - señaló Matilde.

El penitenciario lanzó una sonrisa y le aclaró:

- Las cámaras no estaban funcionando. Ustedes no se hacen cargo de nada y nadie se verá afectado.

El preso que me hizo llegar la historia, me aclaró:

- Carolina se pasó de ortiva con todos.

- Claro, fue demasiado abusiva con sus compañeros.

- No solo eso, todo lo quería para ella y no tiraba centro alguno para los penitenciarios. 

Ahí comencé a entender y suponer. Los penitenciarios, al no recibir tajada alguna dejaron que las cosas fluyeran, sabiendo la ignominia que les hacía pasar a sus compañeros de encierro y apostando a que estos se rebelen. Para esto y evitar sanciones por la demora en su accionar, prepararon las cámaras para que no funcionen. A la vez, mantenían alejados a los soldados de Carolina para que no pudieran rescatarla. Cuando se desató el "bondi", dejaron que los presos se desquiten con su verduga y ellos, a su vez, se desquitaron por haber sido dejados de lado de los dividendos.

Historia bien tumbera.

Saludos a todos, menos a uno muy pero muy especial. Un gran "soplador de bolsa".  

 

 

Muy buena historia! Que es "sopla bolsa"?

[Profe tumbero]

En 4/9/2020 a las 6:10 PM, PasivoCHI dijo:

Muy buena historia! Que es "sopla bolsa"?

Batidor, buchón, informante.

Este, además de soplador de bolsa, la revienta. 

Muchas gracias, dese una vuelta por el cuento que publiqué.

Saludos. 

[Profe tumbero]

Ya conté de mi casi levante con Génesis, la autoproclamada caribeña, que en realidad es peruana. Caribeñas reales son pocas.

Contaré, si me permiten dos historias. No muy buenas, pero que sirvan para amenizar la cuarentena.

Primera historia: "De la que te salvaste"

Voy caminando por avenida Córdoba, en dirección hacia el bajo. Había cruzado la nueve de julio, habré caminado unos metros y me cruzo con una trans de hermoso rostro y rubia, de ojos claros (celeste verdosos) que me miró como si fuera Brad Pitt. Yo estaba con el cabello corto e iba de traje gris. Debía ir a casa, pero esa mirada me pudo; además su cara me resultaba conocida. Dí vuelta y comencé a seguirla. Estoy seguro, convencido que la mina se dio cuenta de mi intención, aunque no se diera vuelta en ningún momento. Supongo que se avivó por el reflejo en alguna vidriera, con lo cual apuró el paso. La seguí y me agarró el semáforo de la Nueve de Julio, con lo cuál pensé que la había perdido. Sin embargo, ella había quedado retenida en el boulevard, con lo cual continué.

Cuando la alcancé, comencé un diálogo de levante. La mina daba la sensación de estar en esa sintonia. Parecía, pero no. Así de la nada, me tiró una cifra, abultada. Eso me indignó. Digo, si estás laburando, decilo de una y no jodas. Si querés de onda, es otra cosa y, si no le guste por algo, despachame con algún argumento. Es fácil, además estábamos parados en Libertad y Córdoba a las seis o siete de la tarde. Había un mundo de gente. Si tenía temor a mi posible reacción, no estábamos en un páramo. 

La verdad es que no me gustó para nada esa actitud y desistí amablemente, pero con la puteada bailándome en los labios. Abordé el colectivo y  en el viaje iba repasando el rostro y características de la señorita. La tenía ubicada de algún lado, pero jamás había estado con ella. No fue alumna mía, suponía y acá tengo que abrir un paréntesis, sepan disculpar. Yo comencé en docencia en el año 92. Mis alumnos en ese entonces iban desde los doce a dieciocho años. Hagan el cálculo respecto a la edad que hoy portan. Es posible que pueda no reconocerlos e incluso me ha sucedido de gente que se me acerca a saludarme y me tiene que decir en qué escuela los tuve. Y, con mis alumnos presos, también me he encontrado, pero esas historias, jugosas -  algunas - las dejo para otra oportunidad.

Llegué a casa, me puse cómodo y luego comencé a navegar en "distintas". Y, ahí la encontré. Señorita muy bonita, rubia por decisión propia, que tiene muchos videos pornos subidos a la web, de un enorme miembro superado tan solo por su fama de garca.

Sí señores era la chica Cid (que ahora no recuerdo el nombre si es Ángeles o Celeste, sepan disculpar la laguna y la fiaca de buscarlo).

