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Loco solitario o conspiración de los factores de poder


Invitado Mariano67

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Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

La película de Zapruder, asesinato de Kennedy

 

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Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

Como puede verse en el video del post anterior (#106) tanto el asesinato de JFK como la voladura de las Torres Gemelas y el Edificio7 del WTC que cayó en caída libre sin que fuera impactado por ningún avión fueron fruto de sendas conspiraciones de los factores de poder del imperio.

 

 

Hoy se cumple el 48 aniversario del asesinato de JFK.

 

 

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Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

Documental que une varios temas, explica muy bien el nuevo orden mundial. Propone soluciones un tanto utópicas (igual que Zeitgeist) que personalmente no creo que funcionen pero funciona como punto de partida para pensar muchas cosas...

 

http://www.youtube.com/watch?v=4Nk2CGEsDdU&feature=player_embedded

 

http://www.youtube.com/watch?v=JSXsrntGvQE&feature=player_embedded

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Invitado Mariano67

Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

Hace 51 años el Presidente Eisenhower advertía sobre el peligro de un gobierno secreto y antidemocrático en los Estados Unidos

 

 

Red Voltaire | 29 de enero de 2012

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El 17 de enero de 1961 el entonces presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, hizo un discurso que ha quedado grabado en las memorias de los estadounidenses.

En su discurso “Farewell Adress” (Discurso de Despedida, del 17 de enero de 1961), Eisenhower advertía a todos sus compatriotas sobre el peligro latente, constante y real de que tenebrosos poderes al interior del mismo país, provenientes de los sectores oligárquicos y otros clanes financieros ligados al complejo militaro-industrial usurpen el poder democrático y constituyan un gobierno secreto [en los EEUU], manipulando así, como si se tratase de un títere al gobierno de turno elegido por el pueblo.

Reproducimos a continuación una parte de su texto y más abajo mostramos un video documental de los archivos que ha sido conservado de su histórico discurso.

 

Eisenhower “Farewell Adress”

«Los responsables del gobierno, tenemos que estar atentos a la adquisición de una influencia ilegítima, que sea o no proyectada por el complejo militaro-industrial. El riesgo de poder desarrollar o utilizar un poder usurpado existe y persistirá.

Jamás debemos permitir que el peso de esta amenaza nos impida o nos arrebate nuestras libertades y procesos democráticos.

Nada debe considerarse como absolutamente ganado. Sólo una vigilancia y una consciencia ciudadana pueden garantizar el equilibrio entre la influencia (lobby) de la gigantesca maquinaria industrial y militar de defensa que hemos desarrollado y nuestros métodos y objetivos pacíficos, de tal forma que la seguridad y la libertad puedan desarrollarse harmoniosamente.»

 

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Invitado Mariano67

Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

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Historia del Estado profundo en EE.UU. (Primera parte)

 

 

El «Proyecto Juicio Final» y los eventos profundos: el asesinato de JFK, el Watergate, el Irangate y el 11 de septiembre

por Peter Dale Scott

 

En este análisis, dividido en dos partes, el ex diplomático y profesor de ciencias políticas Peter Dale Scott muestra como Estados Unidos ha caído, por etapas sucesivas y a partir del asesinato de John F. Kennedy, en la situación que el presidente Eisenhower temía y sobre la cual incluso advirtió a sus compatriotas. Desde el 26 de octubre de 2001 y la imposición de la Patriot Act, el Estado profundo, una estructura secreta que se sitúa por encima de las apariencias democráticas, es quien realmente gobierna el país.

 

 

Red Voltaire | 26 de enero de 2012

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El presidente John F. Kennedy fue declarado oficialmente muerto el 22 de noviembre de 1963 a las 13 horas. A las 14 y 38 minutos, el vicepresidente Lyndon B. Johnson prestaba juramento a bordo del avión presidencial Air Force One. A su lado se encuentra Jacqueline Kennedy, quien aún lleva el conjunto de Chanel manchado con sangre de su esposo. Meses más tarde, en una entrevista concedida al historiador Arthur Schlesinger Jr, la viuda de Kennedy declara que sospecha que Johnson organizó el asesinato de su marido en contubernio con las grandes empresas petroleras de Texas.

«
Estoy conciente de la posibilidad que se instaure une verdadera tiranía en Estados Unidos
. Tenemos por lo tanto que asegurarnos de que esta agencia [la National Security Agency, NSA] y todas las demás que posean estas tecnologías operen dentro de un marco legal y bajo una supervisión apropiada, para que nunca caigamos en ese abismo. Sería esa una caída sin regreso.» –
Senador Frank Church
(1975)

Es mi intención abordar en este artículo cuatro hechos importantes, y sin embargo mal analizados: el asesinato de John F. Kennedy, el escándalo del Watergate, el escándalo Irangate [también conocido en Latinoamérica como Irán-Contras, nota del traductor] y el 11 de septiembre. Analizaré estos hechos o eventos –que llamaré «profundos»– como parte integrante de un proceso político aún más profundo que los vincula entre sí, de un proceso que ha favorecido la construcción de un poder represivo en Estados Unidos, en detrimento de la democracia.

He mencionado, durante los últimos años, la existencia de una fuerza oscura detrás de esos hechos –fuerza que, a falta de encontrar algo mejor, le he dado el nombre o calificativo de «Estado profundo», estructura que se mueve simultáneamente dentro y fuera del Estado público. Hoy trataré por vez primera de identificar una parte de esa fuerza oscura, que ha venido funcionando al margen del Estado público desde hace al menos 5 décadas. Esta fuerza tiene un nombre que no es de mi invención: «Proyecto Juicio Final» (Doomsday Project).

Así designa el Departamento de Defensa los planes de contingencia tendientes a «garantizar el funcionamiento de la Casa Blanca y del Pentágono durante y después de una guerra nuclear o cualquier otra crisis de gran envergadura.»

Aunque simple, este trabajo tiene un importante objetivo: demostrar que el Proyecto Juicio Final de los años 1980, así como los anteriores planes de crisis que condujeron a la estructuración de dicho proyecto, desempeñaron entre bastidores un papel determinante en los eventos profundos que pretendo analizar.

Dicho de manera más explícita, esta planificación fue un factor primordial tras los tres preocupantes fenómenos que hoy amenazan la democracia en Estados Unidos. El primero fue la transformación de nuestra economía en una «plutonomía», o sea en una economía con objetivos plutocráticos, caracterizada por una creciente división de Estados Unidos en dos clases –los opulentos y los desfavorecidos, los que pertenecen al «1%» y los miembros del «99%». El segundo fenómeno es la creciente militarización de Estados Unidos, y sobre todo su tendencia a librar o desatar guerras en regiones lejanas, lo cual se hecho cada vez más corriente y previsible.

Es evidente que las operaciones de esta maquinaria de guerra estadounidense han estado al servicio de los intereses del 1% que ocupa la cúspide de la pirámide.

El tercer fenómeno, que constituye el tema central de este ensayo, es la considerable influencia de los eventos estructurales profundos sobre la Historia de los Estados Unidos, influencia por demás cada vez más nefasta: acontecimientos misteriosos (como el asesinato del presidente John F. Kennedy, el caso de los «plomeros» del Watergate y los atentados del 11 de septiembre, que afectan brutalmente la estructura social estadounidense) tienen un tremendo impacto en la sociedad de este país. Por otro lado, constantemente implican la ejecución de actos criminales o violentos. Y son generados, para terminar, por una fuerza oscura y desconocida.

La actual descomposición de Estados Unidos en términos de disparidades de ingresos y de desigualdad en materia de riqueza, o de su militarización y su creciente tendencia belicista, ha sido objeto de muchos análisis. Mi enfoque en este ensayo tiene, a mí entender, un carácter inédito: consiste en señalar que las disparidades en materia de ingresos –dicho de otra forma, la «plutonomía»–, al igual que las tendencias guerreristas de Estados Unidos han sido considerablemente favorecidas por lo yo que llamo eventos profundos.

Es necesario comprender que las disparidades en materia de ingresos en la economía estadounidense no son fruto de una acción de las fuerzas empresariales independiente de la intervención política. Por el contrario, esas desigualdades fueron en gran parte engendradas por un proceso político continuo y deliberado que data de los años 1960 y 1970 –periodo durante el cual los individuos más ricos del país temían perder el control de este.

En aquella época, en su memorándum de 1971, el futuro juez de la Corte Suprema Lewis Powell advirtió que la supervivencia del sistema de libre empresa dependía de «la planificación y la aplicación cuidadosas, a largo plazo» de respuestas ampliamente financiadas contra las amenazas que representaba la izquierda. Aquella advertencia engendró una violenta ofensiva de la derecha, coordinada por varios círculos de reflexión y generosamente financiada por un pequeño grupo de fundaciones familiares.

Hay que tener presente que todo aquello respondía al surgimiento de graves motines en Newark, Detroit y otras ciudades, y que la izquierda lanzaba por entonces un creciente número de llamados a la revolución (tanto en Europa como en Estados Unidos). He de concentrarme aquí en la respuesta de la derecha y en el papel de los eventos profundos en la facilitación de dicha respuesta.

La verdadera importancia del Manifiesto Powell residía no tanto en el documento en sí como en el hecho de que se redactó a pedido de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, uno de los grupos de presión más influyentes y más discretos. Por otra parte, aquel memorándum era sólo un síntoma entre tantos de que una guerra de clases estaba tomando forma en los años 1970, un proceso más amplio que venía desarrollándose tanto dentro del gobierno como fuera del mismo (y que incluía lo que Irving Kristol calificó de «contrarrevolución intelectual» y que llevó directamente a la autoproclamada «Revolución Reagan».

Resulta evidente que aquel proceso más amplio se desarrolló durante prácticamente 5 décadas, mientras que la derecha inyectaba miles de millones de dólares en el sistema político de Estados Unidos. Lo que quiero demostrar aquí es que los eventos profundos también fueron parte integrante de estos esfuerzos de la derecha, desde el asesinato de John F. Kennedy hasta los atentados del 11 de septiembre.

El resultado del 11 de septiembre fue la aplicación de planes para la «continuidad del gobierno» (COG, sigla correspondiente a «Continuity of Government»), que fueron calificados en las audiencias de Oliver North sobre el escándalo Irangate, en 1987, como planes preparatorios para «la suspensión de la Constitución de los Estados Unidos». Estos planes de la COG, elaborados en base a planificaciones anteriores, fueron meticulosamente desarrollados desde 1982 en el marco de lo que ha dado en llamarse el Proyecto Juicio Final (Doomsday Project) por un equipo secreto nombrado por Reagan. Dicho equipo se componía de personalidades públicas y también privadas, entre las que se encontraban Donald Rumsfeld y Dick Cheney.

Trataré de probar que, bajo esa perspectiva, el 11 de septiembre no fue otra cosa que el resultado de una secuencia de eventos profundos que se remonta al asesinato de Kennedy, o incluso a una época anterior, y que los inicios del Proyecto Juicio Final están presentes en cada uno de ellos.

Para ser exacto, sobre estos eventos profundos, trataré de demostrar:

puce-cebf5.gif 1) que en el seno de la CIA y de otras agencias similares (estadounidenses) hubo comportamientos malintencionados que contribuyeron al asesinato de Kennedy y a los atentados del 11 de septiembre;

puce-cebf5.gif 2) que las consecuencias de cada evento profundo incluyeron un recrudecimiento del poder represivo autoritario a favor de esas agencias, en detrimento del poder democrático persuasivo;

puce-cebf5.gif 3) que existen coincidencias sintomáticas en la presencia de ciertos individuos entre los autores de estos diferentes eventos profundos;

puce-cebf5.gif 4) que se observa en cada uno de esos eventos la implicación de elementos vinculados al tráfico internacional de drogas –lo cual sugiere que nuestra actual «plutonomía» es también, en cierta medida, una «narconomía»;

puce-cebf5.gif 5) que tras cada uno de esos eventos se puede observar la presencia del Proyecto Juicio Final (cuyo papel se hace cada vez más importante con el paso de los años), o sea de la estructura alternativa de planificación de urgencia que dispone de sus propias redes de comunicación y opera como una red de la sombra al margen de los canales gubernamentales normales.

