Experiencias raras/locas con nenus.Hilo para pasar el rato.

[Profe tumbero]

Consulta a los muchachos:

Atento que ya se me acabaron las historias trans tumberas y con chicas escort porque es lo que menos consumo...Historia como docente de secundario con alumna trans ¿interesa? Tengo una, que ya tiene dos décadas, fácil.

Esa jamás la escribí...Tuve (o tengo) una anecdotario frondoso, pero jamás le dí bola. Comencé a prestarle atención, una vez que comencé a trabajar y contar las carcelarias, cuando muchos me empezaron a insinuar que las escriba y publique. 

Si interesa, me pongo a darle al teclado.  

 

Editado 15 de Enero del 2020 por Profe tumbero

[Profe tumbero]

hace 1 minuto, Alzado50 dijo:

Historia de profesor y alumna trans en el secundario? Nooo, eso es solo para pajeros.

Profe, somos pocos y nos conocemos muchos, que espera para empezar???

 

Si esperan la historia del profe que se morfa a la alumna enamorada...olvídense. No pasa por ahí la cosa. Piba trans quilombera y jodida. Peleada con la vida a punto de detestarla. Si. 

Historia triste. Mucho. Y que va a costar meterle cosa cómica. Créanme. 

[Profe tumbero]

hace 1 minuto, martin_tcf dijo:

No me diga que usted le muestra la cara de dios, la endereza y la lleva por la senda del buen camino!

Acá en este foro lo mínimo que nos podemos imaginar es eso!

No, es una historia que fue muy compleja para manejar en un aula. Complicada para la escuela y una vida de mierda la de la pobre chica. 

No tenía pocos años de experiencia, llevaría casi una década, pero era muy complicada manejarla. Incluso para docentes de mayor experiencia que la mía. Quizá ahora, tan solo quizá, con mi edad actual, con mi experiencia ganada en miles de batallas dando clases (y conociendo historias) en cárceles, podría haberla manejado. Quizá la pobre Vanesa (creo que ese era el nombre) Díaz, me llegó varias décadas adelantada. 

Luego empiezo, dejenme jugar con la intriga. 

Total, estoy divirtiendo gratis a los que después van y se cojen a mi ex...Lo menos que puedo hacerles es dejarlos con la intriga un poco y jugar con la ansiedad. 

Ja, ya va, estos chabones.

[HER VORST]

Es el Fontanarrosa del foro Profe. Humor, ingenio y prosa jaja. Cuente, cuente que {esto está un poco aburrido si no es por los que molestamos siempre, es la Crisis actual ! Abrazo

[Profe tumbero]

Barriada muy pobre del conurbano bonaerense. Finales del gobierno de la Alianza. Tras los últimos años del Menemismo y con el gobierno de De la Rúa, la zona cambió para mal; ahora creo que está mucho peor. Unos diez años antes de eso, cuando empecé, no era extraño ver gallinas y patos picoteando con sus pichones por las calles. En ese entonces, cuando ocurrió la historia, ni perros flacos, ni palomas se veían. La aves rapaces tampoco, se comenzaban a ver - como ahora- por capital. Los pibes trataban de pescar anguilas en arroyitos de aguas color petróleo. No pescaban solo para divertirse, sino para poner proteínas. 

Muchos otros pibes buscaban mejorar su dieta y futuro vendiendo falopa, trabajando para vendedores y/o saliendo a poner el pecho. Otros, iban a la escuela para llenarse la panza con la vianda. 

Ese es el escenario en el cual debíamos trabajar. 

Dar una clase, por la mañana, helada de invierno. Que uno hable, al pedo, mientras los pibes están esperando que les traigan el desayuno que era un mignon descolorido y un jarro de leche caliente, mate cocido, chocolatada, según la suerte que haya tenido el personal directivo, es complicado enseñar así. Y mucho más, aprender. No obstante, a uno le duele donde el zapato aprieta. No desestimo lo dificil que es tratar de forjarse un destino aprendiendo de esa manera. No porque no sea importante o consciente. Lo soy, pero a los fines de contar la historia y ambientarlos, me quedo con esa porción, de manera antojadiza, pero la menciono para no ser injuto con toda la realidad y para que, ustedes mismos, vean lo enquilombado que es todo.