 

Editado 11 de Abril del 2020 por Profe tumbero

[Profe tumbero]

hace 8 minutos, tano_laplata dijo:

no entendí si se salvó de ser estafado o de que le dejen el asterisco como la boca de mick jagger.

gracias por el relato profe!

Y, la señorita tiene fama de super ultra garca. Me habría estafado, casi con una probabilidad del 100 %.

[Profe tumbero]

Historia dos:

"Cero empatía o no me creyó una mierda".

Historia de hace casi dos décadas. Señorita trans, muy famosa. Que los veteranos recordarán por ser de las primeras trans que salían en la portada de las revistas. No es la que debió disistir de usar el apellido de la vega, ni la otra estudiante de odontología que falleció hace varios años. Esta estaba publicando hasta hace unos años, su nombre es Gabriela.

Para ese entonces yo tenía a mi madre internada en el Hospital de Clínicas y estaba jodida la cosa. En un momento salí a comprar a un supermercado Disco que está por la calle Larrea, entre Córdoba y Paraguay. Ahí encontré a esa diosa. Si bien no estaba como yo la recordaba cuando salía en la portada de Sex Humor, ya que habían pasado entre quince y veinte años, estaba muy bien. La saludé, comenzamos a charlar entre las góndolas y le saqué  el número de teléfono. La mina se insinuó a que la acompañe a la casa, que supongo sería relativamente cerca. Ella muy amable, yo debí desistir por los motivos obvios. Mi vieja estaba jodida y debía volver. Le expliqué la situación, pero el gesto de ella demostró no gustarle mi rechazo. Que en realidad no fue tal, era poner o ubicar prioridades. DE haber sido en otra oportunidad, de la casa de la señorita debía sacarme la guardia de infantería, pero en ese momento, no era lo correcto.

Demoré en llamarla; eso fue después que a mi vieja le dieran el alta. Me cortó ni bien le expliqué quien era y jamás pude concretar nada. Luego, pasó el tiempo y cuando la vi en su publicación dije "ya fue".

Saludos. 

Editado 11 de Abril del 2020 por Profe tumbero

[Profe tumbero]

Y el hombre es el que se tropieza mil veces con la misma piedra y no aprende.

Señorita mencionada por esta parte.

Señorita pasiva, preciosa. Jujeña. La cual me había bloqueado y a la cual yo ayudé antes de estos quilombos. La del perro y noviecito. 

- Hola. ¿Podés prestarme 500 pesos?

Así, de la nada.

- ¿Y tu noviecito? ¿No te puede largar nada o solamente sirve para garcharte?

- Ya fue. 

- Te voy a dar un consejo. Todos los tipos te van a dar leche; tratá que pueda darte algo más.

- ¿Me vas a retar YYYYY (mi nombre)? Te escribo porque tengo hambre. 

- Escuchame una cosa. Son las nueve de la noche y por si no te enteraste, estamos en cuarentena. 

- ¿Vos no tenés cuenta de mercado pago?

- No, no tengo - y no sé para qué cuernos me preguntó eso porque la que lo tiene que tener es ella. 

- ¡Por favor, tengo hambre!

- Lo siento, veo mañana.

 

Al otro día, vuelve con que precisaba y que estaba comiendo "sopa de harina".

- ¿Cómo se hace la sopa de harina?

- Ponés a hervir agua, cuando está en ebullición, le agregás la harina - es una versión más estilizada de su explicación. 

 

Sentí pena por ella. Y me venció. Deposité en su cuenta, que sacó recién, la suma de 700 pesos. 

Luego, le señalé que trabajara haciendo video llamadas. Ella sigue atendiendo clientes y le expliqué - al pedo- sobre el aumento de la carga viral y el riesgo de infectarse de manera jodida y varias cuestiones más, tales como la de comerse una cuestión penal.

- ¡Salgo cachetona en el video y no me gusta!

Esa fue la explicación. 

Pasaron varios días y la veía por su estado de whatsapp salir con pendejos de todo calibre. De un lado al otro. A los besos en Corrientes y la Nueve de Julio. A cualquier hora del día. No solo no me dijo gracias que si le escribía no me daba bolas. Salvo a las cansadas. 

Pasaron varios días y...

- Hola. ¿Me depositás otros 700?

- Escuchame una cosa, vos no te cansás de forrearme. Andá a pedirle a esos pendejos que no valen una mierda, que encima son capaces de cojerte gratis y no tienen ni para pagarte una cerveza.