Los comportamientos burocráticos malintencionados como factor que contribuyó al asesinato del presidente John F. Kennedy y a la realización de los atentados del 11 de septiembre.

 

Zeitgeist - El espíritu del tiempo 9/13 - YouTube

 

El asesinato del presidente John F. Kennedy y los atentados del 11 de septiembre fueron facilitados por la forma como la CIA y el FBI manipularon sus propios expedientes sobre los presuntos autores de cada uno de esos hechos (Lee Harvey Oswald, en lo que llamaré el caso JFK, y los presuntos piratas aéreos Khaled al-Mihdhar y Nawaf al-Hazmi, en los atentados del 11 de septiembre). La decisión tomada el 9 de octubre por Marvin Gheesling, un agente del FBI, de borrar a Oswald de la lista de vigilancia del FBI es parte de esa facilitación. Esa decisión se aplicó después del arresto de Oswald en Nueva Orleáns, en agosto de 1963, y de su posterior viaje a México en septiembre. Es evidente que ambos hechos deberían haber convertido a Oswald en candidato a una vigilancia reforzada.

Ese comportamiento malintencionado constituye un paradigma si lo asociamos con las acciones de otras agencias, en particular con las de la CIA, en el caso JFK y en el 11 de septiembre. En efecto, el comportamiento de Gheesling va claramente en el sentido de un ocultamiento culposo de información por parte de la CIA, durante el propio mes de octubre [de 1963] –información que ocultó al FBI y según la cual Oswald se había reunido en México con Valery Kostikov, un presunto agente del KGB. Ese ocultamiento contribuyó también a garantizar que Oswald no estuviese bajo vigilancia.

En efecto, el ex director del FBI Clarence Kelley se quejó en sus memorias de que la retención de información por parte de la CIA fue la principal razón que explicaba por qué Oswald no estaba bajo vigilancia el 22 de noviembre de 1963. La provocación de la Inteligencia Militar en 1963 fue más alarmante aún. En efecto, no contenta con retener información sobre Lee Harvey Oswald, una de sus unidades fabricó incluso datos falsos de inteligencia que parecían destinados a provocar una respuesta [militar] contra Cuba.

Yo califico ese tipo de provocaciones como cuentos primarios, en este caso se trata de intentos de describir a Oswald como un conspirador comunista (todo lo contrario de los posteriores cuentos secundarios, igualmente falsos, que lo describen como un rebelde solitario). Un cable del mando del IV ejército, con sede en Texas, puede ser considerado un revelador ejemplo de cuento primario. Recoge una información proporcionada por un policía de Dallas que era también miembro de una unidad de reserva de la Inteligencia Militar:

«El primer asistente Don Stringfellow, [de la] sección de Inteligencia, Departamento de Policía de Dallas, notificó al 112º Grupo INTC [de inteligencia], [asignado a] este cuartel general, que las informaciones obtenidas de Oswald revelaron su defección hacia Cuba en 1959 y su condición de miembro del Partido Comunista, del que posee un carnet.»

El 22 de noviembre [de 1963, día del asesinato de JFK], aquel cable fue enviado directamente al Mando estadounidense de Ataques Militares, en Fort MacDill, Florida, la base preparada para desatar un posible ataque de represalia contra Cuba.

Aquel cable no era tan sólo una aberración aislada. Contaba con el respaldo de otros falsos cuentos primarios provenientes de Dallas sobre el fusil que supuestamente había utilizado Oswald. Aquellas historias falsas se basaban en particular en una serie de traducciones erróneas del testimonio de Marina Oswald. El objetivo de aquellas falsificaciones era sugerir que el fusil de Oswald en Dallas era un arma que había conseguido en Rusia.

Estos últimos informes falsificados sobre Marina Oswald, aparentemente no relacionados con los anteriores, pueden sin embargo llevarnos de regreso a la 488ª unidad de reserva de la Inteligencia Militar, a la que pertenecía Don Stringfellow. Ilya Mamantov, el intérprete que proporcionó inicialmente la falsa traducción de los testimonios de Marina Oswald, fue escogido por Jack Crichton, un magnate del petróleo de Dallas, y por George Lumpkin, el director adjunto de la policía de la misma ciudad. Crichton y Lumpkin eran [respectivamente] el jefe y el primer adjunto de la 488ª unidad de reserva de la Inteligencia Militar. Dentro del círculo de petroleros de Dallas, Crichton era también un simpatizante de la extrema derecha: administrador de la Fundación H.L. Hunt, fue además miembro del Comité Américano de Ayuda a los Combatientes de la Libertad de Katanga (American Friends of the Katanga Freedom Fighters), organización de oposición a las políticas de Kennedy con respecto al Congo.

 

 

Ver video del asesinato de Lee Harvey Oswald.

Después del asesinato del presidente Kennedy, su supuesto asesino, es decir Lee Harvey Oswald, tenía que ser eliminado a su vez para que la verdad no sea conocida y tal como un chivo expiatorio, Lee Harvey Oswald fue eliminado poco después por el mafioso Jack Ruby en el mismo centro policial de detención y ante la ineficacia de varias docenas de policias que lo custodiaban.

 

Es importante tener en mente que ciertos miembros de la Junta de Jefes de Estado Mayor [JCS, siglas correspondientes a Joint Chiefs of Staff] estaban extremadamente irritados porque la crisis de los misiles de 1962 no había desembocado en una invasión contra Cuba. Por otro lado, en mayo de 1963 y bajo la dirección de su nuevo jefe, el general Maxwell Taylor, la JCS seguía convencido de que «una intervención militar de Estados Unidos en Cuba [sería] necesaria». Habían pasado 6 meses desde el momento en que Kennedy ofreciera garantías explícitas a Jruschov para la solución de la crisis de los misiles, en octubre de 1962, asegurándole que Estados Unidos no invadiría Cuba –garantías que sin embargo dependían de importantes condiciones.

Aquellas garantías presidenciales no impidieron que el J-5 de la Junta de Jefes de Estado Mayor (el J-5 es la Dirección de Planificación y Políticas de la JCS) elaborara una lista de de «provocaciones fabricadas para justificar una intervención militar». (Uno de los ejemplos de «provocaciones fabricadas» incluía «utilizar aviones del tipo MiG piloteados por aviadores estadounidenses para […] atacar barcos mercantes o el ejército de Estados Unidos».).

Las mentiras sobre Oswald que emanaban de Dallas fueron lanzadas inmediatamente después del asesinato [de JFK], por lo tanto no bastan para probar que el asesinato haya sido un complot que implicara engaño y provocación. Sí son reveladoras, en cambio, del sentimiento anticastrista que prevalecía en la 488ª unidad de reserva de la Inteligencia Militar en Dallas, y nos confirman que aquel estado de ánimo era llamativamente similar al que existía en el J-5 en el mes de mayo de 1963 –o sea, se trataba del estado de ánimo que produjo una lista de «provocaciones fabricadas» para justificar un ataque contra Cuba. (Según Crichton, «[la 488ª unidad de reserva] contaba con un centenar de hombres, de los cuales unos 40 o 50 provenía del Departamento de Policía de Dallas.»)

Estos comportamientos malintencionados en el seno de las burocracias de la CIA, del FBI y del ejército –las tres agencias con las que Kennedy había tenido serios desacuerdos durante su trunca presidencia– difícilmente pueden explicarse invocando la simple casualidad. Más adelante demostraré, en este mismo artículo, la existencia de un vínculo entre el petrolero de Dallas Jack Crichton y la planificación de crisis de 1963, que se convirtió en el Proyecto Juicio Final.

El mismo tipo de comportamiento malintencionado se produce en el seno de la burocracia alrededor del 11 de septiembre

 

En 2000 y 2001, antes del 11 de septiembre, la CIA volvió a abstenerse de comunicar al FBI la existencia de importantísimas pruebas –informaciones que, de haber sido compartidas, habrían llevado al FBI a vigilar a Khaled al-Mihdhar y a Nawaz al-Hazmi, dos de los presuntos piratas aéreos. Debido a esta importante retención de información un agente del FBI predijo con toda exactitud, en agosto de 2001, que «un día habrá gente que pierda la vida». Después del 11 de septiembre, otro agente del FBI declaró, refiriéndose a la agencia: «Ellos [la CIA] no querían que el Buró se metiera en sus asuntos –es por eso que no dijeron nada al FBI. […] Y es por eso que se produjo el 11 de septiembre. Es por eso que se produjo ese hecho. […] Ellos tienen las manos manchadas de sangre. Son responsables de la muerte de 3,000 personas.» En este caso, la retención de información crucial antes del 11 de septiembre –[información] que la agencia estaba obligada a transmitir al FBI en virtud de sus propias reglas– era comparable a las disimulaciones de la NSA.

En otras palabras, sin esas retenciones de pruebas, ni el asesinato de Kennedy ni el 11 de septiembre hubiesen podido concretarse como lo hicieron. Como yo mismo señalo en mi libro American War Machine, tal parece como si en un momento dado

«
Oswald, y más tarde Al-Mihdhar, hubieran sido
preseleccionados
como sujetos designados para una operación.
El objetivo inicial no sería obligatoriamente cometer un crimen contra Estados Unidos. Por el contrario, probablemente se actuó para preparar a Oswald en relación con una operación contra Cuba y a al-Mihdhar para una operación contra Al-Qaeda [como yo mismo sospecho]. Pero a medida que los mitos [los que era posible explotar] comenzaban a acumularse alrededor de esos dos personajes, se hacía posible que individuos mal intencionados lograran subvertir la operación autorizada convirtiéndola en un sangriento plan cuya existencia misma se escondería después. Ya en ese punto, Oswald (y por analogía al-Mihdhar) dejaba de ser un simple sujeto designado para convertirse también en un
culpable designado

Kevin Fenton llega a la misma conclusión sobre el 11 de septiembre en su libro, muy completo, titulado Disconnecting the Dots [«Sembrando la confusión»]. O sea que «a partir del verano de 2001, el objetivo de la retención de información era permitir el desarrollo de los ataques».

Kevin Fenton identificó también al principal responsable de ese comportamiento administrativo malintencionado: el oficial de la CIA Richard Blee, director de la Unidad ben Laden de la CIA. Cuando Clinton todavía era presidente, Blee había sido miembro de una facción de la CIA que militaba activamente por una implicación más belicista de la CIA en Afganistán, de conjunto con la Alianza del Norte afgana. Esos proyectos se concretaron inmediatamente después del 11 de septiembre, y el propio Blee fue ascendido al rango de jefe de estación [de la CIA] en Kabul.

Como la retención de pruebas por parte de la CIA y la NSA en el segundo incidente del golfo de Tonkín contribuyó a desatar la guerra contra Vietnam del Norte

 

Ahorraré a los lectores del presente artículo los detalles de esta retención de información, ya ampliamente explicada en mi libro American War Machine (que saldrá a la venta en francés en agosto de 2012). El incidente del golfo de Tonkín es, sin embargo, comparable al asesinato de Kennedy y al 11 de septiembre ya que la manipulación de pruebas contribuyó a poner a Estados Unidos en el camino de la guerra (muy rápidamente en ese caso).

