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Las reincidencias, ese tema...


JimBeam

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Temazo si los hay el de las reincidencias, entendiendo por tales a las que involucran encuentros que se prolongan en el tiempo más allá de su periodicidad; esto es, mismo gato con misma escort vinculados por un factor determinado o determinante para uno o ambos integrantes de la relación.

Hecha la salvedad de que para entrar en tema ya cada forista se habrá preguntado (o no) el porqué de su afición por las escorts, así como se habrá respondido (o no), según su propia naturaleza, singularidad, pulsiones, etc.; lo cierto es que el tópico es interesantísimo desde donde se lo mire independientemente de que a todos los que aquí estamos nos reúne un sentir común que podríamos llamar informalmente “ir de putas”.

Empiezo con mi punto de vista y el que esté en condiciones de aburrirse o entretenerse seguirá en la lectura o abortará tamaña proeza de inmediato para ir a algo que le interese o movilice más.

Existen en un primer análisis razones básicas de índole práctica o fácil de vislumbrar:

1) La escort nos satisface sexualmente y la podemos garpar;

2) La escort , además de satisfacernos sexualmente, nos gusta.

En otro plano de abordaje podríamos expresar que:

1) La escort nos proporciona un “plus” de sensación indeterminado que excede el plano sexual;

2) Entre la escort y uno se establece un vínculo que excede la ecuación SEXO por guita;

3) Infinitos etc. en los que me adentro temerariamente porque soy un reincidente recalcitrante.

Largamos…

Con todos las escorts/putas/meretrices (en adelante y por analogía, gatos) con las que reincidí y reincido puedo distinguir una suerte de hilo común o circunstancia palpable: nuestros encuentros implican caer de continuo en las excepciones de un simple encuentro sexual. Extremo que resulta interesantísimo si se tiene en cuenta que no se trata de dos personas enamoradas sino, más bien, de dos amantes que dedican a su encuentro erótico un virtuosismo desapegado y libre de crítica alguna.

Así creo, colegas del foro, que un gato con el que reincidimos al punto de tener charlas de amantes, gestos de afecto, regalos de tiempo, dineros de más o de menos es, valga la redundancia, ni más ni menos que un testigo y un espía de nuestro momento más íntimo y eterno: la entrega incondicional o el disfrute pleno (y por más que me esfuerzo no le encuentro la diferencia).

Esencial y personalmente creo que no puedo estar más cerca de mi libertad (clandestina y marginal en mi caso de casado y sin ningún deseo de separarme), que cuando me encuentro acorralado dentro del mundo de una escort determinada.

Lamentablemente el tema se complica pero no por ser quien lo enuncia el complicado, sino porque no podemos perder de vista que estamos hablando de una relación que se sostiene en el tiempo y en el espacio con una mujer que cambia SEXO por guita, y que eso nos gusta a los reincidentes a un punto tal que estamos escribiendo y/o leyendo un comentario sobre tal circunstancia; y además no es la primera vez ni será la última.

Sostiene Giles Facounnier (la cita obligada es un homenaje a una figura señera del foro) que, muchísimas veces y para muchísima gente, el misterio comienza precisamente con la explicación; razón que me eximiría inmediatamente de seguir escribiendo pelotudeces de tamaño calibre y dedicarme a buscar nuevas putas para eventuales futuras reincidencias, pero estoy jodido, ya empecé…

Entonces, y siguiendo esa idea, ¿porqué reincidimos?. De nuevo la respuesta invalida la pregunta y de nuevo vuelve a mostrar sus resortes lógicos descartables salvo las razones explicadas en los apartados “1” y “2” del principio. Parecería que reincidimos porque así refundamos y refundimos una nueva noción de la pulsión erótica y del encuentro con la persona deseada que lo permite, aunque también puede ser una explicación monumental el simple pensamiento de que el reincidir se basta a sí mismo con sólo pasar el brazo por la cintura del gato objeto de nuestros desvelos y con eso tirar por tierra toda respuesta acerca del sexo real y el sexo poético.

Definitivamente creo que la relación reincidente” gato-gato” está dominada por códigos afectivos no escritos pero sumamente potenciadores; una especie de líneas de fuga que ambas partes anhelan para jugar una carrera que no sólo necesitan sino que, además, de la que no intentan sutraerse (existen excepciones, claro está, en las que el gato o la escort deciden interrumpir la relación porque pone en juego más fichas de las que quisieran, pero no estamos hablando de eso).

