AleB

Jajaja Una vez unos compas de teatro intentaron divulgar un video clandestino de mí bailando Billie Jean y antes de postearlo se los hice pensar dos veces

igual tan al pedo no estaba el pibe, considerando que es el CM de Caputo

No soy de adherir mucho a esas premisas del tipo "si A entonces B", pero en este caso creo que encajo a la perfección. Por lo que me han dicho, soy buen bailador y, por lo que también me han dicho, un buen besador. Pero creo que la correlación se explica porque son dos de las cosas que más amo hacer. Me ponés música de los 70/80s y me sale el Travolta y el Michael Jackson que llevo adentro. Y me ponés a uno que se prenda al juego y soy el besador más romántico e intenso que pueda haber (aplica para los ortos, ya que "transarme un orto" es definitivamente mi punto fuerte y quizás lo único en materia sexual de lo que sí puedo alardear).

Para nada. Soy la antítesis de lo sumiso. Dentro y fuera de la cama.

Lo obvio sería decir que me gusta ser activo por una cuestión de dominancia y control. Pero en el fondo sé qué hay una razón menos superficial que me lleva a adoptar exclusivamente este rol (aún con el handicap de tener un tamaño que para los estándares gays no cotiza demasiado), y que intuyo que se debe a una necesidad de dar, de proveer, una generosidad afectiva que es una de mis pocas virtudes. Ya sea que bombee duro o que sea empalagosamente mimosón, siempre lo que me motiva es generar placer, proporcionar bienestar, hacer gozar.

Idem al colega acá. Hace poco tuve mi primer trío, y el objetivo principal era hacerle la doble a un pasivo, aunque finalmente no se dio. Pero, lejos de perder interés en el asunto, estoy cada vez más manija con ese tema. Y no sé qué es lo que calienta más: si la idea de la penetración en sí o el sentir la fricción entre las pijas. Hace un tiempito que noto que se está poniendo de moda el roce de pijas, pero ya no como algo al pasar sino que se le está dando un lugar de importancia, casi tanto como a la penetración en sí. Y me vuela la cabeza eso.

Tuve mis primeros (y últimos) escarceos en el yire por la Av. Santa Fe ya en plena decandencia de esta movida, poco antes de que el levante comenzara a trasladarse al ámbito de lo virtual. Recuerdo la primera, saliendo de un boliche en Araóz y Sta Fe (¿Diesel?), y tras despedirme de mis amigos (hetero), cruzar mirada con un flaco igual al cantante de Erasure (lo que puede la calentura ). Mirada va, mirada viene, nos pusimos hablar y me invitó a su depto. Poco después, ya un poco más canchero, le tiré los perros a un flaco que se partía de lo bueno pero como era de zona sur no agarró viaje. Por último, uno con look letaher que me invitó a su depto a la salida de Búnker (y el pendejo, inconsciente, accedió). Como digo, yo era muy pibe, y la zona ya estaba en franca decadencia. Pero mis pocas experiencias me sirvieron de muestra para entender que en su apogeo haya sido una opción de levante más que tentadora, porque aún con sus riesgos y recompensas era preferible al levante insípido e impersonal de las apps.

No veo el propósito de hacer pública nuestra identidad. Tranquilamente, quien quiera conocer a algún forista que le parece interesante puede contactarlo por privado y ver si la cosa da para encuentro o, por el contrario, queda en un cordial intercambio epistolar. Éste es un ámbito que debe su fidelidad justamente a que es anónimo, porque habilita la expresión de opiniones que debido a los convencionalismos de la "vida real" la más de las veces uno elige guardarse para sí. En ciertos aspectos para muchos es como una válvula de escape, y esa ventaja deriva del anonimato que habilita ser un poco más uno mismo. Ya el dar la cara implicaría ponerse algún tipo de máscara, que es lo que solemos hacer cuando interactuamos con los otros.