Hoy en día, historiadores como Fredrik Logevall están de acuerdo con la evaluación del subsecretario de Estado George Ball, según la cual la misión de los navíos de guerra estadounidenses en el golfo de Tonkín –que acabó dando lugar a los incidentes– «tenía un carácter esencialmente provocador». La planificación de aquella misión provocadora venía del J-5 de la Junta de Jefes de Estado Mayor [JCS], el mismo equipo que había estimado en 1963, en el caso de Cuba, que «la fabricación de una serie de provocaciones tendientes a justificar una intervención militar [era] realizable».

La disimulación de la verdad por parte de la NSA y de la CIA, el 4 de agosto de 1964, se produjo en un contexto marcado por una voluntad confesa (pero controvertida), en los más altos niveles del Estado, de atacar Vietnam del Norte. En este aspecto, el incidente del golfo de Tonkín es notoriamente similar a la disimulación de la verdad –por parte de la CIA y de la NSA– que condujo directamente al 11 de septiembre, en momentos en que también existía una voluntad gubernamental de desatar la guerra (a pesar de que también en ese caso se trataba de una voluntad controvertida).

Continuará...

 

Peter Dale Scott

 

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Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

Historia del Estado profundo en Estado Unidos (Segunda parte)

 

El «Proyecto Juicio Final» y los eventos profundos: el asesinato de JFK, el Watergate, el Irangate y el 11 de septiembre

 

por Peter Dale Scott

 

 

En la segunda parte de su estudio sobre el Estado profundo estadounidense, Peter Dale Scott analiza el asesinato de Robert Kennedy, el Watergate y el escándalo Irán-Contras [también conocido como Irangate. NdT.]. Mediante la manipulación de esos hechos, el complejo militaro-industrial se apoderó progresivamente del poder en un país que ahora vive bajo un estado de urgencia permanente. Según este historiador canadiense, la primera exigencia de un movimiento como Occupy Wall Street debería ser la abrogación de la Patriot Act, que legaliza la solución de la crisis política en Estados Unidos por la vía militar.

 

Red Voltaire | 4 de febrero de 2012

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George W. Bush firma la Patriot Act en 2001. Diez años después, esta ley de excepción se mantiene en vigor, prorrogada mediante la firma automática de un «autopen» mientras Obama se hallaba de viaje en el exterior. Ese texto permite esencialmente la detención por tiempo ilimitado y sin presentación de cargos de toda persona que el gobierno de Estados Unidos considere sospechosa de concebir planes «terroristas». La extensión de los poderes represivos posterior a los eventos profundos

 

Todos los eventos profundos anteriormente mencionados han conducido a la atribución a Washington de poderes represivos cada vez más numerosos. Por ejemplo, es evidente que la Comisión Warren utilizó el asesinato de Kennedy para recrudecer la vigilancia de la CIA sobre la ciudadanía estadounidense. Como escribí en mi libro Deep politics, era este el resultado «de las controvertidas recomendaciones de la Comisión Warren imponiendo que se ampliaran las responsabilidades del Servicio Secreto en materia de vigilancia interna (WR 25-26). Paradójicamente, esta última [la Comisión Warren] concluyó que Oswald había actuado solo (WR 22) […], pero también que el Servicio Secreto, el FBI y la CIA debían coordinar más estrechamente la vigilancia sobre los grupos organizados (WR 463). En particular, recomendó al Servicio Secreto que se dotara de una base informática de datos compatible con la que ya había elaborado la CIA».

Este esquema se repetirá 4 años después con el asesinato de Robert Kennedy [también llamado RFK o Bobby]. En las 24 horas transcurridas entre los disparos que alcanzaron a Bobby Kennedy y su deceso, el Congreso adoptó con carácter urgente una ley ya redactada de antemano (como también lo estaban la Resolución del golfo de Tonkín de 1964 y la Patriot Act de 2001) –ley amplió nuevamente los poderes secretos conferidos al Servicio Secreto en nombre de la protección de los candidatos a la presidencia.

No se trataba de un cambio insignificante o benigno. Esa ley, aprobada con la mayor premura bajo la administración Johnson, dio lugar a algunos de los peores excesos de la era Nixon.

Ese cambio contribuyó también al caos y los actos de violencia ocurridos en 1968 durante la Convención Demócrata de Chicago. Agentes de vigilancia de la Inteligencia Militar asignados al Servicio Secreto operaban entonces dentro y fuera de la sala de reuniones. Varios de aquellos agentes equiparon a los «gamberros de la Legion of Justice, como la Chicago Red Squad [que] cometió actos de brutalidad contra los grupos antibelicistas locales».

Fue así como los nuevos poderes secretos conferidos después del asesinato de Robert Kennedy propiciaron el catastrófico desorden de la Convención de Chicago, que prácticamente destruyó el viejo Partido Demócrata representante de los sindicatos. Los tres presidentes demócratas elegidos después de aquello fueron mucho más conservadores.

Si se aborda la cuestión del Watergate o del Irangate, ambos hechos constituyeron en cierta medida no una extensión sino un retroceso de los poderes represivos que ejercían Richard Nixon y la Casa Blanca de Reagan. Aunque de forma superficial, es cierto que estos hechos dieron lugar a reformas legislativas que parecen contradecir mi tesis de la extensión de la represión.

Pero hay que puntualizar bien la diferencia entre, de un lado, la fase inicial del Watergate (la efracción) y los dos años de crisis registrados como consecuencia de ese acto malintencionado. La crisis del Watergate mostró a un presidente obligado a dimitir por la conjunción de numerosas fuerzas, en las que se incluían simultáneamente liberales y conservadores. Pero los personajes fundamentales de la primera fase del Watergate –Howard Hunt, James W. McCord, G. Gordon Liddy y sus aliados cubanos– se situaban todos muy a la derecha de Nixon y de Kissinger. Y el resultado de sus maquinaciones no se concretó hasta el momento de lo que se dio en llamar la Masacre de Halloween, en 1975, cuando Henry Kissinger fue expulsado de su puesto de consejero para la Seguridad Nacional y se le comunicó al vicepresidente Nelson Rockefeller que quedaría al margen de la candidatura republicana en 1976. Esa importante reorganización fue planeada por otros dos personajes anclados muy a la derecha: Donald Rumsfeld et Dick Cheney, por entonces miembros de la Casa Blanca de Gerald Ford.

Aquel día de 1975 se concretó la derrota final de la facción llamada «Rockefeller» –o facción liberal– del Partido Republicano. Fue reemplazada por la facción conservadora llamada «Goldwater-Casey», que rápidamente lograría apoderarse de la candidatura presidencial y luego de la función suprema a través de Ronald Reagan. Esta revolución palaciega poco conocida, al igual que otras intrigas que se produjeron a mediados de los años 1970, contribuyó al cambio en Estados Unidos: este país pasó así de ser una economía capitalista de bienestar, que reducía paulatinamente las disparidades en materia de ingresos y de riqueza, a ser una «plutonomía» financiarizada en la que se invertían las tendencias anteriores.

A través del Irangate (tambíen conocido como el escándalo Irán-Contras), nuevamente constatamos la acumulación cada vez más creciente de poderes represivos encubiertos bajo reformas liberales. En esta época, no sólo la prensa sino también los profesores e investigadores universitarios –entre ellos yo mismo– celebraron el fin del respaldo [estadounidense] a los contras en Nicaragua, así como el éxito del proceso de paz de Contadora. En cambio, lo que generalmente no se supo fue que, aunque el teniente coronel Oliver North había sido excluido del Proyecto Juicio Final, los planes de ese programa que preparaban la vigilancia, las detenciones arbitrarias así como la militarización de Estados Unidos siguieron extendiéndose después de su partida.

Tampoco se vio el hecho que el Congreso de los Estados Unidos, a pesar de reducir su ayuda a un pequeño ejército narcofinanciado vinculado a la CIA, estaba desarrollando en Afganistán un creciente apoyo a una coalición mucho más grande de fuerzas paramilitares aliadas a la propia CIA y financiadas a través de la droga. Si bien el Irangate permitió que se supiera sobre los 32 millones de dólares que Arabia Saudita había entregado a los Contras (a pedido del director de la CIA William Casey), nada se supo sobre los 500 millones de dólares (probablemente más) que los mismos sauditas, también a pedido de Casey, habían entregado en aquella misma época a los muyahidines afganos. En ese sentido, el dramatismo utilizado al presentar el Irangate en el Congreso puede ser considerado como un engañoso montaje que desvió la atención del público de la implicación, mucho más importante, de Estados Unidos en Afganistán –una política secreta que ha evolucionado desde entonces para convertirse en la guerra más larga de toda la historia de los Estados Unidos.

Si ampliamos nuestra visión del caso Irán-Contras, veremos que en realidad se trata del caso Irán-Contras-Afganistán. Tendríamos que admitir entonces que, a través de ese evento profundo complejo y mal conocido, la CIA recuperó en Afganistán la capacidad paramilitar que el almirante Stansfield Turner había tratado de quitarle cuando ocupó el cargo de director de la agencia, bajo la administración Carter. Fue, en resumen, una victoria para una facción que se componía de individuos como Richard Blee, el protector de al-Mihdhar y defensor en el año 2000 de una intensificación de las actividades paramilitares de la CIA en Afganistán.

La presencia reiterada de ciertos individuos en los eventos profundos sucesivos

 

Nunca olvidaré la primera plana del New York Times del 18 de junio de 1972, el día siguiente a la efracción del hotel Watergate. Allí estaban las fotos de los individuos que se habían introducido en el inmueble, incluyendo la de Frank Sturgis (alias «Fiorini»). Yo había escrito anteriormente sobre este individuo, cerca de 2 años antes, en el manuscrito de mi libro (que nunca se publicó) sobre el asesinato de JFK, La Conspiración de Dallas (The Dallas Conspiracy).

Sturgis no era un tipo cualquiera. Ex contratista de la CIA, contaba además con amplios contactos en el medio de los ex propietarios de casinos de La Habana, todos vinculados al hampa. Mis primeros escritos sobre el caso Kennedy se concentraron en los vínculos entre Frank Sturgis y un campo de entrenamiento de anticastristas cubanos cercano a Nueva Orleáns, en cual Oswald había mostrado interés. También abordaban la implicación de Sturgis en falsos cuentos primarios que describían a Oswald como participante en una conspiración comunista cubana.

En 1983, cierto número de cubanos miembros del ejército particular de Manuel Artime, respaldado por la CIA en Centroamérica, ayudaron a Sturgis en la propagación de aquellos cuentos primarios. En 1965, la base de Artime en Costa Rica fue cerrada, supuestamente debido a su implicación en el tráfico de droga. Durante los años 1980, algunos de aquellos exilados cubanos estuvieron implicados en actividades de apoyo a los contras [Los “contras” eran los miembros de las bandas contrarrevolucionarias que Estados Unidos financiaba con el tráfico de drogas para utilizarlos en su guerra sucia contra el gobierno sandinista nicaragüense. NdT.] a través del tráfico de droga.

El mentor político del MRR (Movimiento de Recuperación Revolucionaria) de Manuel Artime era Howard Hunt, uno de los organizadores de la operación del Watergate. En 1972, será Artime quien pagará la fianza de los cubanos que se habían introducido en el Watergate. Ramón Milián Rodríguez, un individuo que se dedicaba al lavado del dinero de la droga, declaró haber entregado a varios de los cubanos del Watergate 200,000 dólares provenientes de Artime. Rodríguez dirigió posteriormente dos empresas costarricenses de mariscos –Frigoríficos y Ocean Hunter– que blanqueaban el dinero de la droga para prestar apoyo financiero a los contras.

También se dijo que Howard Hunt y James McCord habían estado implicados en los planes de Artime para invadir Cuba, en 1963. No creo que sea por casualidad que Artime, el protegido de Hunt, se metió en el tráfico de droga. Como ya expliqué por otro lado, Hunt manejaba una conexión de narcóticos en Estados Unidos desde que fue, en 1950, jefe de misión de la OPC (Oficina de Coordinación Política, siglas en inglés) en México.