Arranqué diciéndole de todo.

- Perdón.

Seguí. Me bloqueó. Hasta que la necesidad la vuelva a desbloquearme. 

 

Editado 14 de Mayo del 2020 por Profe tumbero

[Dog Day Afternoon]

hace 3 horas, Profe tumbero dijo:

Y el hombre es el que se tropieza mil veces con la misma piedra y no aprende.

Señorita mencionada por esta parte.

Señorita pasiva, preciosa. Jujeña. La cual me había bloqueado y a la cual yo ayudé antes de estos quilombos. La del perro y noviecito. 

- Hola. ¿Podés prestarme 500 pesos?

Así, de la nada.

- ¿Y tu noviecito? ¿No te puede largar nada o solamente sirve para garcharte?

- Ya fue. 

- Te voy a dar un consejo. Todos los tipos te van a dar leche; tratá que pueda darte algo más.

- ¿Me vas a retar YYYYY (mi nombre)? Te escribo porque tengo hambre. 

- Escuchame una cosa. Son las nueve de la noche y por si no te enteraste, estamos en cuarentena. 

- ¿Vos no tenés cuenta de mercado pago?

- No, no tengo - y no sé para qué cuernos me preguntó eso porque la que lo tiene que tener es ella. 

- ¡Por favor, tengo hambre!

- Lo siento, veo mañana.

 

Al otro día, vuelve con que precisaba y que estaba comiendo "sopa de harina".

- ¿Cómo se hace la sopa de harina?

- Ponés a hervir agua, cuando está en ebullición, le agregás la harina - es una versión más estilizada de su explicación. 

 

Sentí pena por ella. Y me venció. Deposité en su cuenta, que sacó recién, la suma de 700 pesos. 

Luego, le señalé que trabajara haciendo video llamadas. Ella sigue atendiendo clientes y le expliqué - al pedo- sobre el aumento de la carga viral y el riesgo de infectarse de manera jodida y varias cuestiones más, tales como la de comerse una cuestión penal.

- ¡Salgo cachetona en el video y no me gusta!

Esa fue la explicación. 

Pasaron varios días y la veía por su estado de whatsapp salir con pendejos de todo calibre. De un lado al otro. A los besos en Corrientes y la Nueve de Julio. A cualquier hora del día. No solo no me dijo gracias que si le escribía no me daba bolas. Salvo a las cansadas. 

Pasaron varios días y...

- Hola. ¿Me depositás otros 700?

- Escuchame una cosa, vos no te cansás de forrearme. Andá a pedirle a esos pendejos que no valen una mierda, que encima son capaces de cojerte gratis y no tienen ni para pagarte una cerveza.

Arranqué diciéndole de todo.

- Perdón.

Seguí. Me bloqueó. Hasta que la necesidad la vuelva a desbloquearme. 

 

Sopa de harina = engrudo

[Profe tumbero]

hace 3 horas, Dog Day Afternoon dijo:

Sopa de harina = engrudo

Exacto. Cuando me lo dijo, eso fue lo que pensé. No se lo dije porque me pareció muy humillante. Y eso me llevó a ayudarla, tan al pedo como fue aconsejarla y tan al pedo como lo ha sido ayudar a cualquiera de las trans que he ayudado en mi vida. 

No llegué a los niveles de fulanita, pero tras depositarle y ver que estaba luego en un kiosko comprando cerveza y pagando ella en compañía de un guachito de no más de veintidos años, pensé que al pedo.

 

[Alzado50]

hace 7 horas, Profe tumbero dijo:

Exacto. Cuando me lo dijo, eso fue lo que pensé. No se lo dije porque me pareció muy humillante. Y eso me llevó a ayudarla, tan al pedo como fue aconsejarla y tan al pedo como lo ha sido ayudar a cualquiera de las trans que he ayudado en mi vida. 

No llegué a los niveles de fulanita, pero tras depositarle y ver que estaba luego en un kiosko comprando cerveza y pagando ella en compañía de un guachito de no más de veintidos años, pensé que al pedo.

 

Es gente que no tiene retorno. Pobre piba, y pobre Ud Profe, que ve como una persona no se si querida, pero si con un grado importante de cercanía, va degradándose de esa forma con el correr del tiempo.