Entonces las reincidencias buscadas y consentidas por ambas partes parecen obedecer a una pulsión en la que el estar solo dentro de cierta plano, permite que la soledad de la otra puede comunicarse con uno en ese mismo anhelo; si es que tal cosa fuera posible…

Y no lo es, porque buscar la causa eficiente de las cosas (entendidas como sucesos) es un falso paradigma que remite a uno y a lo que le está pasando a uno con un gato y ninguno de nosotros necesita eso porque la claridad de las emociones o pulsiones es solamente una exigencia intelectual; y nada, absolutamente nada más.

Licencia poética y final de esta suerte de tango porteño: reincidir no es querer, es una manera de soñar, es el encuentro de dos músicos que se unen en una sonata erótica y única… (el bourbon es fantástico a esta hora de la noche, no?).

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si reincidis es por algo que te llamo la atencion , si no te gusto la experiencia o la primera impresion ni loco vas a volver

Sí, a algo de eso me estaba refiriendo; gracias por pasar y por ser el primero en enriquecer el post.

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Respuesta: Las reincidencias, ese tema...

 

Esta nublado,que escribio tanto ???

 

Aqui tranquilo,le estamos cuidando a sus novias.......No van a extrañar sus reincidencias:porra:

 

aBraxos

 

JG

Uno se pasa años con las damas enseñándoles catequésis y el buen camino y ustedes, en unos días, las mancillan para siempre...

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Otro interesante aviso parroquial. El tema es complejo y necesita de un enfoque multidisciplinario para ser analizado como se merece.

 

Por Antropologia sabemos que tenemos naturaleza sedentaria y/o nomada. Las reincidencias apuntan a nuestra parte sedentaria ( recolectora ) mientras que cuando innovamos satisfacemos nuestro costado nomade ( cazador ). Curiosamente, esas tendencias se alinean ( al menos en mi caso ) con las estaciones climaticas. Tiendo a reincidir mas en invierno ( el frio, la falta de luz, me inclinan a buscar ,ejem, cuevas conocidas...) mientras que el verano con el deshielo me inclina a variar.

 

Por Economia, sabemos que el "Homo Economicus" reincidira con una dama ( felino o no ) hasta que el Costo Marginal iguale al Ingreso Marginal. Elementos del costo son por ejemplo, el potencial aburrimiento con la srta, el riesgo a involucrarse de mas y el desbarranque financiero de reincidir demasiado. En los ingresos contabilizamos la progresiva mayor satisfaccion erotica con el mayor conocimiento de cada piel, la sensacion total de seguridad fisica y emocional al visitar terreno conocido, las ventajas posibles de tarifa reducida o de facilidad de acceso a la agenda de otro modo completa ( quien no ha sonreido interiormente al ver un colega que dice "esta es imposible de encontrar", y a nosotros nos textea enseguida " dale, a que hora pasas?" inversamente, Nicole Azafata atendeme la pqtp...).

 

Finalmente, de la Politica sacamos ( Hegel y Marx mediante ), que la historia se repite como tragedia y despues como farsa. Las reincidencias llevan en si misma el germen de autodestruccion, dado que atentan contra la esencia fugaz y temporaria del gateo. Es un equilibrio inestable y en un momento la magia se rompe y decidimos no volver mas ( recuerdo cuando una conocida masajista, ya rozando la farsa, me dijo " ya que estas, no me traes un litro de leche del super de al lado cuando vengas ?" too much, no ? ).

 

Asi las cosas, reincido mas que nada cuando otras areas de mi vida tienen volatilidad o cuando tengo poco tiempo para investigar nuevos horizontes y cuidando de parar cuando se llega al punto donde se empieza a nublar la linea proveedor-cliente ( ni antes, ni mucho despues...)

 

Despues de este aporte medular a la cultura gatera, los dejo con un enfoque alternativo: hay que reincidir si esta buena, cobra poco y garcha muy bien...

 

El bourbon va bien, pero a esta hora, antes del asado, el Campari y los mojitos se me dan mejor...

Editado por buzo01

Bloom gatearia en Recoleta o en Boedo ?

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Las reincidencias llevan en si misma el germen de autodestruccion, dado que atentan contra la esencia fugaz y temporaria del gateo. Es un equilibrio inestable y en un momento la magia se rompe y decidimos no volver mas

 

Excelente todo su análisis, rescato este párrafo, ya que esto ocurre y no solo con escorts. A mi me gustan las reincidencias que se espacían en el tiempo, digamos más de seis meses, como también la sorpresa de encontrar una conocida que uno la pasó bien y que está trabajando en otro sitio.