Pero James McCord, quien será posteriormente el cómplice de Howard Hunt y de G. Gordon Liddy en la preparación y ejecución de la efracción del Watergate, no sólo se había distinguido por sus actividades anticastristas en 1963. También era miembro de la red de planificación de crisis de Estados Unidos, que más tarde ocupará un lugar central tras el Irangate y el 11 de septiembre. McCord era miembro de una pequeña unidad de reserva de la fuerza aérea estadounidense en Washington, unidad dependiente de la Oficina de Preparación para Crisis (OEP, siglas de Office of Emergency Preparedness). Aquella unidad estaba encargada «de confeccionar la lista de extremistas y de organizar planes de urgencia para censurar los medios de prensa y el correo postal en Estados Unidos en periodo de conflicto armado». Su unidad formaba parte del Programa de Seguridad de la Información en Tiempo de Guerra (WISP, siglas de Wartime Information Security Program) que tenía la responsabilidad de activar «los planes de urgencia para imponer la censura de la prensa, de los correos y de todas las telecomunicaciones (incluyendo las comunicaciones gubernamentales), así como para encerrar de forma preventiva a los civiles que representen «riesgos securitarios» poniéndolos en «campos militares». En otras palabras, se trata de los mismos planes identificados en los años 1980 bajo la denominación de Proyecto Juicio Final –los planes de Continuidad del Gobierno (COG, siglas de Continuity of Government) en los que trabajaron Dick Cheney y Donald Rumsfeld han venido trabajando de conjunto durante los 20 años anteriores al 11 de septiembre de 2001.

El Proyecto Juicio Final y la COG, denominador común de los eventos profundos estructurales

 

La participación de James McCord en un sistema de planificación de urgencias encargado de [censurar] las telecomunicaciones sugiere [la existencia de] un denominador común tras prácticamente todos los eventos profundos que estudiamos. Oliver North –en la organización del Irán-Contras, Oliver Nort era el hombre de confianza del tándem Reagan-Bush dentro de la Oficina de Preparación para Crisis (OEP)– estuvo implicado también en ese tipo de planificación, y tenía acceso a la red nacional supersecreta de comunicación del Proyecto Juicio Final.

La red de North, conocida con el nombre de Flashboard, «excluía a los demás funcionarios que tenían puntos de vista opuestos […] [y] disponía de su propia red informática mundial dedicada al antiterrorismo, […] a través de la cual sus miembros podían comunicarse exclusivamente entre sí y con sus colaboradores en el extranjero».

Oliver North y sus superiores utilizaron Flashboard en operaciones especialmente sensibles, que debían permanecer secretas para los demás miembros –sospechosos u hostiles– de la administración de Washington.

Dichas operaciones incluían entregas ilegales de armas a Irán y otras actividades, algunas de las cuales siguen siendo hoy desconocidas, que incluso pueden haber tenido como blanco la Suecia de Olof Palme.

Flashboard, la red de urgencia de los años 1980 en Estados Unidos, era en 1984 y 1986 el nombre que identificaba la red operativa de la COG [Continuidad del Gobierno]. Dicha red fue planificada en secreto durante 20 años por un equipo que incluía a Dick Cheney y Donald Rumsfeld, y su costo total fue de varios miles de millones de dólares. El 11 de septiembre de 2001, los dos hombres que desde hacía tanto tiempo la habían planificado volvieron a activarla.

Ya en 1963 se perciben indicios del Proyecto Juicio Final, cuando Jack Crichton, jefe de la 488ª unidad de reserva de la Inteligencia Militar, participó en él, en su condición de jefe de inteligencia para la Protección Civil de Dallas, desde el Centro Subterráneo de Operaciones de Urgencia. Russ Baker cuenta que «dado que debía permitir garantizar la “continuidad del gobierno” en caso de ataque, [el centro] había sido enteramente equipado con material de comunicación». Un discurso pronunciado en la inauguración del centro, en 1961, proporciona más detalles:

«Este Centro de Operaciones de Urgencia forma parte del Plan Nacional tendiente a conectar las agencias gubernamentales federales, provinciales y locales a través de una red de comunicación a partir de la cual será posible dirigir las operaciones de salvamento en caso de urgencia local o nacional. Es parte esencial del Plan operacional de supervivencia, tanto a nivel federal como provincial y local.»

En otras palabras, Jack Crichton, al igual que James McCord, Oliver North, Donald Rumsfeld y Dick Cheney después de él, formaba parte de lo que en los años 1980 se llamó Proyecto Juicio Final. Pero el objetivo de ese programa se amplió considerablemente en 1988: ya no se trataba sólo de prepararse para un ataque nuclear, sino de planificar la suspensión efectiva de la Constitución de los Estados Unidos ante cualquier tipo de urgencia nacional. Este cambio, introducido en 1988, permitió la aplicación de la COG el 11 de septiembre de 2001. Hasta aquel momento, el Proyecto Juicio Final se había desarrollado hasta convertirse en lo que el Washington Post llamó «un gobierno de la sombra que ha evolucionado basándose en “planes de continuidad de las operaciones” preparados desde hace mucho tiempo atrás».

Está claro que la Oficina de Preparación para Crisis (la OEP, conocida entre 1961 y 1988 bajo el nombre de Oficina para la Planificaron de Urgencias) nos proporciona un denominador común a la hora de identificar a los personajes claves que se hallan tras prácticamente todos los hechos estructurales analizados en este artículo. Queda mucho camino por recorrer antes de que se logre comprobar si la propia OEP (además de los individuos aquí mencionados) fue el origen de alguno de esos hechos. Creo, sin embargo, que las redes alternativas de comunicaciones internas de la OEP (que más tarde serán incorporadas al Proyecto 908) han desempeñado un papel significativo al menos en 3 eventos profundos: el asesinato de John F. Kennedy, el Irangate y el 11 de septiembre.

Lo anterior se demuestra fácilmente en el caso del 11 de septiembre, donde ya se sabe que Dick Cheney aplicó los planes de Continuidad del Gobierno del Proyecto Juicio Final el 11 de septiembre de 2001, incluso antes de que se estrellara el último de los 4 aviones secuestrados. La Comisión Investigadora sobre el 11 de septiembre fue incapaz de encontrar los registros que hubiesen permitido reconstruir las principales decisiones que tomó Cheney aquel día, lo cual parece indicar que dichas decisiones sólo pudieron elaborarse a través del «teléfono seguro» situado en el túnel que conduce al bunker presidencial –tan secreto que la Comisión Investigadora sobre el 11 de septiembre nunca pudo obtener las grabaciones telefónicas. Probablemente se trataba de un teléfono del programa de la COG.

En realidad no se sabe si el «teléfono seguro» del túnel de la Casa Blanca pertenecía al Servicio Secreto o si, como cabe esperar, era parte de la red segura de la Agencia de Comunicaciones de la Casa Blanca (WHCA, siglas de White House Communications Agency). De ser correcta la segunda hipótesis nos encontraríamos entonces ante una importante similitud entre el 11 de septiembre y el asesinato del presidente Kennedy. En efecto, la WHCA afirma en su sitio web que dicha agencia fue «un elemento clave en la documentación sobre el asesinato del presidente Kennedy».

Sin embargo, no resulta fácil comprender quién compiló esa documentación ya que la Comisión Warren no logró que se le diera acceso a los registros y transcripciones de la WHCA.

El Servicio Secreto había instalado un transmisor de radio portátil de la WHCA en el vehículo que encabezaba el cortejo presidencial. Este utilizaba también la radio de la policía para mantenerse en contacto con el auto-piloto, en el que se hallaba George Lumpkin, director adjunto del Departamento de Policía de Dallas (DPD) y miembro de la 488ª unidad de reserva de la Inteligencia Militar.

Las grabaciones de las comunicaciones WHCA del convoy nunca fueron entregadas a la Comisión Warren, ni tampoco a la comisión sobre los asesinatos creada por la Cámara de Representantes ni al Comité de Estudio de los Archivos sobre Asesinatos [ARRB, siglas de Assassination Records Review Board]. Por lo tanto, no podemos determinar si dichas grabaciones pudieran explicar algunas de las anomalías comprobadas en los dos canales del Departamento de Policía de Dallas. Por ejemplo, dichas grabaciones habrían permitido aclarar la llamada de origen desconocido que grabó la policía de Dallas. Dicha llamada proporcionó la descripción de un sospechoso exactamente de la misma estatura y el mismo peso –erróneos por demás– que aparecían en los expedientes del FBI y la CIA sobre Oswald.

En este año 2011, vivimos aún bajo el estado de urgencia proclamado por el presidente Bush desde el 11 de septiembre de 2001. En todo caso, ciertas disposiciones de la COG siguen en vigor, y fueron incluso reforzadas por Bush a través de la Directiva Presidencial 51 (PD-51) de mayo de 2007. El Washington Post comentaba en aquel entonces la PD-51 en los siguientes términos:

«Después de los atentados de 2001, Bush nombró un centenar de altos funcionarios civiles, entre ellos a Cheney, para que se turnaran en secreto durante varias semanas, o varios meses, en instalaciones de la COG situadas fuera de Washington, para garantizar la supervivencia de la nación. Constituyen así un gobierno de la sombra que ha evolucionado en base a ‘planes para la continuidad de las operaciones’ preparados desde hace mucho tiempo.»

Es posible que este «gobierno de la sombra» haya definido los objetivos finales de los proyectos de la COG ya previstos desde hace tiempo, como por ejemplo la vigilancia sin mandato [judicial], sobre todo gracias a la Patriot Act. Las controvertidas disposiciones de esta legislación ya habían sido puestas en aplicación por parte de Cheney y de otros funcionarios, incluso mucho antes de que el proyecto de ley llegara al Congreso, el 12 de octubre de 2001.

Otros proyectos de la COG que fueron puestos en práctica incluían la militarización y la vigilancia interna bajo la dirección del NORTHCOM, así como el proyecto del Departamento de Seguridad Interna llamado Endgame –un plan decenal de ampliación de los campos de detención que sólo en el ejercicio fiscal correspondiente al año 2007 alcanzó un costo de 400 millones de dólares.

Tengo, por consiguiente, una recomendación para el movimiento Occupy, que muy justamente se rebela en contra de los excesos plutocráticos que Wall Street ha cometido durante las últimas tres décadas. Mi recomendación es llamar a que se ponga fin al estado de urgencia que se mantiene en vigor desde el año 2001. En virtud de ese estado de urgencia, desde el año 2008 una brigada de combate del ejército estadounidense se mantiene permanentemente en posición, en Estados Unidos, en parte para que esté lista «a contribuir al control de las multitudes y de disturbios sociales».

Los amantes de la democracia deben hacer todo lo posible por evitar que la crisis política que actualmente se desarrolla en Estados Unidos se resuelva por la vía militar.

Yo diría, en conclusión, que desde hace medio siglo la política estadounidense ha sido influenciada y se ha visto alterada por la no-solución del asesinato de Kennedy. Según un memorándum del 25 de noviembre de 1963, redactado por el fiscal general adjunto Nicholas Katzenbach, en aquel entonces era importante convencer a la opinión pública de que «el asesino era Oswald» y de que «no había cómplices». Por supuesto, esta prioridad se hizo más importante aún después de la adopción simultánea de esas dudosas proposiciones por parte de la Comisión Warren, de las instituciones estadounidenses y de la prensa dominante.

Esta disimulación de la verdad se ha convertido desde entonces en una embarazosa prioridad para todas las administraciones posteriores, incluyendo a la actual. En ese sentido podemos citar, por ejemplo, el caso de Todd Leventhal, funcionario del Departamento de Estado –bajo la administración Obama– cuya función oficial consistía –hasta hace poco– en defender la tesis del loco solitario en respuesta a las tesis de los llamados «conspiracionistas».

