Puente hacia el ángel

[Dios]

Reconocidos emprendedores lanzan AngelClub UY con el objetivo de vincular inversores ángeles con las start-ups uruguayas

 

 

Santiago Pehar, Martín Alcalá Rubí, Martín Larre y Cecilia Amorín.

 

 

 

 

 

La pasión por fomentar el ecosistema emprendedor movió durante un tiempo a tres reconocidos emprendedores del mercado uruguayo a juntarse seguido a charlar sobre start-ups.

El cofundador de Tryolabs, Martín Alcalá Rubí (33), el cofundador de Woow y Kidbox, Martín Larre (36), y el fundador de Crovat, Santiago Pehar (28), compartían las mismas inquietudes, deseos y motivaciones. Cada uno ayudaba de forma individual a emprendimientos incipientes, por lo que pensaron que sería mejor articularlo en algo más formal. Así, de forma natural, nació en 2013 la idea de crear AngelClub UY (www.angelclub.uy) para vincular un grupo de inversores ángeles con emprendimientos de alto potencial de crecimiento. Los “ángeles” son aquellos que invierten en etapas tempranas.

Los inversores y los emprendedores no siempre logran generar acuerdos de forma armónica, pero se necesitan mutuamente. Este club busca ayudar en ese proceso y ser el puente entre ambos.

Luego se unieron Magdalena Coronel (29), quien trabajó en áreas de financiación a emprendedores a nivel nacional e internacional, y Cecilia Amorín (26), periodista especializada en actividad emprendedora y negocios, quien hoy se desempeña como la gerente general del club.

La experiencia y las ganas de ayudar son los impulsores de esta aventura. Alcalá Rubí, Larre y Pehar cuentan con la vivencia de haber estado en el lugar de quienes generan start-ups, conocer sus dificultades y las ansias de crecer. Pehar ha estado también del lado inversor. Coronel domina lo referente a financiación y Amorín conoce a fondo el ecosistema emprendedor. El grupo se complementa de forma justa, característica que se nota cuando explican en conjunto el nuevo emprendimiento.

Enfocados en sumar

Aunque no se deja de lado, ni se desatiende la figura del inversor tradicional, la idea es desmitificar su imagen, por lo que se quiere acercar a jóvenes emprendedores exitosos, que tengan ganas, liquidez y experiencia en crear empresas de cero y que están dispuestos a volcar esa expertise a quienes están comenzando. El objetivo es sumar al esquema tradicional de inversión, explicó Coronel.

En esta misma línea, Amorín añadió que ese tipo de inversor, al que se puede sentir como más cercano, podría llevar a una mayor identificación por parte del emprendedor.

Por su parte, los inversores-emprendedores pueden contribuir desde otro lugar, quizá porque ya estuvieron en ese lugar, y a veces no encuentran cómo de-sempeñar ese rol, según Pehar.

“Entendemos que está en los detalles cambiar esa relación. Hoy se invita a todos los inversores y emprendedores, se juntan un día previendo que salga algo entre ambos. Creemos que con un poco más de know-how se puede hacer algo mucho más eficiente y generar una comunicación entre ellos”, aseguró Larre.

Alcalá Rubí agregó que cuando ellos empezaron sus proyectos personales, el sistema emprendedor estaba “más verde y ahora ha evolucionado muchísimo”. Su apuesta es a seguir dinamizándolo.

Larre subrayó que están metidos en la industria, conocen a los inversores, incubadoras y aceleradoras, no solo de Uruguay sino también de la región y de EEUU, ya que Alcalá Rubí tiene “una pata muy fuerte en Sillicon Valley”.

El club, que ha recibido apoyo financiero de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para llevar adelante su propio proyecto, está destinado a apoyar emprendimientos que se encuentren en etapas iniciales de desarrollo y fase de crecimiento, es decir que cuentan con un prototipo y primeras ventas, y están trabajando en el ingreso al mercado.

