Te bronca que te encasillen de puto?

[tehuelcho]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

yo etiqueto. internamente diferencio a los putos por categorías: el puto fashion, el tapado, el no asumido, la loca vieja, la maraca promiscua, la hueca, la loca culturosa..... que va a ser, no soy tan superado como ustedes.....

[gansote]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

No se si superados, Tehuelcho... por ahí "políticamente correctos" puede ser. Igual haciendo un acto de contricción, todos etiquetamos en nuestra cabeza, aunque de ahí a actuar o tratar a la persona conforme a la etiqueta, es por donde jsutamente pasa la cosa.

[Invitado MANCOOLTV]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

Gracias por escribir!

en mi caso no es que etiqueto nada,pero ultimamente te ven un tipo solo

y se acercan para lanzarte algun dicho que a esta altura me molesta,

no se si les pasa a todos pero creo que tener años de puto por algun lado se ven.

No aguante la sensacion de ser clasificado y por ende marcado como puto.Te da como impotencia.

[Hotguy]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

Que me diga puto no, porque lo soy y a mucha honra, Reputo. Ni más ni menos que ningún hetero. Pero, SI que me "metan" en cualquier estereotipo, yo soy YO y no otros.

 

Es una excepción respecto de que me metan algo, pero lo ES.

[cachote2008]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

Siempre tuve bloqueos mentales respecto del tema justamente por las etiquetas.

Será quizás porque de chico siempre sentí la culpa que me inculcaron por ir en contra de lo convencional.

Odié una y mil veces el haberme descubierto homosexual.

Me pregunté hasta el hartazgo por qué me tuvo que pasar a mi.

Lo reprimí.

Me mandaron e hice terapias para curarme.

Lloré junto a mi madre cuando me abrazaba y me decía entre llantos y sollozos que su hijito estaba enfermo.

No fue fácil.

¿Permitirme una relación homosexual? Jamas. Lo veía como algo nefasto, sucio, condenado. Y por ende tenía todo tipo de aversión contra los putos.

Era el macho mas mataputos del grupo de amigos, el homofóbico, el guacho pija, el hombre que no se permitía mostrar un sentimiento. Y era en esos momentos que yo me sentía feliz.

Así pasé la adolescencia y entré en mi juventud. Mis frecuentes pajas con fantasías homosexuales en secreto. Mis metejones anónimos con compañeros de colegio y facultad. Eso sí, siempre una novia de turno para demostrarle al mundo que yo era tan normal como los demás y mantenerme alejado de las etiquetas.

De tan normal o aún más que fingí ser, se me enamoraron unos cuantos.

Que irónica resulta ser la vida.

Todavía conservo recuerdos de mi mejor amigo del colegio secundario, tan o mas mataputos que yo, que haciéndose el borracho, se metió en la ducha conmigo y se erectó para terminar pegándome tremendo beso bajo el agua que, por supuesto, ambos negamos de por vida. Además de otras situaciones de típica conducta homosexual que no viene al caso mencionar.

Y así creo que tuve varias situaciones. Me costó muchísimo y por esto de las etiquetas, permitirme mi primera relación homosexual. Y, le agradezco a quien fuera mi primer novio, el haberme bancado todas mis peleas conmigo mismo. Debo confesar que habrá sido un infierno el estar a mi lado mientras yo intentaba aceptarme puto.

La cosa es que las etiquetas que puse, bien o mal (mas mal que bien, obviamente) me jugaron en contra. Vivir entre tantas mentiras lo único que generó es que mis afectos y mi amigos se tornaran distantes. Mis relaciones profesionales en ambitos laborales mas complicada.

Creo que fue cuando cumplí 28 años, que volví a nacer. Me encontré con mi actual compañero de vida que me enseñó a aceptarme y a destruir las etiquetas que con las que me manejaba para con todos y lentamente, empecé a ver las cosas sin necesidad de etiquetarlas. Gracias a el soy la persona en la que me convertí. No podría haberlo logrado sin el.