Si Oswald no fue un asesino solitario, no sería sorprendente que existiese un vínculo entre quienes falsificaron los informes sobre él y quienes han deformado la política de Estados Unidos en los posteriores eventos profundos, empezando por el Watergate.

Desde los eventos profundos de 1963, la legitimidad del sistema político de los Estados Unidos se ha visto atrapada en una mentira que los eventos profundos posteriores han ayudado a proteger.

 

Peter Dale Scott

 

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Invitado Mariano67

Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

¿Será verdad o es solo para vender libros?

 

Internacional

Ex becaria de la Casa Blanca revela que perdió virginidad con Kennedy

 

La mujer publicó un escandaloso libro. El paralelismo con el caso Clinton-Lewinsky.

 

07.02.2012 | 10:26

 

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La portada del polémico libro, sobre la imagen de John F. Kennedy

Foto: AFP/Amazon

 

Antes de Bill Clinton y Monica Lewinsky, existieron John F. Kennedy y Mimi Alford, una ex becaria de la Casa Blanca que ahora reveló, en un libro que saldrá a la venta esta semana, cómo perdió su virginidad en los años 60 con el entonces presidente de Estados Unidos.

 

En sus memorias, "Once Upon a Secret: My Affair With President John F.Kennedy and His Aftermath", Alford, actualmente una abuela jubilada de 69 años, recuerda cuando llegó a su puesto de becaria en la oficina de prensa de la Casa Blanca en el verano de 1962, con apenas 19 años, convirtiéndose apenas cuatro días después en la última amante del mandatario.

 

La relación entre ambos, que duró 18 meses según la agencia ANSA, inició cuando la joven fue invitada a la piscina de la residencia presidencial, según algunos extractos del libro divulgados por The New York Post. Ese día el entonces presidente de Estados Unidos la acompañó a un tour privado por la Casa Blanca que acabó en el dormitorio de Jacqueline Kennedy, donde ambos mantuvieron su primera relación sexual, según narra la mujer.

 

Kennedy le preguntó si era virgen y ella asintió. En la cama de la primera dama, Mimi Alford perdió su virginidad, siempre según lo publicado por The New York Post. El presidente además le pidió una vez a la joven que mantuviese SEXO oral con un asistente e insistió también en que tomase drogas. A lo largo de su relación, lo llamó siempre "Señor Presidente". "Nunca nos besamos", afirmó a la agencia AFP, evocando la "distancia" que existió siempre entre ellos.

 

JFK "se cambiaba la camisa seis veces al día porque odiaba sentirse sudado o sucio", escribió Mimi Alford, relatando cómo ambos solían escuchar juntos Tony Bennett y Frank Sinatra. La mujer asistió también a uno de los momentos más difíciles de la presidencia de Kennedy, la crisis de los misiles con Cuba. Durante 13 días Estados Unidos y Rusia se encontraron en una situación de parálisis y Mimi estuvo al corriente de cosas que muchos ignoraban: "Prefiero a mis hijos rojos que muertos", dijo en aquella ocasión el presidente estadounidense.

 

La última vez que se vieron fue en el hotel Carlyle de Manhattan el 15 de noviembre de 1963. "Me tomó entre sus brazos y me susurró que le gustaría que fuese con él a Texas", escribió Mimi. "Luego me dijo 'te llamo a la vuelta'", agregó la mujer en su libro. Siete días después JFK era asesinado en Dallas

 

Ex becaria de la Casa Blanca revela que perdió virginidad con Kennedy - Internacional - Perfil.com

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Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

...

 

... muy interesante este tema, aca le dejo mi aporte.

 

 

El Homicidio en primer grado con dolo enventual de Kennedy

Los motivos del homicidio en primer grado con dolo eventual de J. F. Kennedy han sido objeto de virulentas especulaciones desde noviembre de 1963. Sabemos que el joven presidente se preparaba para escoger su propia orientación en relación a cuestiones de gran importancia estratégica, lo que le colocaba en fuerte oposición con los poderosos intereses políticos y financieros del Establishment.

No era un buen “socio” y una de las causas de su asesinato fue que dio de baja, después de su toma de posesión en 1961, al todopoderoso jefe de la CIA Allen Dulles, que acababa de sufrir un revés en la operación de “Bahía de los Cochinos” (se trataba de exilados cubanos que no pudieron aterrizar en la “Bahía de los Cochinos”, en Cuba, en abril de 1961). Además tenía prevista la retirada de algunos consejeros americanos ( Advisors) del Vietnam. En efecto, les ordenó retirarse en octubre de 1963. Y lo que

más molestó al establishment fue el hecho de que Kennedy quería claramente reducir las actividades militares de la CIA en el sudeste asiático. El 18 de julio de 1963 notificó al Congreso que intentaba aplicar toda una serie de disposiciones para acabar con el déficit de pagos de Estados Unidos. Quería reactivar la exportación de mercancías industriales y aumentar los impuestos sobre las posesiones de los ciudadanos americanos en el extranjero. Los impuestos impagados sobre el capital

invertido en el extranjero serían aumentados hasta en un 15% anual. Eso

representaba, evidentemente, una desventaja a más para los banqueros

internacionales. Kennedy habría sido, ¡y hasta qué punto!, el hombre que se necesitaba

para defender los derechos del pueblo.

Si queremos tener en cuenta otro motivo mucho más importante, dejemos de nuevo, aunque brevemente, el sector de la política. Tiene que ver con el hallazgo del platillo volante que se estrelló el 2 de julio de 1947 en Rosswell, Nuevo México. En este disco se descubrieron cuatro pequeños humanoides. Hubo 92 testigos, 35 de primera mano (pertenecientes al personal de la Fuerza Aérea). El 13 de febrero encontraron otra nave espacial en los alrededores de Azteca, en Nuevo México. La segunda caída de otro disco en la misma región tuvo lugar el 25 de marzo de 1948 en el Heart Canyon. El disco tenía 33m de diámetro y estaba fabricado con un metal que nunca se había visto antes; en él se encontrados 16 muertos que medían cerca de 1,20m. En 1949

encontraron otro disco en Rosswell, y uno de los pasajeros había sobrevivido. Un

oficial de aviación recibió la orden de trasladarlo a Los Álamos donde en aquella época se encontraban las instalaciones más seguras del ejército estadounidense. Describieron al pasajero como un humanoide reptiloide con ciertas características propias de los insectos. Lo denominaron simplemente EBE ( Extraterrestrial Biological Entity). EBE relató que los de su raza visitaban la Tierra desde hacía

25.000 años, que venían de un sistema con

estrella doble, que su planeta era desértico y su

sol amenazaba con desaparecer. Dijo también que

disponían de bases subterráneas en diferentes

países de la tierra. EBE enseñó al joven coronel

que le había acompañado la existencia de la reencarnación y la supervivencia del alma,

que corresponden a las leyes del Universo. Todo fue anotado y recopilado bajo el

código Yellow Book. Se intentó contactar con la raza EBE, pero sin éxito. Ese proyecto

tenía el nombre de SIGMA. A finales de 1951, EBE enfermó gravemente. Como las funciones biológicas de su cuerpo dependían del suministro de clorofila, llamaron a un botánico, el Dr. Guillermo Mendoza, para tratarlo. EBE permaneció en Los Álamos

hasta su muerte, acaecida el 18 de junio de 1952, “por motivos desconocidos”. El coronel que se ocupaba de él lloró con su muerte. Lo había amado como a un hijo.

Más tarde, bajo el proyecto Robertson-Panel, llevaron el acontecimiento al cine. La

película se títuló E.T.. Este film de ciencia ficción tenía por finalidad familiarizar al

público con este tipo de realidad.

El 6 de diciembre de 1950, otro disco (de 30m de diámetro) cayó cerca de Laredo, en

Texas. Entre los destrozos encontraron un pasajero calcinado de 1,30m con una

cabeza extremadamente grande. Ese incidente suscitó una viva emoción cuando se

divulgaron las fotos. En mayo de 1953, recuperaron otro disco en Kingman, Arizona,

que medía solamente 10m de diámetro. En él había 4 muertos, que, como los otros,

fueron enviados a la Wright Patterson Air Force Base (Hangar 18). (Como tan

justamente dicen los americanos: Reality is sometimes stranger than fiction! - ¡La

realidad supera a veces a la ficción!).

Desde la primera caída se crearon varias organizaciones secretas para ocuparse de

todo lo relacionado con los Ovnis. La más importante fue la operación Majestic 12,

fundada el 12 de septiembre de 1947 por el presidente Truman, y de la cual dependían

todos los otros proyectos ( Majesty es el nombre en clave para el presidente). Entre

los miembros estaban el Dr. Vannevar Bush, consejero científico del presidente; el

ministro de la Defensa Forestal y, más tarde, Nelson Rockefeller, Allen Dulles, jefe

de la CIA y J. Edgar Hoover, jefe del FBI. Los otros formaban parte del CRF. Los

doce eran también miembros del Jason Society o Jason- Scholars, la elite de la orden

Skull & Bones. La sede del grupo, situada en Maryland, es accesible solamente por vía

aérea y es conocida entre los círculos de los iniciados por el nombre de Country Club.

Page 1 - Cover Page of Briefing Document : Operation Majestic 12 (42k)

Page 2 - Briefing Document for Pres. Dwight D. Eisenhower prepared 11/18/52 (82k)

Page 3 - Briefing Document continued (111k)

Page 4 - Briefing Document continued (107k)

Page 5 - Briefing Document continued (102k)

Los proyectos concebidos bajo la dirección del Majestic 12 eran, entre otros, los

siguientes:

1. El proyecto MAJI (Majority Agency for Joint Intelligence): ese servicio

reunió todas las informaciones concernientes a los servicios secretos. MAJIC

significa controlado por MAJI. Todas las informaciones y desinformaciones a

propósito de los OVNIs y de los extraterrestres son elaboradas por MAJI, en

colaboración con la CIA, la NSA, el DIA (servicio de informaciones de la

defensa del país) y el Naval Intelligence (servicio secreto de la marina);

2. El proyecto SIGN relativo al estudio de los fenómenos Ovni. Más tarde, ese

proyecto tomó el nombre de:

3. proyecto GRUDGE (quizás debido a las numerosas partes de cuerpos humanos

que fueron encontrados en dos de las naves);

4. El proyecto Blue Book: se refiere al rescate de objetos voladores caídos en

tierra, y de acuerdo con el proyecto Robertson-Panel, tiene como objetivo

desinformar intencionadamente al público;

5. El proyecto SIGMA: trata de la comunicación con la raza de EBE;

6. El proyecto Snowbird: se refiere a la tecnología de los objetos voladores

extraterrestres para intentar pilotar uno de esos objetos;

7. El proyecto Aquarius: sirve de cobertura para coordinar los programas de

investigación y de contacto con los extraterrestres;

8. El proyecto GARNET: estudia la influencia de los extraterrestres sobre la

evolución humana;

9. El proyecto POUNCE: que trata de los despojos de las cosmonaves que cayeron

y de los exámenes biológicos realizados en los cuerpos de los pasajeros;

10. El proyecto Redlight: decide los ensayos a realizar en vuelo con las naves

espaciales que fueron encontradas o que fueron dejadas a la disposición por los

extraterrestres. Ese proyecto se lleva a cabo actualmente en la zona del Área

51, Groom Lake, Nevada;

11. El proyecto Luna: nombre en clave para la base extraterrestre en la Luna, que

fue observada y filmada por los astronautas del Apolo. Ahí explotan una mina y

guardan las grandes astronaves en forma de cigarro;

12. Las Delta Forces: son unidades especialmente formadas para estos proyectos.

Según la información de William Cooper y George Segal, la CIA habría sido creada

especialmente para disimular la existencia de los extraterrestres.