Estas start-ups deberán contar con una propuesta de valor innovadora y potencial de crecimiento. Si bien el foco está en los emprendimientos de perfil tecnológico, no se descartan los de otros sectores siempre que se identifiquen buenas oportunidades.

Los rubros que se pretende captar son software, e-commerce, social media, marketing online y publicidad, y videojuegos.

El equipo operativo del club aporta feedback calificado e información útil a los emprendedores para poder levantar una ronda de inversión y los apoya con recomendaciones operativas para la negociación, estructuración y cierre de la inversión. El llamado a emprendedores está abierto todo el año.

Por otro lado, los inversores pagarán una cuota anual para ser miembros del club y estar habilitados a tener presencia en los DemoDay (jornadas de presentación de proyectos), donde habrá emprendimientos preseleccionados por el equipo ejecutivo.

Podrán presentarse para la inversión como persona física o jurídica y su decisión de inversión será siempre individual y sin mínimo de monto.

Los inversores ángeles tendrán acceso a una plataforma online donde podrán visualizar todos los emprendimientos que se postulan, de forma de no limitar negocios que pueden ser interesantes.

Estos ángeles, que suelen ser contactados por muchos emprendimientos, podrán canalizar esa información hacia el equipo ejecutivo del club que los analizará para la preselección. En un inicio hay seleccionados 50 posibles inversores.

Vincular ambos actores

“Entendimos que hoy por hoy no hay un lugar para que el inversor que quiera entrar en el ecosistema pueda enterarse de los emprendimientos existentes. No hay una plataforma y nosotros se la vamos a brindar”, aseguró Larre.

El equipo operativo de AngelClub evaluará y preseleccionará los emprendimientos que serán preparados para llegar al DemoDay, donde se presentarán oficialmente. Se estima que en un inicio se elegirán cinco. A partir de allí comenzará el proceso de levantar capital y será cada inversor miembro quien decidirá su interés de invertir. Se prevé hacer dos DemoDay al año. El primero está previsto para junio.

Amorín explicó que la idea es trabajar de forma colaborativa con todo el ecosistema emprendedor, así que cuando un start-up que se postule esté verde, se atenderán las necesidades que debe cubrir para remitirlo a la institución que mejor pueda apoyarlo. “Es decir, si un emprendimiento postulado a AngelClub está en una etapa en la que necesita dinero para prototipar, será derivado a la ANII; si necesita ajustar o modelar un plan de negocio se recomendará una incubadora, por ejemplo”, explicó.

Esto no anula que el emprendimiento se pueda volver a presentar a AngelClub UY una vez que haya atravesado ese camino y esté alineado con los requisitos.

Modelo de negocio

El modelo de negocio de AngelClub funciona de la siguiente forma: a los inversores se les cobra una membresía anual para utilizar la plataforma donde está la información de los emprendimientos, de eventos y networking. Asimismo, a las start-ups que logran concretar una inversión se les cobra un determinado monto o una proporción accionaria que varía dependiendo de cada empresa. Si no llegan a cerrar una negociación, no se les cobra nada.

Sin embargo, este es un monto menor, ya que lo que se busca con él es lograr subsistir para continuar ayudando a otros, según los emprendedores que llevan adelante el AngelClub. “No va a ser nada limitante, porque nosotros estuvimos del otro lado”, remarcó Larre.

Alcalá Rubí recalcó que el club apunta a ser un ecosistema más activo para generar emprendimientos exitosos. Añadió que esto aporta a Uruguay y, por ende, a la marca país: “Esto tiene un efecto colateral. Si funciona bien, favorece a todas las industrias”.

El equipo concordó con que hay mucho para crecer y quieren aportar su grano de arena para lograrlo. El AngelClub es algo con el que claramente les hubiese gustado contar cuando ellos se tiraron al agua.

 

Fuente: Elisa Tuyaré

 

http://www.elobservador.com.uy/puente-el-angel-n275634

Editado 15 de Mayo del 2016 por AmonRa