La Plata: Centro de salud sólo para prostitutas

[Dios]

Centro de salud sólo para prostitutas

 

De día, la ciudad de La Plata, situada a unos 50 kilómetros al sur de Buenos Aires, es un centro urbano vibrante, dominado por una universidad, una bella catedral y calles en diagonal repletas de comercios y restaurantes.

Sin embargo, cuando el sol se pone La Plata se convierte en una de las capitales de la prostitución en Argentina.

Allí, alrededor de 1.300 trabajadores sexuales -mujeres, hombres ("taxi-boys"), travestis y transexuales- ofrecen sus servicios en cientos de cabarets, casas privadas de citas o simplemente la calle.

Este es el primer centro de salud en Argentina orientado a trabajadores sexuales.

 

 

Se trata de una realidad que pocos platenses niegan y, sin embargo, la mayoría de quienes se dedican a la prostitución carecen de una cobertura sanitaria que atienda sus necesidades específicas de tratamiento y prevención, y suelen evitar los hospitales públicos porque -según afirman- frecuentemente los discriminan.

Por eso, hace dos años un grupo de trabajadoras sexuales decidió crear su propio centro sanitario junto con el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, que también está consciente de los problemas que enfrentan los trabajadores sexuales en la medicina pública.

"Único"

Su fundadora y directora es Susana Martínez, una ex prostituta de 47 años que lidera la rama local del sindicato Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas (AMMAR).

"Éste es el único centro de salud del país impulsado por trabajadoras sexuales en conjunto con las autoridades", aseguró Martínez a BBC Mundo.

"La idea surgió porque, cuando íbamos a un hospital para ver a un ginecólogo y decíamos nuestra profesión, nos miraban o trataban de otra manera. Y cuando el que iba era un transexual, no faltaban los comentarios denigrantes".

...cuando íbamos a un hospital para ver a un ginecólogo y decíamos nuestra profesión, nos miraban o trataban de otra manera

 

 

Susana Martínez, AMMAR

 

 

"Así era muy difícil que atendieran nuestros problemas específicos. La otra dificultad era conseguir turnos para especialistas y análisis adecuados a nuestros horarios. Nosotros trabajamos con nuestros genitales y todo el tiempo necesitamos saber cómo está nuestro cuerpo", añadió Martínez.

Con la ayuda de una decena de médicos y expertos, el centro de salud ofrece servicios gratuitos de ginecología, clínica, psicología y asistencia social. Recibe a unos 300 trabajadores sexuales por semana, especialmente mujeres.

El lugar se llama "Sandra Cabrera" en honor a una líder de AMMAR presuntamente asesinada por la policía, en un caso que aún no ha sido resuelto.

"Las consultas son mayormente ginecológicas, para realizar pruebas de detección del HIV, enfermedades como la sífilis y el cáncer de cuello de útero, o para saber más sobre la prevención. Además, muchos vienen para ser escuchados y contenidos porque son excluidos de la sociedad y de sus propias familias", contó Martínez.

El trabajo del centro cobra especial importancia en un contexto dominado por la desinformación y los riesgos innecesarios.

La Plata es una de las capitales de la prostitución en Argentina.

 

Según un estudio reciente, uno de cada tres argentinos ignora cómo se contrae el VIH y el SIDA, lo que aumenta el riesgo de contagio entre los trabajadores sexuales.

Es más: varias prostitutas de La Plata dijeron a BBC Mundo que muchos clientes se niegan a usar preservativo e incluso se lo quitan en medio del acto sexual.

Recorridas

Quienes llevan adelante el centro de salud no sólo trabajan en la sede de la institución, ubicada en el centro de La Plata.

Además, dos veces por semana salen a recorrer distintos rincones de la ciudad en una camioneta para distribuir preservativos masculinos y femeninos, recordar cómo se usan y asesorar en la prevención de enfermedades venéreas.

Cada mes visitan 180 cabarets y burdeles, además de los principales circuitos en la vía pública, y reparten un total de 20.000 condones.

BBC Mundo acompaño a Martínez y a sus colaboradores en una de esas giras nocturnas y pudo comprobar que numerosos trabajadores sexuales provienen de Paraguay, Perú o provincias pobres de Argentina, son muy jóvenes y tienen un nivel educativo bajo.

BBC Mundo pudo comprobar que las condiciones higiénicas en algunas casas de citas no son óptimas

 

Hay sitios a los que la camioneta del centro de salud directamente no se puede acercar porque están totalmente al margen de la ley: en ellos las prostitutas son esclavizadas por un regente y la violencia es moneda corriente.

Uno de los cabarets que visitamos en las afueras de La Plata, a la vera de la ruta, estaba identificado con unas pocas luces de colores colgadas en el frente. Adentro la música estaba alta y la luz, tenue. Había un escenario, una pista de baile, mesas de pool y habitaciones pequeñas y sucias. Algunas prostitutas se cubrían el rostro ante nuestra presencia.

Martínez entregó bolsas de nylon llenas de condones a los encargados del local, que a su vez debieron firmar un documento certificando la recepción. "Es para evitar que los vendan", nos explicó nuestra guía.

En otro cabaret pidió hablar en privado con una prostituta paraguaya que estaba embarazada. Quería saber cómo la trataban.

"Más seguro"

Más tarde, en una casa de citas del centro de La Plata, que por fuera parecía una vivienda corriente, conocimos a quien se hace llamar Mishel, un trabajador sexual de 28 años que se enteró del trabajo del centro de salud un día que tocaron la puerta de su burdel.

Uno (...) sabe que tiene un lugar adonde ir para atenderse y hacerse análisis sin ser discriminado.

 

 

Mishel

 

"Ofrecían servicios gratuitos y me pareció una muy buena idea. Uno se descompone y sabe que tiene un lugar adonde ir para atenderse y hacerse análisis sin ser discriminado. Además, los consejos sobre prevención me han hecho sentir más seguro", aseguró a BBC Mundo.

A Ruth, una prostituta de 25 años, también le pareció útil la iniciativa. "Ahora nos podemos sacar las dudas rápidamente si, por ejemplo, se rompe el preservativo. En un hospital público tardaría más tiempo la prueba de VIH", nos dijo.

"También nos dan contención psicológica, algo muy importante para quienes hacemos este trabajo, que es muy duro", completó.

Luego de visitar cabarets y casas de citas, el recorrido nocturno nos llevó a las calles de La Plata, donde prostitutas, travestis y transexuales son identificables por faldas cortas, tacos altos y, en algunos casos, la exhibición de senos.

Mientras la camioneta se acercaba a grupos de ellas o ellos, Susana Martínez anunciaba: "¡Protección, preservativos!". Los trabajadores sexuales la reconocían de inmediato y la saludaban con un beso. Ella les repartía condones y les recordaba que ante cualquier problema podían recurrir al centro de salud.

La iniciativa de Susana Martínez ha despertado curiosidad en México, Perú, Francia e Inglaterra.

 

En los últimos tiempos, esta iniciativa ha atraído la atención de otras partes de Argentina y del resto del mundo, lo que -para Martínez- significa un valioso reconocimiento a su trabajo y el de sus colaboradores.

"Vinieron a ver nuestro centro desde México, Perú, Francia, Inglaterra y más sitios que no recuerdo. Creo que este interés demuestra que vamos por buen camino", concluyó.

 

Fuente: http://news.bbc.co.uk