¿Qué esperan pues de nosotros los extraterrestres?

¿Por qué no se dirigen a los dirigentes o al presidente de un país? ¡Ya lo hicieron! ¡Y

fueron muchos los que lo hicieron!

No solamente fueron George Washington y Abraham Lincoln quiénes afirmaron haber

sido contactados por extraterrestres. El presidente Roosevelt habría tenido, en 1934,

con ocasión de un crucero en el Pensilvania por el Pacífico, un encuentro arreglado por

Nicola Tesla con los pasajeros de un disco volador. También el presidente Truman

habría mantenido una entrevista personal con extraterrestres el 4 de julio de 1945.

A principios de este siglo algunos de los hijos de los Rothschild dieron a entender que

sus padres habrían encontrado a los pasajeros de un OVNI. Pero los informes de que

disponemos proceden sólo de personas separadas que aceptaron contarlos y ponerlos

por escrito.

Sin embargo existen pruebas concretas de los encuentros del presidente Dwight D.

Eisenhower. Michael Hesemann escribió a este respecto:

"Según trasciende de los informes elaborados por las personas en contacto con los extraterrestres, estos últimos, desde su aparición masiva sobre Washington en

verano de 1952, tuvieron contacto con el gobierno americano." [...] Además,

encargaron a diferentes personas, entre ellas a George von Tassel, que enviasen

mensajes al presidente. Tras las presidenciales de otoño de 1952, fue el general

Dwight D. Eisenhower quién ocupó el cargo de presidente. Anteriormente, durante su carrera militar, ya se hallaba al corriente de las caídas de Ovnis en Rosewell, Azteca y Laredo, ocurridas entre 1947 y 1950. Después de su elección el 18 de noviembre de 1952, recibió un informe sobre la situación de la comisión gubernamental “Majestic 12”, que había sido encargada por su predecesor Truman para examinar los destrozos de los Ovnis recuperados. La comisión recomendó al presidente secreto absoluto por razones de “seguridad nacional”. [...]

El lugar escogido para que Eisenhower estableciese contacto fue la Base Edwards de

la Fuerza Aérea (MUROC) en California. En aquel lugar se habían desarrollado ya

demostraciones de Ovnis desde hacía meses y, como veremos, incluso años:

• el 8 de julio de 1947: cuatro diferentes objetos no

identificados en forma de disco fueron vistos sobre MUROC

AFB, y en el terreno de ensayos secretos de Rogers Dry Lake;

• el 31 de agosto de 1948: un gran objeto con una cola de

llamas azules con una longitud de más de 1 Km., pasó sobre

MUROC a 17.000m de altitud;

• el 14 de julio de 1950: un piloto de la marina y diferentes

pilotos civiles observaron una astronave en forma de cigarro a 40 Km. al este de

MUROC;

• el 10 de agosto de 1950: Robert E. Wykoff, físico de la marina, observó con su

telescopio un gran objeto en forma de disco que maniobró cerca de Edwards;

• el 30 de septiembre de 1952: el fotógrafo especializado Dick Beemer y dos otros

testigos observaron dos objetos en forma de bola ligeramente achatada, maniobrando

por encima de Edwards. UFO - Die Kontakte (Ovnis - El “contacto”) P. 55 y siguientes.

El veinte de febrero de 1954 fue el "día D". Ese acontecimiento está confirmado por

filmaciones y por diferentes testimonios, entre ellos el de Gerald Light, del poderoso

grupo de medios de comunicación CBS; el conde de Clancerty, miembro de la Cámara

Alta de los Lores en Inglaterra; William Cooper, ex agente secreto y autor del libro Behold a Pale Horse; Paul Salomón,

miembro del personal del ejército del aire, y muchos otros que por aquel entonces

estaban destinados en MUROC/Edwards.

Ese día todos los oficiales, incluso el comandante, corrieron a la torre de control para

observar un gran disco de entre 80m a 100m de diámetro que planeaba encima de la

pista de aterrizaje. Se quedaron observando durante horas hasta que todos en la

base, del primero al último, estuvieron al corriente. El disco realizaba maniobras de

vuelo que desafiaban todas las reglas de la física; se desplazaba de abajo hacia arriba,

de uno a otro lado, en ángulo recto, etc.

Algo más tarde se congregó un total de cinco objetos voladores, tres en forma de

disco y dos en forma de cigarro. El presidente Eisenhower llegó a la base en avión; en aquellos

momentos estaba realizando un tratamiento cerca de Palm Springs. Tanto él como

todo el personal de la base fueron testigos del descenso de un pequeño grupo de

ocupantes, que se aproximaron a ellos. Tenían aspecto humanoide, con un tamaño

similar al de los seres humanos, eran rubios y hablaban inglés. Ofrecieron su ayuda

para el desarrollo espiritual de la humanidad con la condición, dijeron, de que

aceptásemos destruir nuestras armas atómicas. No estaban dispuestos a poner su

tecnología a nuestra disposición, ya que ni siquiera éramos capaces de utilizar la

nuestra como humanos responsables.

Pensaban que cualquier nueva tecnología sólo serviría para matarnos mutuamente. Esa

raza explicó que estábamos en una vía de autodestrucción, que debíamos parar de

destruirnos, de contaminar la Tierra, de explotar las riquezas mineras. Que

deberíamos vivir en armonía con la creación. Era vital para nosotros aprender a

considerarnos como ciudadanos de una familia planetaria y que teníamos el deber de

comportarnos como tales. Debíamos abandonar lo más rápido posible nuestra creencia

de poder actuar como nos diera la gana. No podríamos entrar en contacto con ellos

sino empezábamos a comportarnos como ciudadanos de un sistema planetario. También

ellos formaban parte de esta familia planetaria, y así es como debíamos tratarlos, a

ellos y a todos nuestros semejantes sobre la Tierra. Cuando hubiésemos aprendido a

mantener relaciones de paz con todas las otras naciones, podríamos acceder a

mantener relaciones interplanetarias.

Todos los presentes se mostraron de lo más escépticos frente a este lenguaje,

principalmente en lo que se refería a la exigencia imperativa de desarme nuclear.

Nadie imaginaba que el desarme pudiese ser uno de los intereses de Estados Unidos.

Todos temían encontrarse indefensos frente a los extraterrestres. ¡La oferta fue

rechazada! Los extraterrestres declararon entonces que continuarían manteniendo

contacto sólo con individuos separados en tanto los humanos no les aceptasen. Fue

entonces cuando realizaron una demostración de sus posibilidades técnicas, que

llenaron de respeto al presidente, que se mantenía allí paralizado, y a su círculo.

Mostraron sus cosmonaves al presidente y demostraron también su capacidad de

volverse invisibles. ¡Eisenhower estuvo a punto de sufrir un colapso! Nadie podía verlos, pero todos sabían

que estaban allí. Acto seguido los extraterrestres entraron en sus naves y

despegaron.

El astronauta americano Gordon Cooper confirmó el acontecimiento y contó que

durante su servicio vio una filmación mostrando un aterrizaje de Ovnis en una base de

la fuerza aérea en California, en los años 50. En los libros de Michael Hessemann

UFOS - Die Beweise (Ovnis - Las pruebas) y UFOS - Die Kontakte (Ovnis - El

contacto) encontraréis toda la historia en sus más mínimos detalles así como las

respuestas a todos los cómos y los por qués. Se tomó el trabajo de hacer un resumen

de más de 50 libros, especialmente de libros americanos, y de documentarlos con

numerosas y excelentes fotos. UFOS – Die Beweise contiene los documentos secretos

de la CIA que quedaron accesibles al público gracias al Freedom of Information Act

después treinta años de secretismo. Hubo otros contactos gubernamentales, pero

sería necesario tener conocimiento de todos esos contactos para tener una visión de

la diversidad de temas referentes a los Ovnis. Existen también vídeos que contienen

en particular el aterrizaje de una nave en 1964, en la base de la fuerza aérea

Holloman.

Volvamos ahora a Kennedy quién quiso hacer públicas las informaciones referentes a los OVNIS.

Tras haber sido elegido presidente y haber sido puesto al

corriente en relación a los Ovnis recuperados y a los proyectos secretos que incluían

el estudio de supervivientes, quiso hacer públicas las informaciones. Forestal, Ministro

de Defensa y miembro del Majestic 12, ya lo había intentado antes; fue arrojado por

la ventana del hospital con una sábana alrededor del cuello el 22 de mayo de 1949.

Kennedy tuvo derecho a un trato similar. Fue

asesinado el 22 de noviembre de 1963 en

Dallas, Texas.

El primer tiro de fusil vino efectivamente del

tejado del almacén, pero no fue mortal. El tiro

mortal provino del conductor de su propio

coche, el agente de la CIA William Greer, que

apuntó a la cabeza de Kennedy con un arma

reglamentaria de la CIA. Si visionamos el film

original del atentado a cámara lenta y

prestamos atención al conductor, se ve

claramente cómo se vuelve con el arma en la mano, y es entonces cuando la parte

posterior de la cabeza de Kennedy estalla.

En las películas proyectadas en la mayoría de países occidentales no aparece el

conductor. El 21 de noviembre de 1993 durante una emisión de la ARD (primera cadena

de televisión alemana), " Spigel TV", intentaba convencer a los telespectadores que el

atentado no tenía nada que ver con la CIA; casi al mismo tiempo la RTL difundía una

noticia contraria. Sin hablar de los comentarios, en las dos cadenas mostraron la

filmación completa una sola vez. En las películas siguientes ya no estaba el chofer.

Pero quién sabía donde fijar su atención podía reconocer al conductor en el film

original disparando con su arma.

John Lear, hijo de Lear Aircraft (y hoy en día propietario) considerado como el mejor

piloto de la fuerza aérea norteamericana (con 17 récords mundiales), encontró en

Japón, entre otras, tres películas originales. Las hizo analizar por ordenador para

comprobar su autenticidad. En la actualidad él mismo y William Cooper, ex miembro de

la Naval Intelligence (servicio secreto de la marina), y autor de Behold a Pale Horse,

dan conferencias en Estados Unidos, pudiendo conseguirse las películas originales a

través suyo.

William Cooper perdió la pierna derecha a causa de esta película: En 1973 fue víctima

de un atentado. La televisión japonesa emitió en diversas ocasiones las películas

originales en los noticieros de las horas de mayor audiencia. El análisis por

computadora permitió identificar el arma y la describió como de un calibre especial

utilizado por la CIA. En cuanto a la bala, se trataba igualmente de un proyectil

especialmente diseñado para la CIA, que explotó en el cerebro de Kennedy y

provocando su desintegración.

En la preparación del atentado habrían participado los miembros de la CIA Orlando

Bosch, E. Howard Hunt, Frank Sturgis y Jack Rubenstein (alias Jack Ruby). En

agradecimiento, la CIA liquidó las enormes deudas de juego de Ruby.

Lee Harvey Oswald, que también había pertenecido a la CIA, en el momento del

atentado trabajaba para Jack Ruby. Su muerte fue programada. Jack Ruby lo mató

antes de que pudiese demostrar su inocencia. Habían encontrado al culpable y no podía

probar lo contrario.

La CIA odiaba a Kennedy. Según la CIA, él era el responsable del mal cariz que

tomaron los proyectos concernientes al Vietnam, a Cuba y a los Ovnis. Un colaborador

de la CIA que había participado en la operación de “Bahía de Cochinos”, dijo que todas

las personas que trabajaban en su sector se levantaron y aplaudieron en cuanto

supieron la noticia de la muerte de Kennedy. En las audiencias ante el comité especial

para atentados, quedaron revelados numerosos de esos hechos, pero según la Ley de

Seguridad del Estado americano, los archivos están cerrados hasta 2029. Después de

esas audiencias se prohibió a la CIA cualquier operación encubierta en el interior de

Estados Unidos. (¿Alguien cree que lo ha cumplido?)