No obstante, hagamos un pacto. Ustedes ya saben que hay en la historia, una piba trans. Olvidense de eso. Porque a todo este escenario de pretender enseñar a chicos, mal alimentados, entrando en la adolescencia, con hogares pauperizados en un país expoliado, en escuelas sin vidrios, con estufas que se arreglaban tras las roturas que les producían los mismos pibes. En ese escenario, ocurre la historia que voy a contar. 

Pibes que rondarían los catorce. 

Venía enseñando hasta que debí entregar notas, creo, del primer trimestre. Me da la preceptora una lista. Comparo con mi lista y me encuentro con la sorpresa que no era coincidente. En mi lista tenía una alumna más que la que me habían dado. Asímismo, en la que me dieron tenía un alumno varón más de la que había echo yo en clase. Tras leerla, figuraba un alumno Víctor Díaz, que estaba en la institucional, que no me figuraba en la que había armado a partir de los datos suministrados por los pibes, evaluaciones y trabajos prácticos. Sin embargo, me figuraba Vanessa Díaz. 

Al principio pensé que quizá fueran hermanos que estaban juntos y que, para evitar eso, los cambiaron de curso y que se olvidaron de acomodar la lista. Consulté a la preceptora que estalló de la risa ante mi extrañeza.

- ¿No te diste cuenta que es un varón?

Obviamente no. Vanessa no era agraciada. Parecía confeccionada con un nivel o plomada. Sus hombros, cintura y cadera bajaban juntos al milímetro. 

Para ese entonces a Vanessa, la llamaba como Vanessa. Sin embargo, Vanessa no era Vanessa, sino Víctor. Consulté al respecto y me aconsejaron que lo llame como varón. "No sea cosa que se me acuse que esté orientado a su cambio, atendiendo que era menor de edad". Hoy se toma las cosas de manera diferente, pero en ese entonces - atodo ese escenario complejo- una piba con esa cuestión, no sólo constituía una novedad, sino que una complejidad extra que uno no estaba preparado para saber cómo abordar.

Eso, no me apreció del todo correcto. Decirle Víctor -aunque ese sea su nombre- me resultaba de alguna manera lacerante para ella. Sin embargo, esa era la orden que había recibido. Se me ocurrió llamarla como Díaz, a secas. 

Y terminó siendo absolutamente contraproducente. 

Después la sigo.   

[Profe tumbero]

Yo advertí que era triste, ahora no vengan a quejarse.

Ah, me quedó una tumbera, pero que me enteré por comentarios y que hay que ver cómo la redacto. 

Fontanarrosa del foro. Qué muchacho éste. 

Y por ahí, como todo está aburrido. Veo la parte de minas y todos son consultas o ñatos que redactan como pibes de primaria e incluso experiencias armadas por encargo, me da una pereza. Y por acá, algunas cosas no me interesan y otras no las puedo leer porque me lastiman. Y seguramente a partir del viernes comiencen a surgir de nuevo, con lo cual las omito...

 

Eso, si se portan bien y son pacientes que tengo que salir y después sigo la historia de Víctor / Vanessa

Editado 30 de Marzo del 2020 por Profe tumbero

[britoshd]

En 12/6/2019 a las 10:15 AM, travaglio dijo:

Un día fui a visitar a una nena de cabecera, estábamos en medio de la faena y la llaman al celu, atiende y al cortar me dice "te tengo que pedir un favor, me confundí y se me juntaron 2 turnos el tuyo y el de otro cliente habitual. No me bancas un rato en la cocina que lo atiendo y se va rápido".
Me fui a la cocina y espere mas de media hora, revise toda la cocina para hacerme un cafe o tomar algo de la heladera pero estaba todo detonado..., lo despacho y seguimos garchando como si nada hubiera pasado. Obviamente me comento lastima que el viejo no se prende si no hacíamos un trio.