Conocí mucha gente en el camino que se devinieron en excelentes amigos. Fui creciendo y desarrollándome laboralmente. Cuando me sinceré con todos, nadie levantó una ceja. Contrariamente a lo que yo pensaba, y al pánico que le tenía a las etiquetas, mis amigos me abrazaron uno por uno y, uno que me estaba sosteniendo muy fuerte contra el, me susurró al oído "Al fin pelotudo!" y, acto seguido, exhaló fuerte en alivio. En ese momento se sintió como si entre todos nos hubiéramos sacamos una mochila grupal. Algo curioso en el ámbito laboral fue que todos mis empleados, al enterarse, se pusieron en círculo el centro de la oficina y me aplaudieron.

Y hoy, después de un poco mas de cuatro décadas de vida, puedo decir que hice las paces conmigo mismo.

Mis amigos, sus hijos, mis colegas, mis afectos, mi familia, mis empleados. Todos, absolutamente todos me aceptaron como la persona que soy y no me conciben de otra manera.

Me hacen chistes con el tema, les retruco sus temas. Y en ambos casos tanto del lado hétero como el gay, nos hemos dado cuenta que aunque los jugadores puedan cambiar, el tablero de este juego de la vida sigue siendo el mismo.

Lo más lindo que me pasa últimamente, es cuando comparto mi vida con los mas niños (los hijos de mis amigos, empleados, ahijados, etc.) y me hacen parte junto a mi pareja de su mundo libre de prejuicios.

Perdon por lo extenso de este post... pero no, no me da bronca que me encasillen, me divierte.

[Invitado Anoshvan]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

Siempre tuve bloqueos mentales respecto del tema justamente por las etiquetas.

Será quizás porque de chico siempre sentí la culpa que me inculcaron por ir en contra de lo convencional.

Odié una y mil veces el haberme descubierto homosexual.

Me pregunté hasta el hartazgo por qué me tuvo que pasar a mi.

Lo reprimí.

Me mandaron e hice terapias para curarme.

Lloré junto a mi madre cuando me abrazaba y me decía entre llantos y sollozos que su hijito estaba enfermo.

No fue fácil.

¿Permitirme una relación homosexual? Jamas. Lo veía como algo nefasto, sucio, condenado. Y por ende tenía todo tipo de aversión contra los putos.

Era el macho mas mataputos del grupo de amigos, el homofóbico, el guacho pija, el hombre que no se permitía mostrar un sentimiento. Y era en esos momentos que yo me sentía feliz.

Así pasé la adolescencia y entré en mi juventud. Mis frecuentes pajas con fantasías homosexuales en secreto. Mis metejones anónimos con compañeros de colegio y facultad. Eso sí, siempre una novia de turno para demostrarle al mundo que yo era tan normal como los demás y mantenerme alejado de las etiquetas.

De tan normal o aún más que fingí ser, se me enamoraron unos cuantos.

Que irónica resulta ser la vida.

Todavía conservo recuerdos de mi mejor amigo del colegio secundario, tan o mas mataputos que yo, que haciéndose el borracho, se metió en la ducha conmigo y se erectó para terminar pegándome tremendo beso bajo el agua que, por supuesto, ambos negamos de por vida. Además de otras situaciones de típica conducta homosexual que no viene al caso mencionar.

Y así creo que tuve varias situaciones. Me costó muchísimo y por esto de las etiquetas, permitirme mi primera relación homosexual. Y, le agradezco a quien fuera mi primer novio, el haberme bancado todas mis peleas conmigo mismo. Debo confesar que habrá sido un infierno el estar a mi lado mientras yo intentaba aceptarme puto.

La cosa es que las etiquetas que puse, bien o mal (mas mal que bien, obviamente) me jugaron en contra. Vivir entre tantas mentiras lo único que generó es que mis afectos y mi amigos se tornaran distantes. Mis relaciones profesionales en ambitos laborales mas complicada.

Creo que fue cuando cumplí 28 años, que volví a nacer. Me encontré con mi actual compañero de vida que me enseñó a aceptarme y a destruir las etiquetas que con las que me manejaba para con todos y lentamente, empecé a ver las cosas sin necesidad de etiquetarlas. Gracias a el soy la persona en la que me convertí. No podría haberlo logrado sin el.