Lejos estoy de ser experto en minas... pero por lo poco que conozco, de oídas, pondría en duda la representatividad de esa encuesta. Seguramente haya habido un sesgo, y es el que de que las que opinaban (posiblemente seguidoras) serían tan descerebradas como ella. Dicho esto, de lo que sí puedo dar cuenta es del caso gay. Y como alguien poseedor de una pija de 13cm ("chica" según los cánones actuales) puedo dar fe de que es mucho peor, en gran medida intuyo que por la influencia de la cultura del porno y sus representaciones de lo que es sexualmente deseable (pijas de tamaño invariablemente mayor a la media, de otro modo no calificás para el mercado). La influencia del porno es cada vez mayor, y ya no se limita a los videos de la web sino que impregnó otros medios, como la tv, los videoclips o las redes sociales, con la cultura de la ostentación donde más siempre es mejor. Soy bastante consciente de esta tendencia ya que me toca de cerca, y por tanto puedo ver cómo se ha ido exacerbando en el último tiempo. Y si hace 5 años, por ejemplo, de 20 contactos concretaba con 5 luego de pasar foto de japi, hoy de 30 contactos concreto con 3 (y no es por ser más viejo ya que de hecho físicamente luzco mejor que hace 5 años). Peeero... como en todo, si uno es perseverante y se quiere lo suficiente como para no optar por la salida fácil (pagar o internarse en un antro donde todo vale), cada tanto se abren las puertas del cielo y das con alguno que no sólo no se "conforma" con los 13cm sino que incluso los disfruta, porque nota que los sabés usar, porque entiende que muchas veces calidad mata cantidad, que el sexo no es sólo un palo taladrando un agujero sino que el verdadero placer es algo más integral. A mí me fascinan los culos, y claro que ver un culo firme y carnoso me encanta, pero no por ello voy a descartar a quien no se ajuste a ese ideal. De hecho, creo que los mejores culos que he comido y cogido no destacaban precisamente por su voluminosidad.

A mí el que me calentaba, me calienta y me calentará es Roge Frigerio. Es un caño ese man. Belleza clásica, viril pero de mirada dulce. Y esa tonadita entrerriana... ufff. Me mata. Como dirían los yanquis, "husband material". Ví unas fotos de la jura como gobernador en las que aparecía de cuerpo entero. Por Dios, llevaba unos pantalones tipo fit que le marcaba todo

Otro año que se pasa sin haber cosechado. Y aunque intente ver el vaso medio lleno, la realidad es que sigo atrapado en esta sequía emocional y sexual espantosa. No hay forma de remontarla, al parecer. Lo peor es que cuando parece que finalmente me termino habituando a la vida monástica, aparece alguno que me sacude el piso y vuelta al molesto Eros sin cauce. Profesionalmente sí puedo destacar algún que otro fruto cosechado... pero nada gratuito sino producto de mucho esfuerzo y laburo. En fin, una vez más deseando que el año venidero traiga la merecida recompensa. Estoy francamente cansado de que todo me cueste tanto.

A propósito de esta cuestión, siempre he tenido la duda: ¿cómo hacen los que están en una pareja activo/pasivo y que tienen sexo regularmente? Imagino que una limpieza "infalible" siempre es más factible cuando se trata de un garche esporádico con un hasta entonces desconocido. Pero, ¿cómo lo resuelven cuando, estando en pareja, no existe la misma motivación para ser tan meticuloso a la hora de la limpieza? ¿Se relaja este aspecto y que sea lo que Natura quiera? ¿U optan por simple franeleo si las condiciones no garantizan una penetración "limpia"?

Y... si buscan vergas XL es el riesgo que se corre, muchachos. Como dice el dicho "el que quiere celeste..." Yo con mis más que modestos 13cm jamás la saco embarrada. Alguna ventaja reporta el tenerla chica después de todo jejeje

Es la razón por la que fui abandonando la idea de buscar sexo con otros activos. Porque, salvo que el otro sea un activo flexible, si es Alfa como yo no hay mucho futuro ya que eventualmente surgirá la pulsión penetratoria, y si ambos estamos a la defensiva la frustración es inevitable. Y es un problema, ya que por lo general encuentro más atractivos a los activos que a los pasivos, no sólo en actitud sino incluso físicamente. Y, como buen alfa, lo primero que pienso es "qué cogible está este man, por Dios. ¿Se dejará coger, meter un dedo, o aunque sea que le coma bien el orto?" jejeje

Gracias por un comentario que se salga del típico juicio "termo" de si la peli vale o no la pena meramente en base al tamaño de pija de sus protagnistas.