Me pasó similar, me mando a esperar al baño donde se encontraba una smiga de ella! Yo ya estaba vestida con peluca y tacos, no me quedo otra que hacerlo.

La amiga re piola, una trans gordita, fueron 20 minutos maso, se fue el tipo y por haberle hecho el aguante me dejo quedarme mas tiempo y sacarnos fotos¡ yo soy la de vestido negro.

 

[Profe tumbero]

hace 1 minuto, britoshd dijo:

Me pasó similar, me mando a esperar al baño donde se encontraba una smiga de ella! Yo ya estaba vestida con peluca y tacos, no me quedo otra que hacerlo.

La amiga re piola, una trans gordita, fueron 20 minutos maso, se fue el tipo y por haberle hecho el aguante me dejo quedarme mas tiempo y sacarnos fotos¡ yo soy la de vestido negro.

 

Y después de esto, pretendo seguir...

Cuando bajes de la palmera, trae algunos cocos...

Ese chiste se lo dije a Fulanita que me respondió: "Con estos cocos, yo levanto a las palmeras".

Ahora, cómo remonto la historia...

 

[HER VORST]

Catarata de mps en 3-2-1-...

[Profe tumbero]

Justo ahora, HER VORST dijo:

Catarata de mps en 3-2-1-...

Yo paso, me voy a comprar una gaseosa, como algo y después veo como subo el auto a la ruta asfáltica. 

[britoshd]

hace 24 minutos, HER VORST dijo:

Catarata de mps en 3-2-1-...

Ojala! Pero yo no soy la de los cocos! Soy la cross flaca. No hay mps para mi.

[Profe tumbero]

hace 1 minuto, britoshd dijo:

Ojala! Pero yo no soy la de los cocos! Soy la cross flaca. No hay mps para mi.

Y sos la del chupetín en el traste, de eso seguro. 

[Profe tumbero]

hace 43 minutos, britoshd dijo:

Ojala! Pero yo no soy la de los cocos! Soy la cross flaca. No hay mps para mi.

En realidad sí, solo que en singular, tan solo un coco. Y ubicado en reemplazo de otra porción anatómica. Haciendo que el endosperma líquido reemplace al sitio donde se origina el cacumen...

Pero no solo eso, sino que también, un poeta. Porque lo de "flaca", con esos salvavidas y jamones tipo "torgelón", no es más que una amplia licencia.

 

Editado 15 de Enero del 2020 por Profe tumbero

[joaquinbon]

Profe, cuando describia la calle esa y argumento, futuros alumnos mios, refiriendose que iban a terminar en la sombra, se gano el nobel del relato tumbero/trans! jajajaja

Impecable.

Editado 15 de Enero del 2020 por joaquinbon

[Profe tumbero]

Volvamos.

Vanessa comenzó a tratar de mostrarse femenina, de manera estereotipada. Caminaba delante mío tal como si fuera Alejandra Pradón, meneando sus caderas. 

Era típico que me llamara para consultarme algo respecto a lo que estaba anotado en el pizarrón. Como no sabía a que hacía referencia, me acercaba a su asiento para enseñarle y en ese momento ella saltara eyectada del asiento y, caminando de supuestamente sensual, pasara por delante mío y fuera al frente para señalar a la pizarra.

Los pibes aullaban, con la única finalidad de armar quilombo. Para colmo tenía algunos que habían, en teoría, a probar con la bolsita y la clase se iba por el excusado.

No podía, por orden superior referirme a ella como piba, por orden de mis superiores, pero la clase se me volvía, día a día, más inmanejable. Vanessa al sentir los gritos y silbidos de sus compañeros que eran par alterarme, los sentía como que elogiaban su sex appeal. Eso la entusiasmaba y estimulaba para que reitere su comportamiento y le busque otras opciones. Y eso estimulaba a los pibes para armar quilombo. Y yo, atajando los penales con las manos esposadas. 