Conocí mucha gente en el camino que se devinieron en excelentes amigos. Fui creciendo y desarrollándome laboralmente. Cuando me sinceré con todos, nadie levantó una ceja. Contrariamente a lo que yo pensaba, y al pánico que le tenía a las etiquetas, mis amigos me abrazaron uno por uno y, uno que me estaba sosteniendo muy fuerte contra el, me susurró al oído "Al fin pelotudo!" y, acto seguido, exhaló fuerte en alivio. En ese momento se sintió como si entre todos nos hubiéramos sacamos una mochila grupal. Algo curioso en el ámbito laboral fue que todos mis empleados, al enterarse, se pusieron en círculo el centro de la oficina y me aplaudieron.

Y hoy, después de un poco mas de cuatro décadas de vida, puedo decir que hice las paces conmigo mismo.

Mis amigos, sus hijos, mis colegas, mis afectos, mi familia, mis empleados. Todos, absolutamente todos me aceptaron como la persona que soy y no me conciben de otra manera.

Me hacen chistes con el tema, les retruco sus temas. Y en ambos casos tanto del lado hétero como el gay, nos hemos dado cuenta que aunque los jugadores puedan cambiar, el tablero de este juego de la vida sigue siendo el mismo.

Lo más lindo que me pasa últimamente, es cuando comparto mi vida con los mas niños (los hijos de mis amigos, empleados, ahijados, etc.) y me hacen parte junto a mi pareja de su mundo libre de prejuicios.

Perdon por lo extenso de este post... pero no, no me da bronca que me encasillen, me divierte.

 

Lejos, lejos, lejos, pero muy lejos el mejor pots escrito en este subforo en lo que va del año. Si le pudiera dar 5000 Gracias los haría...

[Tulipán]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

tal cual tal cual

[niyfe]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

Siempre tuve bloqueos mentales respecto del tema justamente por las etiquetas.

Será quizás porque de chico siempre sentí la culpa que me inculcaron por ir en contra de lo convencional.

Odié una y mil veces el haberme descubierto homosexual.

Me pregunté hasta el hartazgo por qué me tuvo que pasar a mi.

Lo reprimí.

Me mandaron e hice terapias para curarme.

Lloré junto a mi madre cuando me abrazaba y me decía entre llantos y sollozos que su hijito estaba enfermo.

No fue fácil.

¿Permitirme una relación homosexual? Jamas. Lo veía como algo nefasto, sucio, condenado. Y por ende tenía todo tipo de aversión contra los putos.

Era el macho mas mataputos del grupo de amigos, el homofóbico, el guacho pija, el hombre que no se permitía mostrar un sentimiento. Y era en esos momentos que yo me sentía feliz.

Así pasé la adolescencia y entré en mi juventud. Mis frecuentes pajas con fantasías homosexuales en secreto. Mis metejones anónimos con compañeros de colegio y facultad. Eso sí, siempre una novia de turno para demostrarle al mundo que yo era tan normal como los demás y mantenerme alejado de las etiquetas.

De tan normal o aún más que fingí ser, se me enamoraron unos cuantos.

Que irónica resulta ser la vida.

Todavía conservo recuerdos de mi mejor amigo del colegio secundario, tan o mas mataputos que yo, que haciéndose el borracho, se metió en la ducha conmigo y se erectó para terminar pegándome tremendo beso bajo el agua que, por supuesto, ambos negamos de por vida. Además de otras situaciones de típica conducta homosexual que no viene al caso mencionar.

Y así creo que tuve varias situaciones. Me costó muchísimo y por esto de las etiquetas, permitirme mi primera relación homosexual. Y, le agradezco a quien fuera mi primer novio, el haberme bancado todas mis peleas conmigo mismo. Debo confesar que habrá sido un infierno el estar a mi lado mientras yo intentaba aceptarme puto.

La cosa es que las etiquetas que puse, bien o mal (mas mal que bien, obviamente) me jugaron en contra. Vivir entre tantas mentiras lo único que generó es que mis afectos y mi amigos se tornaran distantes. Mis relaciones profesionales en ambitos laborales mas complicada.