Todos los testigos de la conspiración fueron asesinados o murieron de un cáncer

fulminante que se les habría provocado. Por ejemplo, el conductor que había disparado

murió apenas tres semanas después del atentado.

Según el Informe de la Comisión Warren (Warren-Commission-Report), informe oficial

del atentado contra Kennedy, Lee Harvey Oswald habría sido el único asesino. Fue lo

que pudimos leer, nueve horas más tarde, en todos los diarios americanos.

La conspiración de la CIA y del “Comité de los 300” fue mantenida en silencio por una

buena razón: el establishment había sido muy eficaz en controlar a las agencias de

prensa.

Este es un ejemplo, entre otros, que prueba que naciones enteras reciben durante

décadas informaciones erróneas, hasta el día en que un investigador

valeroso se toma la molestia de hacer averiguaciones.

Robert F. Kennedy, hermano de J. F. Kennedy, que también

representaba un obstáculo para el establishment, murió el 5 de junio de

1968, justo antes de que ganase las elecciones presidenciales. En

esta ocasión, el único asesino fue Sirhan Sirhan. Se hallaba bajo los efectos de una

droga preparada por la CIA para esta circunstancia especial. Para asegurar que Sirhan

Sirhan no errase su objetivo, el guarda espaldas de Howard Hughes disparó la “bala

suplementaria” que más tarde fue encontrada en la cabeza de Robert Kennedy. Según

palabras del juez de instrucción, apoyándose en las pruebas balísticas, la boca del

arma debía hallarse entre 5 y 8 cm. de la cabeza de Kennedy; mientras que el arma de

Sirhan estaba a más o menos a 30 cm. Eso también fue ocultado al público. Sin

embargo, las publicaciones internas de la CFR y de la orden Skull & Bones contenían

esas informaciones. Según el nº 12 de los Protocolos ( de los sabios de sion ), es necesario eliminar a las

personas que constituyen un obstáculo para el “plan”.

En el libro de William Cooper Behold a Pale Horse se encuentra la historia completa

del atentado con nombres, datos y hechos concretos, así como las relaciones

mantenidas por Estados Unidos con los extraterrestres.

Las fuentes del anterior texto se pueden leer dentro del mismo cuyo autor alemàn se identifica con el pseudonimo de; JAN VAN HELSIG

Saludos cordiales.

"Me agrada poner mi ocio al servicio de los demas".

Enlace al comentario
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Invitado Mariano67

Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

... muy interesante este tema, aca le dejo mi aporte.

 

 

El Homicidio en primer grado con dolo enventual de Kennedy

 

Los motivos del homicidio en primer grado con dolo eventual de J. F. Kennedy han sido objeto de virulentas especulaciones desde noviembre de 1963. Sabemos que el joven presidente se preparaba para escoger su propia orientación en relación a cuestiones de gran importancia estratégica, lo que le colocaba en fuerte oposición con los poderosos intereses políticos y financieros del Establishment.

 

No era un buen “socio” y una de las causas de su asesinato fue que dio de baja, después de su toma de posesión en 1961, al todopoderoso jefe de la CIA Allen Dulles, que acababa de sufrir un revés en la operación de “Bahía de los Cochinos” (se trataba de exilados cubanos que no pudieron aterrizar en la “Bahía de los Cochinos”, en Cuba, en abril de 1961). Además tenía prevista la retirada de algunos consejeros americanos ( Advisors) del Vietnam. En efecto, les ordenó retirarse en octubre de 1963. Y lo que

más molestó al establishment fue el hecho de que Kennedy quería claramente reducir las actividades militares de la CIA en el sudeste asiático. El 18 de julio de 1963 notificó al Congreso que intentaba aplicar toda una serie de disposiciones para acabar con el déficit de pagos de Estados Unidos. Quería reactivar la exportación de mercancías industriales y aumentar los impuestos sobre las posesiones de los ciudadanos americanos en el extranjero. Los impuestos impagados sobre el capital

invertido en el extranjero serían aumentados hasta en un 15% anual. Eso

representaba, evidentemente, una desventaja a más para los banqueros

internacionales. Kennedy habría sido, ¡y hasta qué punto!, el hombre que se necesitaba

para defender los derechos del pueblo.

 

Si queremos tener en cuenta otro motivo mucho más importante, dejemos de nuevo, aunque brevemente, el sector de la política. Tiene que ver con el hallazgo del platillo volante que se estrelló el 2 de julio de 1947 en Rosswell, Nuevo México. En este disco se descubrieron cuatro pequeños humanoides. Hubo 92 testigos, 35 de primera mano (pertenecientes al personal de la Fuerza Aérea). El 13 de febrero encontraron otra nave espacial en los alrededores de Azteca, en Nuevo México. La segunda caída de otro disco en la misma región tuvo lugar el 25 de marzo de 1948 en el Heart Canyon. El disco tenía 33m de diámetro y estaba fabricado con un metal que nunca se había visto antes; en él se encontrados 16 muertos que medían cerca de 1,20m. En 1949

encontraron otro disco en Rosswell, y uno de los pasajeros había sobrevivido. Un

oficial de aviación recibió la orden de trasladarlo a Los Álamos donde en aquella época se encontraban las instalaciones más seguras del ejército estadounidense. Describieron al pasajero como un humanoide reptiloide con ciertas características propias de los insectos. Lo denominaron simplemente EBE ( Extraterrestrial Biological Entity). EBE relató que los de su raza visitaban la Tierra desde hacía

25.000 años, que venían de un sistema con

estrella doble, que su planeta era desértico y su

sol amenazaba con desaparecer. Dijo también que

disponían de bases subterráneas en diferentes

países de la tierra. EBE enseñó al joven coronel

que le había acompañado la existencia de la reencarnación y la supervivencia del alma,

que corresponden a las leyes del Universo. Todo fue anotado y recopilado bajo el

código Yellow Book. Se intentó contactar con la raza EBE, pero sin éxito. Ese proyecto

tenía el nombre de SIGMA. A finales de 1951, EBE enfermó gravemente. Como las funciones biológicas de su cuerpo dependían del suministro de clorofila, llamaron a un botánico, el Dr. Guillermo Mendoza, para tratarlo. EBE permaneció en Los Álamos

hasta su muerte, acaecida el 18 de junio de 1952, “por motivos desconocidos”. El coronel que se ocupaba de él lloró con su muerte. Lo había amado como a un hijo.

Más tarde, bajo el proyecto Robertson-Panel, llevaron el acontecimiento al cine. La

película se títuló E.T.. Este film de ciencia ficción tenía por finalidad familiarizar al

público con este tipo de realidad.

El 6 de diciembre de 1950, otro disco (de 30m de diámetro) cayó cerca de Laredo, en

Texas. Entre los destrozos encontraron un pasajero calcinado de 1,30m con una

cabeza extremadamente grande. Ese incidente suscitó una viva emoción cuando se

divulgaron las fotos. En mayo de 1953, recuperaron otro disco en Kingman, Arizona,

que medía solamente 10m de diámetro. En él había 4 muertos, que, como los otros,

fueron enviados a la Wright Patterson Air Force Base (Hangar 18). (Como tan

justamente dicen los americanos: Reality is sometimes stranger than fiction! - ¡La

realidad supera a veces a la ficción!).

Desde la primera caída se crearon varias organizaciones secretas para ocuparse de

todo lo relacionado con los Ovnis. La más importante fue la operación Majestic 12,

fundada el 12 de septiembre de 1947 por el presidente Truman, y de la cual dependían

todos los otros proyectos ( Majesty es el nombre en clave para el presidente). Entre

los miembros estaban el Dr. Vannevar Bush, consejero científico del presidente; el

ministro de la Defensa Forestal y, más tarde, Nelson Rockefeller, Allen Dulles, jefe

de la CIA y J. Edgar Hoover, jefe del FBI. Los otros formaban parte del CRF. Los

doce eran también miembros del Jason Society o Jason- Scholars, la elite de la orden

Skull & Bones. La sede del grupo, situada en Maryland, es accesible solamente por vía

aérea y es conocida entre los círculos de los iniciados por el nombre de Country Club.

Page 1 - Cover Page of Briefing Document : Operation Majestic 12 (42k)

Page 2 - Briefing Document for Pres. Dwight D. Eisenhower prepared 11/18/52 (82k)

Page 3 - Briefing Document continued (111k)

Page 4 - Briefing Document continued (107k)

Page 5 - Briefing Document continued (102k)

Los proyectos concebidos bajo la dirección del Majestic 12 eran, entre otros, los

siguientes:

1. El proyecto MAJI (Majority Agency for Joint Intelligence): ese servicio

reunió todas las informaciones concernientes a los servicios secretos. MAJIC

significa controlado por MAJI. Todas las informaciones y desinformaciones a

propósito de los OVNIs y de los extraterrestres son elaboradas por MAJI, en

colaboración con la CIA, la NSA, el DIA (servicio de informaciones de la

defensa del país) y el Naval Intelligence (servicio secreto de la marina);

2. El proyecto SIGN relativo al estudio de los fenómenos Ovni. Más tarde, ese

proyecto tomó el nombre de:

3. proyecto GRUDGE (quizás debido a las numerosas partes de cuerpos humanos

que fueron encontrados en dos de las naves);

4. El proyecto Blue Book: se refiere al rescate de objetos voladores caídos en

tierra, y de acuerdo con el proyecto Robertson-Panel, tiene como objetivo

desinformar intencionadamente al público;

5. El proyecto SIGMA: trata de la comunicación con la raza de EBE;

6. El proyecto Snowbird: se refiere a la tecnología de los objetos voladores

extraterrestres para intentar pilotar uno de esos objetos;

7. El proyecto Aquarius: sirve de cobertura para coordinar los programas de

investigación y de contacto con los extraterrestres;

8. El proyecto GARNET: estudia la influencia de los extraterrestres sobre la

evolución humana;

9. El proyecto POUNCE: que trata de los despojos de las cosmonaves que cayeron

y de los exámenes biológicos realizados en los cuerpos de los pasajeros;

10. El proyecto Redlight: decide los ensayos a realizar en vuelo con las naves

espaciales que fueron encontradas o que fueron dejadas a la disposición por los

extraterrestres. Ese proyecto se lleva a cabo actualmente en la zona del Área

51, Groom Lake, Nevada;

11. El proyecto Luna: nombre en clave para la base extraterrestre en la Luna, que

fue observada y filmada por los astronautas del Apolo. Ahí explotan una mina y

guardan las grandes astronaves en forma de cigarro;

12. Las Delta Forces: son unidades especialmente formadas para estos proyectos.

Según la información de William Cooper y George Segal, la CIA habría sido creada

especialmente para disimular la existencia de los extraterrestres.

¿Qué esperan pues de nosotros los extraterrestres?

¿Por qué no se dirigen a los dirigentes o al presidente de un país? ¡Ya lo hicieron! ¡Y

fueron muchos los que lo hicieron!

No solamente fueron George Washington y Abraham Lincoln quiénes afirmaron haber

sido contactados por extraterrestres. El presidente Roosevelt habría tenido, en 1934,

con ocasión de un crucero en el Pensilvania por el Pacífico, un encuentro arreglado por

Nicola Tesla con los pasajeros de un disco volador. También el presidente Truman

habría mantenido una entrevista personal con extraterrestres el 4 de julio de 1945.

A principios de este siglo algunos de los hijos de los Rothschild dieron a entender que

sus padres habrían encontrado a los pasajeros de un OVNI. Pero los informes de que

disponemos proceden sólo de personas separadas que aceptaron contarlos y ponerlos

por escrito.

