Jajaja me quiero sumar!
Cuando era pendejo (13, 14 añitos) andaba loco con algunas clientas de mi vieja que era modista, y aprovechaba cuando le dejaban ropas (usada o que iban a usar) y se las acababa jaja.
Perdí la virginidad con una escort y hoy día la sigo buscando como loco pero no la encuentro. Sobre el coito; pensé que fue lo peor del mundo porque no pude acabar! Pero después envidiaba al yo de ese momento porque para la segunda vez me vine como en 30 segundos jajaja.
Aún más de pibe, le tenía bronca a un tío mio y sus hijos. Cada vez que venian de vacaciones y se quedaban unos días en casa me tomaban para el boludeo hasta que una vuelta me cansé, esperé a que salieran con mi familia, y me quede en casa con la excusa de que me dolía la panza. Le revisé los bolsos, encontré el cepillo de mi tía y con bronca me pajié y le acabé en los pelitos. Esperé a que se secara y lo lave (lo cual costo porque mis primos dormian en mi pieza así que no me podía ni pajear tranquilo y largue queso cremón). Lo devolví con un tufo a chele terrible. Estaba re buena la tía igual.
Cuando arranqué a ver escorts me acuerdo que estaba frustrado porque acababa rápido y me rajaban ahí no más, entonces, por un tiempo, aprovechaba que el complejo donde se solían hospedar quedaba cerca de la facultad que yo iba. Así que antes de cojer me iba a los baños de la facu y me hacía una paja para después poder durar más. Tiraba toda la leche en cualquier lugar, no me importaba nada.
Una vez un amigo me encargó que le cuidara su departamento mientras el estaba de viaje, vivía en un decimo y me pinto el morbo de acabar desde el balcón. No me animé, pero terminé haciéndolo por la ventana de la pieza, de noche, tapado con la cortina y asomando la japi por la ventana.
A mis 19 tenía miedo de que mis amigos se enteraran que no me estaba viendo con ninguna chica, así que por ahí les pedía a las escorts que me dejaran un chupón.
Una vuelta, a los 14 por ahí, me toco viajar solo en colectivo de rio negro a entre rios. En un momento se sube una flaca, morocha divina, con aroma increíble y unas tetas que se le resaltaban del pullover, tenía unos 20 seguro. Le tocó sentarse al lado mio. No me animé a hablarle y al final cayó la noche, se quedó dormida, en un momento se da la vuelta con la cara dando al pasillo (yo viajaba en ventanilla) y aproveché para pajearme acobachado ahí no más usando una campera como cobija.
En el primer año de la secundaria, escuela técnica, tuve un orgasmo en el taller de carpintería cuando una compañerita repitente de dos años, es decir en pleno desarrollo, limaba un pedazo de madera sujeto a la misma mesa que estaba yo sin saber que al limar estaba convirtiendo esa mesa en un vibrador y yo justo tenia la garcha apoyada al borde del otro extremo de la mesa. Para colmo, como la tenía en frente, y la mesa era angosta, con el moviento que hacía con sus manos al limar parecía que me estaba pajeando via wi-fi.