Creo que fue cuando cumplí 28 años, que volví a nacer. Me encontré con mi actual compañero de vida que me enseñó a aceptarme y a destruir las etiquetas que con las que me manejaba para con todos y lentamente, empecé a ver las cosas sin necesidad de etiquetarlas. Gracias a el soy la persona en la que me convertí. No podría haberlo logrado sin el.

Conocí mucha gente en el camino que se devinieron en excelentes amigos. Fui creciendo y desarrollándome laboralmente. Cuando me sinceré con todos, nadie levantó una ceja. Contrariamente a lo que yo pensaba, y al pánico que le tenía a las etiquetas, mis amigos me abrazaron uno por uno y, uno que me estaba sosteniendo muy fuerte contra el, me susurró al oído "Al fin pelotudo!" y, acto seguido, exhaló fuerte en alivio. En ese momento se sintió como si entre todos nos hubiéramos sacamos una mochila grupal. Algo curioso en el ámbito laboral fue que todos mis empleados, al enterarse, se pusieron en círculo el centro de la oficina y me aplaudieron.

Y hoy, después de un poco mas de cuatro décadas de vida, puedo decir que hice las paces conmigo mismo.

Mis amigos, sus hijos, mis colegas, mis afectos, mi familia, mis empleados. Todos, absolutamente todos me aceptaron como la persona que soy y no me conciben de otra manera.

Me hacen chistes con el tema, les retruco sus temas. Y en ambos casos tanto del lado hétero como el gay, nos hemos dado cuenta que aunque los jugadores puedan cambiar, el tablero de este juego de la vida sigue siendo el mismo.

Lo más lindo que me pasa últimamente, es cuando comparto mi vida con los mas niños (los hijos de mis amigos, empleados, ahijados, etc.) y me hacen parte junto a mi pareja de su mundo libre de prejuicios.

Perdon por lo extenso de este post... pero no, no me da bronca que me encasillen, me divierte.

 

 

ME ALEGRO MUCHÍSIMO.

(aplauso:)(aplauso:)(aplauso:)(aplauso:)(aplauso:)

TE FELICITO

Y, TAMBIÉN, TE ABRAZO

:047::047:

[JUANJUANCHI]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

Cachote que hermosa historia contada con el corazón. Me alegro como tus amigos que pudieras encontrarte y que quisieras contárnosla. Un abrazo de hermandad

[Invitado Mirmidon]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

A mi francamente no me molesta que me etiqueten de puto, yo me conozco mejor que nadie (gracias a un arduo y concienzudo trabajo), se que soy irremediablemente puto pero también muchas otras cosas más. Yo me considero una buena persona, un buen laburante, un buen amigo, buen hermano y buen tío y si a los que no me conocen lo suficiente les sirve ponerme la etiqueta de puto meramente, y bueno, quedará dejarlos que me conozcan un poco más para que se den cuenta de que no soy solo eso...

[Pixo-tero]

Re: Te bronca que te encasillen de puto?

 

Sufrí poco del "etiquetado". Soy tapado, masculino y muy reservado. Ya pasé los 50, y para gente de mi generación todavía suele ser un tema que se mantiene en silencio. Mis amigos del primario y secundario, facultad y hasta posgrado, ninguno profundiza en mi sexualidad. Se pueden hablar de temas cuando estamos compartiendo tiempo juntos, hasta de la realidad gay actual, pero ninguno se mete a ver que pasa conmigo.

 

Solamente, allá por los '90, cuando me metí con un pibe bisexual del laburo, a uno que trabajaba bajo mis órdenes y que me tomó bronca se le dio por tirar comentarios tangenciales (nunca se animó a hacerlos directos).

 

Coincido con Alex y Tehuelcho que lo de etiquetar nos pasa a nosotros mismos.

 

Igualmente, y por último, quería decirles que agradezco a todos por cada uno de los posts. Hay riquísimas historias de vida y contribuciones en lo que hace a puntos de vista. Creo que es uno de los hilos más interesantes que he leído en este último tiempo. (aplauso:)