Me tuve que operar de fimosis cuando era joven ya que sacar el glande hacia afuera era doloroso, especialmente cuando estaba erecto, debido a que estaba muy cerrado el prepucio, y el frenillo quedaba muy tirante. Podía tener relaciones pero era imposible acabar ya que no tenía suficiente sensibilidad en la cabeza. Y acababa si me masturbaba o la chica me hacía la paja bien fuerte.
Así que decidí operarme. Fue una operación sencilla, sólo me cortaron un poco de piel y cosieron, previa anestesia local. Luego de tres meses pude volver a tener relaciones. Fue un momento inolvidable la primera vez que por fin pude acabar dentro de una almejita. Ese orgasmo no me lo olvido mas.