Reflexiones sobre el culo

[Invitado expedizion78]

A la luz de la multiplicidad de threads relacionados con la cuestión ano-rectal (ya sea mediante consejos para su correcta limpieza, o la publicación de imágenes de glúteos de diversos tamaños y colores) propongo compartir nuestra reflexiones y/o pareceres sobre esa entidad tan importante en nuestra vida sexual (importante tanto si somos pasivos, activos, o simples adoradores de las retaguardias masculinas). Porque mucho se habla de lo "bueno, "parado", "peludo" de tal o cual culo, pero poco nos detenemos a filosofar -porqué no...- sobre los fundamentos de nuestra atracción hacia ese objeto del deseo. Porque, a fin de cuentas -y como reza el adagio-, "no sólo de pan vive el hombre". A veces también está bueno saber cómo se hace la masa...

 

A propósito de esto, quisiera comenzar con una reflexión propia sobre la cuestión. Para mí, el culo es, por lejos, el atributo genital que más pesa en el plano erótico. Ya desde pequeño fui consciente de esta marcada inclinación, cuando en quinto grado me quedaba "embobado" contemplando las más que prominentes posaderas de un compañerito de grado. Claro que en ese entonces mi percepción no estaba teñida de esa fascinación específica que muchos conocemos con el nombre de "morbo". Simplemente se trataba de una contemplación muda, acrítica. La fascinación ante lo nuevo.

Esta percepción se fue afianzando con el correr de los años cuando, en mis primeras fantasías "conscientes y planificadas", eran muchas veces los traseros de mis varones imaginados los protagonistas de las historias que, indefectiblemente, acababan en una explosiva eyaculación.

 

Pero, paralelamente al deleite que me proporcionaba mi mente -ya que entonces no tenía prácticamente acceso a contenidos pornográficos gay, sino que sólo me limitaba a imaginar los culos invisibles de los actores porno de las producciones heterosexuales- comenzaba a experimentar un sentimiento de creciente perturbación ante el carácter DUAL de mi objeto del deseo: efectivamente, el culo -entendido más como glúteo que como ano/recto- era, a la vez que un territorio determinado para el placer -visual aunque potencialmente gustativo, llegado el caso- era, asimismo, la morada donde habitaba lo inmundo, los excrementos... algo que en nuestra cultura aparece relacionado con lo repulsivo, lo nauseabundo. En definitiva, con lo displacentero.

 

Desde entonces, pues, desde este estado de prematura reflexión, me acerqué a mi objeto del deseo con el sentimiento de perturbación propio de quien se enfrenta a la naturaleza contradictoria de las cosas, incapaz de encontrarles solución. Sin embargo, con el paso de los años -y de las experiencias-, acabé aceptando -a veces más contrariado, a veces menos- esta ambigüedad intrínseca del culo/ano como un enigma cuyo desvelamiento ya no me preocupaba perseguir. En definitiva, aprendí a considerarlo como ese lugar del misterio, de lo inexpugnable, rector de mi libido. ¿Qué persigo cuando penetro digital o peneanamente a un tipo? ¿Acceder a su punto G, matriz de su sensibilidad masculina? ¿Un mero coqueteo escatológico? ¿Ansias de dominación?

 

 

 

En fin, la puerta está abierta. Sería muy interesante poder ahondar -perdón, pero no encontré término más adecuado...- en esta cuestión -nodal, por otra parte- de la que mucho se sugiere, pero poco se la encara en su esencia... esto es, ¿qué busco en el culo? ¿qué sentidos, qué sentimientos, qué reflexiones se ponen en juego cuando sucumbo a su magnetismo?

Editado 3 de Marzo del 2013 por expedizion78

[bisexedu]

Respuesta: Reflexiones sobre el culo

 

A mi en particular nunca me asaltaron las contradicciones que decís respecto del culo o ano.

Desde chico me atrajo la forma estéctica del culo, tanto de mujer como de hombre, ambos diferentes.

Cuando veía a alguien con un "lindo" culo siempre me imaginé como sería sin la ropa.