Consulté y si bien tenía quilombos con todos los docentes, aparentemente conmigo era peor.

- Sos el único docente varón que tiene el curso - me dijo la preceptora.

Tal vez ese fuera el problema. La mina debía confirmar su carácter, debía ser reafirmado por un varón, que, para colmo de males la había comenzado a tratar de manera femenina y que había dejado de hacerlo. ¿Sería eso?

Tiempo después ocurrió algo, muy malo, que por fortuna no ocurrió en mi clase. Sucedió con otra docente. Vanessa le pidió a una compañera, que encima era un amor de nena, la goma. La pibita se la prestó y después no se la devolvía. Se armó una discusión en clase, con lo cual Vanessa se la arrojó. La pibita al ir a levantárla, Vanessa fue y le aplastó la mano de un terrible pisotón. Se armó el quilombo del siglo. Los pibes la querían boxear a Vanessa. Las pibas también. La profesora se metió en el medio para intentar parar la gresca y Vanessa, se aprovechó y lastimó - todos dicen que a propósito - a mi colega. Terminó la docente con un sumario y rogando por lo que de la mano de la piba no resultara nada.

Vanessa desapareció. Supuse, equivocado, una vez más en mi vida, que había sido suspendida. No, las agarraron los pibes a la salida y se morfó una terrible paliza que la dejó postrada unos días en casa. 

Ahí, los docentes comenzamos a apretar a las autoridades para que citen a los padres de Vanessa. Y, todo en la vida tiene un por qué. La madre, a la cual no llegué a conocer en persona, era un terrible cachivache. Prostituta que ejercía en la casa donde vivía junto a Vanessa. 

No sé de dónde salía la información, pero a mi me llegaba a través de la preceptora. La madre era una inconsciente de mierda, pero eso no era nuevo para mi. Historias de padres a los cuales el estado debiera sacarles los hijos he oído muchas.  Y respecto a el silencio que se hace desde las escuelas, que sabiendo sobre delitos graves, se hacen los boludos, también. Y de las estructura gubernamental de educación que presionan para que no tomen estado público, para no demostrar el devacle social, por desgracia, también.

El tema era que un cliente habría violado a Vanessa y que la madre, lejos de defenderla, atacaba por algo que no podía comprender. En teoría, el cliente fue a la casa para tomar servicio con la madre, que no estaba. Supuestamente Vanessa le abrió la puerta y la atacó. Con esto la relación madre e hija, que ya venía enquilombada con el tema de la transición, se enquilombó mucho más. 

La madre, lejos de procurar mejorar su relación con su hija - ya no digo aceptar su condición- quería echar de la casa a la piba. Y eso, según decían, la misma madre lo manifestaba ante las autoridades escolares. 

Ante el planteo de una de las docentes:

- ¿Que cree que hará su hija si se va a vivir a la calle?

- Será puta como yo.

Digamos que la madre, mucha empatía, no tenía.

Decidí aprobar al término del curso a Vanessa. Su historia era terrible, aunque tampoco era justo para ella y sus compañeros. Tampoco fuera lo ideal, pero ante un sistema que apaña la mediocridad, la injusticia y que no está para ayudar, sino para hacer que ayuda, consideré que al menos le estaba dando una alegría.

Al año siguiente, Vanessa no estaba en la escuela. Había concurrido a una "fiesta" con unos pibes, que creo que eran de la escuela. En esa "fiesta" pintó la falopa y el alcohol. Cuando la atmósfera se desvirtúo, los pibes decidieron que lo mejor era irse. Vanessa prefirió quedarse. Apareció ultrajada de manera violenta al otro día a la madrugada en un descampado. No había muerto, pero el estado era complicado. No apareció nunca más por la escuela y llegué a pensar lo peor.

Diez años después, iba a bajar de un 55 junto a mi hijo y su mochila escolar. Al levantar la vista, la veo sentada en el asiento trasero que se sonrió al verme. Un llok andrógino y fea como ahogarse con vómito, pero vivita y coleando.