 

[Profe tumbero]

hace 1 hora, Alzado50 dijo:

Es gente que no tiene retorno. Pobre piba, y pobre Ud Profe, que ve como una persona no se si querida, pero si con un grado importante de cercanía, va degradándose de esa forma con el correr del tiempo.

 

No, ya está la bloqueé también. 

La piba va a terminar mal. Y en este caso, creo que por primera vez, no se lo advertí del destino trágico. Si le señalé que no era para atender clientes por el coronavirus y obtuve la siguiente respuesta:

- Eso afecta a las personas grandes como vos.

Y cuando le marque que al andar por la calle podría detenerla la cana e iniciarle una acción contravencional Y/o penal, me respondió:

- Paran a las personas grandes como a vos. 

 

Listo, guardé violín en bolsa. Ya no tiene sentido seguir explicando a quien no quiere entender nada. 

 

[Profe tumbero]

Hay un detalle que no mencioné con la debida profundidad.

La piba vive en un hotel espantoso (eso está mencionado cuando me referí a ella por primera vez) en donde ví - acá en Buenos Aires - las cucarachas más grandes de mi vida, a excepción de las que vi en Colombia. Y no había una o dos, eran muchas y estaban para ponerles montura y llevarlas a Palermo a correr. 

Barrio, que a la noche, es una boca de lobo hidrofóbico. 

La piba garpa 800 pesos por día en ese hotel. Salvo cuando consigue refugio con alguno de los noviecitos o con algún gil que cae, lo trato de hacer conmigo, la piba tiene que garpar una cifra cercana a 20.000 pesos al mes en ese lugar. Y créanme que si bien la piba, como la inmensa mayoría de las trans (de las putas en realidad) son mentirosas natas, acá lo sé bien porque cuando fui, vi la pizarra de precios. 

Le señalé, de esto hace tiempo que publicara en Distintas y que haga encuentros. Que se olvide de llevar a los clientes a ese hotel porque los espanta. Apareció con que había conseguido un depto - al principio de la cuarentena - por once de dos ambientes y que le pedían como doce mil pesos por mes. Ignoro como sería el depto, pero dudo mucho que fuera peor que el hotel. El punto fue cuando me dijo:

- Me piden garante.

Y yo silbé bajito. 

Lo siento, subirme a esa historia sería demencial. Ya tengo temas suficientes para que me hagan subir la presión. 

- Y si, te van a pedir eso o un seguro de caución para alquilar. Y vos ingresos en blanco no tenés. Hacé encuentros o  pedile a tú noviecito que ponga la garantía. 

Se enojó y no me respondió hasta que el bagre se hizo presente y comenzó a picarle la panza. 

 

[Profe tumbero]

Voy a contar una pequeña anécdota, que no tiene nada que ver con las trans y tampoco con las putas cis. Aclaro esto, para aquel que no le interese aborte acá la lectura.

Un día, cerca del medio día en pleno verano, iba caminando por la avenida Corrientes. Calor para repartir. La brea que une los bloques de cemento de la calle, estaban derretidos y yo, estoico iba avanzando por esa avenida en dirección a la Nueve de Julio, mano izquierda. 

En eso, veo una romería de gente. Me acerqué y no tardé nada en percatarme que eran canas. Los había de todo tipo y muchos portaban gorras o chalecos que decían "PFA". Y así, de la nada, al lado de un kiosko de diarios estaba tirado un revólver del cual ignoro el calibre. 

Bajé de la acera y seguí caminando unos pasos, pegado al cordón, hasta llegar a la culata de una patrulla. Me agaché para mirar al interior y ahí vi, sentado en el asiento de atrás, con cara de preocupado a "Miguel" un ex alumno mío. No pude ver sus manos, pero las tenía atrás y, seguramente, estaba esposado (o amarrocado como se dice en la jerga).

Seguí y me alejé. A las cuadras mandé un mensaje a un conocido y le comenté lo que había visto. Y ese conocido me dió la pauta del riesgo en el que había estado.

- Salí de ahí urgente - me indicó alarmado.

- Estoy a varias cuadras.

- ¿No te pueden ver?

- No, crucé la nueve de julio y estoy por Maipú y Corrientes. Esto fue en Libertad y Corrientes.

 - Menos mal.

- ¿Por?

- Si "Miguel" te hubiera visto, te reconocía y te saludaba. La cana te levanta a vos también pensando que sos cómplice de la salidera bancaria. Y venís para ingreso. 

Ese día, Dios estuvo de mi lado. O la suerte. O no sé.

Abrazo