Fue también el objeto de deseo por años sin poder acceder a él. Nunca me calentó ni me excitó otra parte del cuerpo tanto como el culo, sobre todo el de un hombre (en las mujeres hay otras partes que compiten con la cola, pero en el hombre es algo primordial).

No se por qué a mi en particular me atrae tanto una cola, más que otras partes del cuerpo. No sé, siempre me lo pregunté. Será que las curvas de las nalgas son bellas. Será algo impuesto socialmente. La verdad que no lo se, pero me gustan.

También con el tiempo comencé a explorar y a gustar del orificio Anal, de ese lugar profundo que podés atravesar con diversos objetos humanos, como dedos, lengua, pene ... y descubrir que tu placer está atado al placer del otro.

Antes, cuando el culo era solo una imagen fuera de mi alcance real y contacto, solo me fijaba en su exterior, lo que se ve a simple vista de una cola, vale decir las nalgas, sin atraerme lo que está mas adentro de la raya. Pero de a poco, y a medida que la posibilidad de un contacto carnal con ese objeto de deseo se hacía más real, fui descubriendo aquello que en principio no me interesaba y hasta rechazaba: su mundo interior que complementa el exterior.

Pero nunca lo vi como "el lugar que habita lo inmundo, los excrementos". Si bien por momentos yo llegaba a rechazar su interior era sólo por una cuestión estética. Pero no por algo relacionado con lo sucio o lo que se desecha.

Nunca tuve contradicción sobre este punto. Quizás porque no junto ambas dimensiones. Cuando el deseo se apodera de mi, consecuancia de ver un buen culo, todo lo negativo que pueda afectar mi visión y pensamiento respecto de él, se aleja. Tampoco me pregunto demasiado sobre su función escatológica. Cuando el culo es feo, y por cierto que los hay feos, puede que todo esto se junte y lo relacione también con la función biológica propia de él. Pero cuando es lindo, y lo hay muuuy lindos, ya sólo me quedo con su belleza y todo lo bueno que puede llegar a ser para dar el placer.

Esto no quita que siempre me pregunté por qué a nosotros, los humanos, nos excita y atrae estos lugares particulares del cuerpo que naturalmente son quizás para otra función que la sexual.

 

Pero más allá de tanta reflexión, solo sé una cosa: que lindo que es el culo cuando tiene una proporción agradable !!

[Esteban Roca]

Respuesta: Reflexiones sobre el culo

 

En mi caso, al culo lo incorporé "de grande". Siendo bisexual, de los hombres me atraía la pija (para tocar y chupar), y de las minas las tetas (para chupar) y conchas para coger. Nunca con una mina se me dio por pedirle "la colita". Reconozco que las colas de minas me gustaba solamente verlas y tocarlas, pero no más que eso. Y con los hombres, cuando empecé a relacionarme sexualmente yo solo buscaba la parte oral, y empecé a coger a pedido, sin ser mi objetivo inicial. Hace algunos años, mucho después de haberme relacionado sexualmente con muchísimos hombres, pude encontrarle placer a chupar un lindo culo, y años antes empecé a apreciar las buenas colas masculinas por la calle (playas vestuarios, etc.). Me falta agregar que yo no siento particular interés en explorar mi zona Anal, sin embargo, también en el último tiempo, empecé a apreciar con entusiasmo que me chupen el culo.:porra:

 

Lo que si me pregunto yo, y sería tema de otro hilo, es porque a los gays, bisexuales, etc, nos atrae tanto chupar la pija. No así a las mujeres, donde entiendo que si bien hay muchísimas que las comen con voracidad, hay muchas otras a las que el SEXO oral hacia el hombre pareciera que les resulta un trámite o hasta una molestia.:confused:

[Invitado expedizion78]

Respuesta: Reflexiones sobre el culo

 

Gracias por sus aportes, chicos!

Ya con sus posts salvaron el honor de este tema

(que, por cómo venía -y valga la redundancia-, parecía que le iba a ir para el culo...):borracho:

Editado 5 de Marzo del 2013 por expedizion78