De los amores falsos, el más sincero el de las putas

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Otro interesante aviso parroquial. El tema es complejo y necesita de un enfoque multidisciplinario para ser analizado como se merece.

 

Por Antropologia sabemos que tenemos naturaleza sedentaria y/o nomada. Las reincidencias apuntan a nuestra parte sedentaria ( recolectora ) mientras que cuando innovamos satisfacemos nuestro costado nomade ( cazador ). Curiosamente, esas tendencias se alinean ( al menos en mi caso ) con las estaciones climaticas. Tiendo a reincidir mas en invierno ( el frio, la falta de luz, me inclinan a buscar ,ejem, cuevas conocidas...) mientras que el verano con el deshielo me inclina a variar.

 

Por Economia, sabemos que el "Homo Economicus" reincidira con una dama ( felino o no ) hasta que el Costo Marginal iguale al Ingreso Marginal. Elementos del costo son por ejemplo, el potencial aburrimiento con la srta, el riesgo a involucrarse de mas y el desbarranque financiero de reincidir demasiado. En los ingresos contabilizamos la progresiva mayor satisfaccion erotica con el mayor conocimiento de cada piel, la sensacion total de seguridad fisica y emocional al visitar terreno conocido, las ventajas posibles de tarifa reducida o de facilidad de acceso a la agenda de otro modo completa ( quien no ha sonreido interiormente al ver un colega que dice "esta es imposible de encontrar", y a nosotros nos textea enseguida " dale, a que hora pasas?" inversamente, Nicole Azafata atendeme la pqtp...).

 

Finalmente, de la Politica sacamos ( Hegel y Marx mediante ), que la historia se repite como tragedia y despues como farsa. Las reincidencias llevan en si misma el germen de autodestruccion, dado que atentan contra la esencia fugaz y temporaria del gateo. Es un equilibrio inestable y en un momento la magia se rompe y decidimos no volver mas ( recuerdo cuando una conocida masajista, ya rozando la farsa, me dijo " ya que estas, no me traes un litro de leche del super de al lado cuando vengas ?" too much, no ? ).

 

Asi las cosas, reincido mas que nada cuando otras areas de mi vida tienen volatilidad o cuando tengo poco tiempo para investigar nuevos horizontes y cuidando de parar cuando se llega al punto donde se empieza a nublar la linea proveedor-cliente ( ni antes, ni mucho despues...)

 

Despues de este aporte medular a la cultura gatera, los dejo con un enfoque alternativo: hay que reincidir si esta buena, cobra poco y garcha muy bien...

El bourbon va bien, pero a esta hora, antes del asado, el Campari y los mojitos se me dan mejor...

Buzo, más allá del disparador del dislate dialéctico que motivó tu respuesta, contesto a tu final cuasi griego que para reincidir basta y sobra con paladear el tránsito del erotismo, lo que en general implica que estén buenas y garchen bien; lo de cobrar poco es relativo, justamente, en la medida proporcional de lo que uno reincide.

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Excelente todo su análisis, rescato este párrafo, ya que esto ocurre y no solo con escorts. A mi me gustan las reincidencias que se espacían en el tiempo, digamos más de seis meses, como también la sorpresa de encontrar una conocida que uno la pasó bien y que está trabajando en otro sitio.

También rescato el párrafo de BUZO que refiere a que la magia se rompe casi inexorablemente (casi, porque tengo magias que no se han roto y que tienen destinos de perpetuidad, creo...).

Pasa que, colega inmediato, inversamente a como dice el tango, la percanta es la misma pero el bulín es otro.

Mis respetos y gracias por pasar.

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Excelente todo su análisis, rescato este párrafo, ya que esto ocurre y no solo con escorts. A mi me gustan las reincidencias que se espacían en el tiempo, digamos más de seis meses, como también la sorpresa de encontrar una conocida que uno la pasó bien y que está trabajando en otro sitio.

 

Gracias colega. Es cierto, espaciadas son mucho mejor. Heidi por ejemplo, se disfruta mejor a lo sumo dos veces al año...

 

Buzo, más allá del disparador del dislate dialéctico que motivó tu respuesta, contesto a tu final cuasi griego que para reincidir basta y sobra con paladear el tránsito del erotismo, lo que en general implica que estén buenas y garchen bien; lo de cobrar poco es relativo, justamente, en la medida proporcional de lo que uno reincide.

