transmisión del quilmes rock

[Gianantonio]

Entrando a:

http://www.10musica.com/micro_site/quilmesrock/home/envivo.php?idxBanda=247

 

transmision en vivo y en directo.

 

DG

[nasty]

Re: transmisión del quilmes rock

 

19.20 hs empieza Evanescence y lo dan en video -audio en www.10musica.com

 

Viernes 13 de abril de 2007

Pista Atlética del Estadio Nacional

 

¿Qué más se podía esperar de una banda como Evanescence? Ya todos sabíamos que sonaban increíblemente en vivo. En cierta forma el DVD "Anywhere But Home", aparte de ser la presentación de Terry Balsamo en la guitarra –en reemplazo del controversial Ben Moody-, encarnaba en su más puro estado la calidad y supremacía de la banda sobre el escenario, bajo las luces; frente al público. Sin embargo anoche hubo algo más. Algo magnético, algo que se destacó por sobre los gritos, el llanto, la histeria colectiva y los kilos y kilos de rimel y faldas de tul.

 

Tal cual se dio en el show de Velvet Revolver del pasado martes 10 de abril -aunque con bastante más gente esta vez-, la Pista Atlética era nuevamente el lugar escogido para recibir a la enorme cantidad de fans que, por años, había estado esperando este concierto e, insisto, sólo este concierto.

 

Finalmente, y siendo las 21:10 hrs., llegó el momento que muchos esperaban. Los gritos se hicieron literalmente ensordecedores, dándole pie a una tónica que se repitió durante todo el concierto: la voz del público se anteponía por sobre la amplificación. Con una apertura de telón de lo más circense y una indumentaria mucho más sencilla que la de cualquier fémina presente en el recinto deportivo, Amy Lee saltó a escena con música de fondo de lo más reconocible: 'Sweet Sacrifice', el último single del disco "The Open Door". En cuestión de minutos fue posible darse cuenta de que lo que se venía era grande, sobrecogedor.

 

Con 'Weight of the world' y 'Going Under' el caos ya simplemente fue absoluto. El sonido en si era tan envolvente que el no involucrarse parecía ridículo, menos aún si la líder de la banda lograba atraer todas las miradas, gritos y piropos de una audiencia que había esperado por mucho tiempo este momento. Y el rayo caería en el mismo lugar dos veces, y es que la primera media hora no dio tregua. Con temas como 'The Only One', 'Haunted', 'Lithium', 'Good Enough' y 'Tourniquet', Evanescence tenía sobre la palma de su mano el amor y respeto de sus seguidores, que incluso le perdonarían el quedarse sin voz en más de alguna ocasión –según la propia Amy por el nerviosismo de la situación.

 

 

 

El disfrute era tremendo. Te gustase o no la banda que estaba sobre el escenario, la energía era tal que parecía imposible no involucrarse en algún nivel con la agrupación. Y si no pregúntenle a muchos de los papás que acompañaron a sus pequeños hijos al recital: o salieron sordos, o lo hicieron siendo fanáticos del grupo. Al tocar los primeros acordes de 'Call Me When You're Sober', otro de los singles de su último disco, hubo algo raro en el ambiente. Como si la histeria y desmayos no bastasen, ahora se sumaba el éxtasis. A mares eran los llantos de muchas –y muchos-, de los pequeños asistentes, que coreaban junto a Amy Lee cada una de las canciones que ella cantaba. Cada gesto, saludo o comentario de la vocalista, era razón de júbilo. Y no era para menos.

 

Con 'Imaginary', 'Bring Me To Life' y 'Farther Away', se notaba que todo daba para muchos más, pero nuevamente la voz le empezó a fallar –aunque de no haberlo reconocido, nadie se habría dado cuenta. De tanto en tanto el piano negro de cola que subían y bajaban del escenario servía un poco para calmar los ánimos. De balada en balada el público lograba calmarse un rato y descansaba la voz sobre los hombros de una emocionada Amy Lee, a estas alturas con un espectáculo absolutamente suyo y, al mismo tiempo, sencillo en su grandilocuencia, tal cual como 'All That I'm Living For' y 'Lacrymosa', encargadas de dar paso al bis.

 

Tras mucha expectación y el tradicional "uoo, ho, ho, ho, hooo", finalmente salió, ella, hondeando un pequeño banderín de Chile. La gente comenzó a gritar. Nadie estaba dispuesto a irse de ahí sin escuchar, al menos, 'My Inmortal', la tradicional balada en la que Amy Lee, junto a su piano, despliega su ya conocido talento y una letra de lo más depresiva. Los teléfonos celulares se prendieron en toda la Pista Atlética, la gente cantó, algunos lloraron, y ella les cumplió su deseo. Tras esto, y como un regalo por lo que, según ella, había sido una jornada inolvidable, se lanzó con 'You Star', el cierre definitivo y caída de telón de una noche que, probablemente, pocos olvidarán, incluyendo a Evanescence.