 

Ningun dislate, todo lo que es producto del bourbon, campari o ron es destacable... Lo de poco es relativo obviamente.

Un tema que no exploré es el de las reincidencias "virtuales", las imagenes de pelicula que vuelven cada tanto cuando recordamos XPs pasadas. Ese es el principal motivo para relatar xps en mi caso, una bitacora agradable para volver a recorrer cada tanto...

Bloom gatearia en Recoleta o en Boedo ?

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Respuesta: Las reincidencias, ese tema...

 

No puedo dejar de recordar la escena final de Conocimiento Carnal

( http://www.imdb.com/title/tt0066892/ )

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en la que un Nicholson decadente reintenta con su escort de cabecera con quien el conocimiento es tan íntimo que la reiteració de palabras, gestos y actos se repiten como en la escena de una obra de teatro.

Recuerdo esa escena desde mi temprana juventud, lejana y vigen de prostitutas diciéndome ya entonces cuan estúpido es reincidir habiendo un mercado infinito de minas a las que uno puede acceder por módicas y variadas sumas de dinero.

 

Si a eso le agrego la adrenalina -ya mencionada tantas veces- del momento previo al primer encuentro, el taconear de las agujas y/o las botas detrás de la puerta durante la espera en el pasillo oscuro de cualquier edificio de la capital...el primer contacto con el calor de su piel, el primer beso, ver el largo de las uñas e imaginarlas arañando mi espalda...

Creo que en mi inconciente revivo en cada uno de esos encuentros/descubrimientos mi primera vez.

Tengo -y lo considero una fortuna- la sensación que conservo una inmadurez en mi talento sexual que me impidió salir del placer de ese primer SEXO y lo revivo reiteradamente con cada mina a la que accedo, con cada primer beso a una conocida reciente, paga o gratuita y me deslumbro en ese momento como si fuera la primera vez que veo el cielo.

Puedo agregar casi indeterminadamente los infinitos detalles que decoran esa situación: la ropa que ella se pone, el alto de los tacos, el soutiene e imaginarme como se acomodó las tetas segundos antes de abrir la puerta...como se ajustó la bombacha para que enmarque sus atributos...

El olor del ambiente al que entro, la luz, la falta de luz, la reiterada planificación de tantas de esconderse detrás de la puerta hasta que ya entramos lo suficiente para tener nuestro dinero en su monedero.

Es interminable y esa suma innumerable de cosas, me llevan racionalmente a intentar descubrir día a día una mujer nueva, una experiencia nueva.

 

El SEXO no debe ser racional.

Los humanos no somos racionales.

Yo no soy, muy a pesar mio, en absoluto racional.

 

Mi yo sedentario y constante me lleva una y otra vez al mismo lugar para encontrarme con los mismos besos, con una mujer siempre igual que cambia permanentemente, que sabe como endurecerme cuando el tiempo ejerce su carga y que podría perfectamente pedirme que le compre una botella de agua en el chino de al lado.

 

No se cual es la explicación para mi extraviado caso, no la busco en ninguna parte y solo me permito dejarme llevar por mi deseo que a pesar de buscar constantemente nuevas caricias y variar solo eventualmente, me repito en este acto voluntario de placer cercano a lo innombrable.

 

El sexo y las bebidas fuertes son mi perdición.

Ya mencionaron el Bourbon -supongo que siempre sin hielo- el Campari, los mojitos...

En mi vaso de vidrio ya relinchan los cubos de hielo esperándola a ella que se derramará incontenible y morocha como mi preferida derritiéndolos para por un rato, dejar de ser dos para ser solo uno.

Salud!

G►tux

No te pierdas en el camino de regreso.Antes de volver a casa con la bruja, visitá:http://www.foro-escorts.com.ar/foros/f10/manual-del-pirata-121700/

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No puedo dejar de recordar la escena final de Conocimiento Carnal

( http://www.imdb.com/title/tt0066892/ )

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en la que un Nicholson decadente reintenta con su escort de cabecera con quien el conocimiento es tan íntimo que la reiteració de palabras, gestos y actos se repiten como en la escena de una obra de teatro.

Recuerdo esa escena desde mi temprana juventud, lejana y vigen de prostitutas diciéndome ya entonces cuan estúpido es reincidir habiendo un mercado infinito de minas a las que uno puede acceder por módicas y variadas sumas de dinero.

 

Si a eso le agrego la adrenalina -ya mencionada tantas veces- del momento previo al primer encuentro, el taconear de las agujas y/o las botas detrás de la puerta durante la espera en el pasillo oscuro de cualquier edificio de la capital...el primer contacto con el calor de su piel, el primer beso, ver el largo de las uñas e imaginarlas arañando mi espalda...

Creo que en mi inconciente revivo en cada uno de esos encuentros/descubrimientos mi primera vez.

Tengo -y lo considero una fortuna- la sensación que conservo una inmadurez en mi talento sexual que me impidió salir del placer de ese primer sexo y lo revivo reiteradamente con cada mina a la que accedo, con cada primer beso a una conocida reciente, paga o gratuita y me deslumbro en ese momento como si fuera la primera vez que veo el cielo.

Puedo agregar casi indeterminadamente los infinitos detalles que decoran esa situación: la ropa que ella se pone, el alto de los tacos, el soutiene e imaginarme como se acomodó las tetas segundos antes de abrir la puerta...como se ajustó la bombacha para que enmarque sus atributos...

El olor del ambiente al que entro, la luz, la falta de luz, la reiterada planificación de tantas de esconderse detrás de la puerta hasta que ya entramos lo suficiente para tener nuestro dinero en su monedero.

Es interminable y esa suma innumerable de cosas, me llevan racionalmente a intentar descubrir día a día una mujer nueva, una experiencia nueva.

 

El sexo no debe ser racional.

Los humanos no somos racionales.

Yo no soy, muy a pesar mio, en absoluto racional.

 

Mi yo sedentario y constante me lleva una y otra vez al mismo lugar para encontrarme con los mismos besos, con una mujer siempre igual que cambia permanentemente, que sabe como endurecerme cuando el tiempo ejerce su carga y que podría perfectamente pedirme que le compre una botella de agua en el chino de al lado.

 

No se cual es la explicación para mi extraviado caso, no la busco en ninguna parte y solo me permito dejarme llevar por mi deseo que a pesar de buscar constantemente nuevas caricias y variar solo eventualmente, me repito en este acto voluntario de placer cercano a lo innombrable.

 

El sexo y las bebidas fuertes son mi perdición.

Ya mencionaron el Bourbon -supongo que siempre sin hielo- el Campari, los mojitos...

En mi vaso de vidrio ya relinchan los cubos de hielo esperándola a ella que se derramará incontenible y morocha como mi preferida derritiéndolos para por un rato, dejar de ser dos para ser solo uno.

Salud!

G►tux

La admiración que me despiertan ciertas aproximaciones al absoluto no tiene posibilidad de ser enmarcada con palabras.

Gato, lo hemos hablado infinitas veces, o al menos yo insistí hasta el cansancio con eso: las explicaciones no parecen tener cabida en un ámbito de puras sensaciones como el erótico y, por ende, tienen la misma importancia que una coca light vacía, lo que lleva a expresar casi insensatamente que acá no existen extravíos sino, repito, simplemente líneas de fuga entre dos seres que se reiteran en el SEXO hasta el preciosismo que determinará la nueva fuga/reincidencia.

Vos con tu morocha debilidad, otros la tendremos rubia o castaña, pero creo que todos escuchamos en cada reincidencia el cascabeleo de los cubitos que resulta el preludio de una nueva música de unión fugaz pero deliciosa.

Abrazo.

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Yo reincidía por que no es lo mismo estar 1 vez con una flaca que 5 veces. A la 5ta vez ya te conocen y es como que evoluciona el sexo que llegues a tener con ella siempre y cuando haya piel y se lleven buena onda.

Colega DaBones: acabás de resumir la esencia de una reincidencia en unos pocos renglones y yo boludeando con el pensamiento abstracto.

Gracias por pasar.

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Respuesta: Las reincidencias, ese tema...

 

Por Antropologia sabemos que tenemos naturaleza sedentaria y/o nomada. Las reincidencias apuntan a nuestra parte sedentaria ( recolectora ) mientras que cuando innovamos satisfacemos nuestro costado nomade ( cazador ). ...

 

me quedo con este parrafo, nunca lo habia visto de esta manera ... pero excelente todo el analisis!!

 

Yo reincidía por que no es lo mismo estar 1 vez con una flaca que 5 veces. A la 5ta vez ya te conocen y es como que evoluciona el sexo que llegues a tener con ella siempre y cuando haya piel y se lleven buena onda.

muy buena conclusion, dando por descontado que el gift y el servicio a uno le cierran ...

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