Sin embargo existen pruebas concretas de los encuentros del presidente Dwight D.

Eisenhower. Michael Hesemann escribió a este respecto:

"Según trasciende de los informes elaborados por las personas en contacto con los extraterrestres, estos últimos, desde su aparición masiva sobre Washington en

verano de 1952, tuvieron contacto con el gobierno americano." [...] Además,

encargaron a diferentes personas, entre ellas a George von Tassel, que enviasen

mensajes al presidente. Tras las presidenciales de otoño de 1952, fue el general

Dwight D. Eisenhower quién ocupó el cargo de presidente. Anteriormente, durante su carrera militar, ya se hallaba al corriente de las caídas de Ovnis en Rosewell, Azteca y Laredo, ocurridas entre 1947 y 1950. Después de su elección el 18 de noviembre de 1952, recibió un informe sobre la situación de la comisión gubernamental “Majestic 12”, que había sido encargada por su predecesor Truman para examinar los destrozos de los Ovnis recuperados. La comisión recomendó al presidente secreto absoluto por razones de “seguridad nacional”. [...]

El lugar escogido para que Eisenhower estableciese contacto fue la Base Edwards de

la Fuerza Aérea (MUROC) en California. En aquel lugar se habían desarrollado ya

demostraciones de Ovnis desde hacía meses y, como veremos, incluso años:

• el 8 de julio de 1947: cuatro diferentes objetos no

identificados en forma de disco fueron vistos sobre MUROC

AFB, y en el terreno de ensayos secretos de Rogers Dry Lake;

• el 31 de agosto de 1948: un gran objeto con una cola de

llamas azules con una longitud de más de 1 Km., pasó sobre

MUROC a 17.000m de altitud;

• el 14 de julio de 1950: un piloto de la marina y diferentes

pilotos civiles observaron una astronave en forma de cigarro a 40 Km. al este de

MUROC;

• el 10 de agosto de 1950: Robert E. Wykoff, físico de la marina, observó con su

telescopio un gran objeto en forma de disco que maniobró cerca de Edwards;

• el 30 de septiembre de 1952: el fotógrafo especializado Dick Beemer y dos otros

testigos observaron dos objetos en forma de bola ligeramente achatada, maniobrando

por encima de Edwards. UFO - Die Kontakte (Ovnis - El “contacto”) P. 55 y siguientes.

El veinte de febrero de 1954 fue el "día D". Ese acontecimiento está confirmado por

filmaciones y por diferentes testimonios, entre ellos el de Gerald Light, del poderoso

grupo de medios de comunicación CBS; el conde de Clancerty, miembro de la Cámara

Alta de los Lores en Inglaterra; William Cooper, ex agente secreto y autor del libro Behold a Pale Horse; Paul Salomón,

miembro del personal del ejército del aire, y muchos otros que por aquel entonces

estaban destinados en MUROC/Edwards.

Ese día todos los oficiales, incluso el comandante, corrieron a la torre de control para

observar un gran disco de entre 80m a 100m de diámetro que planeaba encima de la

pista de aterrizaje. Se quedaron observando durante horas hasta que todos en la

base, del primero al último, estuvieron al corriente. El disco realizaba maniobras de

vuelo que desafiaban todas las reglas de la física; se desplazaba de abajo hacia arriba,

de uno a otro lado, en ángulo recto, etc.

Algo más tarde se congregó un total de cinco objetos voladores, tres en forma de

disco y dos en forma de cigarro. El presidente Eisenhower llegó a la base en avión; en aquellos

momentos estaba realizando un tratamiento cerca de Palm Springs. Tanto él como

todo el personal de la base fueron testigos del descenso de un pequeño grupo de

ocupantes, que se aproximaron a ellos. Tenían aspecto humanoide, con un tamaño

similar al de los seres humanos, eran rubios y hablaban inglés. Ofrecieron su ayuda

para el desarrollo espiritual de la humanidad con la condición, dijeron, de que

aceptásemos destruir nuestras armas atómicas. No estaban dispuestos a poner su

tecnología a nuestra disposición, ya que ni siquiera éramos capaces de utilizar la

nuestra como humanos responsables.

Pensaban que cualquier nueva tecnología sólo serviría para matarnos mutuamente. Esa

raza explicó que estábamos en una vía de autodestrucción, que debíamos parar de

destruirnos, de contaminar la Tierra, de explotar las riquezas mineras. Que

deberíamos vivir en armonía con la creación. Era vital para nosotros aprender a

considerarnos como ciudadanos de una familia planetaria y que teníamos el deber de

comportarnos como tales. Debíamos abandonar lo más rápido posible nuestra creencia

de poder actuar como nos diera la gana. No podríamos entrar en contacto con ellos

sino empezábamos a comportarnos como ciudadanos de un sistema planetario. También

ellos formaban parte de esta familia planetaria, y así es como debíamos tratarlos, a

ellos y a todos nuestros semejantes sobre la Tierra. Cuando hubiésemos aprendido a

mantener relaciones de paz con todas las otras naciones, podríamos acceder a

mantener relaciones interplanetarias.

Todos los presentes se mostraron de lo más escépticos frente a este lenguaje,

principalmente en lo que se refería a la exigencia imperativa de desarme nuclear.

Nadie imaginaba que el desarme pudiese ser uno de los intereses de Estados Unidos.

Todos temían encontrarse indefensos frente a los extraterrestres. ¡La oferta fue

rechazada! Los extraterrestres declararon entonces que continuarían manteniendo

contacto sólo con individuos separados en tanto los humanos no les aceptasen. Fue

entonces cuando realizaron una demostración de sus posibilidades técnicas, que

llenaron de respeto al presidente, que se mantenía allí paralizado, y a su círculo.

Mostraron sus cosmonaves al presidente y demostraron también su capacidad de

volverse invisibles. ¡Eisenhower estuvo a punto de sufrir un colapso! Nadie podía verlos, pero todos sabían

que estaban allí. Acto seguido los extraterrestres entraron en sus naves y

despegaron.

El astronauta americano Gordon Cooper confirmó el acontecimiento y contó que

durante su servicio vio una filmación mostrando un aterrizaje de Ovnis en una base de

la fuerza aérea en California, en los años 50. En los libros de Michael Hessemann

UFOS - Die Beweise (Ovnis - Las pruebas) y UFOS - Die Kontakte (Ovnis - El

contacto) encontraréis toda la historia en sus más mínimos detalles así como las

respuestas a todos los cómos y los por qués. Se tomó el trabajo de hacer un resumen

de más de 50 libros, especialmente de libros americanos, y de documentarlos con

numerosas y excelentes fotos. UFOS – Die Beweise contiene los documentos secretos

de la CIA que quedaron accesibles al público gracias al Freedom of Information Act

después treinta años de secretismo. Hubo otros contactos gubernamentales, pero

sería necesario tener conocimiento de todos esos contactos para tener una visión de

la diversidad de temas referentes a los Ovnis. Existen también vídeos que contienen

en particular el aterrizaje de una nave en 1964, en la base de la fuerza aérea

Holloman.

Volvamos ahora a Kennedy quién quiso hacer públicas las informaciones referentes a los OVNIS.

Tras haber sido elegido presidente y haber sido puesto al

corriente en relación a los Ovnis recuperados y a los proyectos secretos que incluían

el estudio de supervivientes, quiso hacer públicas las informaciones. Forestal, Ministro

de Defensa y miembro del Majestic 12, ya lo había intentado antes; fue arrojado por

la ventana del hospital con una sábana alrededor del cuello el 22 de mayo de 1949.

Kennedy tuvo derecho a un trato similar. Fue

asesinado el 22 de noviembre de 1963 en

Dallas, Texas.

El primer tiro de fusil vino efectivamente del

tejado del almacén, pero no fue mortal. El tiro

mortal provino del conductor de su propio

coche, el agente de la CIA William Greer, que

apuntó a la cabeza de Kennedy con un arma

reglamentaria de la CIA. Si visionamos el film

original del atentado a cámara lenta y

prestamos atención al conductor, se ve

claramente cómo se vuelve con el arma en la mano, y es entonces cuando la parte

posterior de la cabeza de Kennedy estalla.

En las películas proyectadas en la mayoría de países occidentales no aparece el

conductor. El 21 de noviembre de 1993 durante una emisión de la ARD (primera cadena

de televisión alemana), " Spigel TV", intentaba convencer a los telespectadores que el

atentado no tenía nada que ver con la CIA; casi al mismo tiempo la RTL difundía una

noticia contraria. Sin hablar de los comentarios, en las dos cadenas mostraron la

filmación completa una sola vez. En las películas siguientes ya no estaba el chofer.

Pero quién sabía donde fijar su atención podía reconocer al conductor en el film

original disparando con su arma.

John Lear, hijo de Lear Aircraft (y hoy en día propietario) considerado como el mejor

piloto de la fuerza aérea norteamericana (con 17 récords mundiales), encontró en

Japón, entre otras, tres películas originales. Las hizo analizar por ordenador para

comprobar su autenticidad. En la actualidad él mismo y William Cooper, ex miembro de

la Naval Intelligence (servicio secreto de la marina), y autor de Behold a Pale Horse,

dan conferencias en Estados Unidos, pudiendo conseguirse las películas originales a

través suyo.

William Cooper perdió la pierna derecha a causa de esta película: En 1973 fue víctima

de un atentado. La televisión japonesa emitió en diversas ocasiones las películas

originales en los noticieros de las horas de mayor audiencia. El análisis por

computadora permitió identificar el arma y la describió como de un calibre especial

utilizado por la CIA. En cuanto a la bala, se trataba igualmente de un proyectil

especialmente diseñado para la CIA, que explotó en el cerebro de Kennedy y

provocando su desintegración.

En la preparación del atentado habrían participado los miembros de la CIA Orlando

Bosch, E. Howard Hunt, Frank Sturgis y Jack Rubenstein (alias Jack Ruby).En

agradecimiento, la CIA liquidó las enormes deudas de juego de Ruby.

Lee Harvey Oswald, que también había pertenecido a la CIA, en el momento del

atentado trabajaba para Jack Ruby. Su muerte fue programada. Jack Ruby lo mató

antes de que pudiese demostrar su inocencia. Habían encontrado al culpable y no podía

probar lo contrario.

La CIA odiaba a Kennedy. Según la CIA, él era el responsable del mal cariz que

tomaron los proyectos concernientes al Vietnam, a Cuba y a los Ovnis. Un colaborador

de la CIA que había participado en la operación de “Bahía de Cochinos”, dijo que todas

las personas que trabajaban en su sector se levantaron y aplaudieron en cuanto

supieron la noticia de la muerte de Kennedy. En las audiencias ante el comité especial

para atentados, quedaron revelados numerosos de esos hechos, pero según la Ley de

Seguridad del Estado americano, los archivos están cerrados hasta 2029. Después de

esas audiencias se prohibió a la CIA cualquier operación encubierta en el interior de

Estados Unidos. (¿Alguien cree que lo ha cumplido?)

Todos los testigos de la conspiración fueron asesinados o murieron de un cáncer

fulminante que se les habría provocado. Por ejemplo, el conductor que había disparado

murió apenas tres semanas después del atentado.

Según el Informe de la Comisión Warren (Warren-Commission-Report), informe oficial

del atentado contra Kennedy, Lee Harvey Oswald habría sido el único asesino. Fue lo

que pudimos leer, nueve horas más tarde, en todos los diarios americanos.

La conspiración de la CIA y del “Comité de los 300” fue mantenida en silencio por una

buena razón: el establishment había sido muy eficaz en controlar a las agencias de

prensa.

Este es un ejemplo, entre otros, que prueba que naciones enteras reciben durante

décadas informaciones erróneas, hasta el día en que un investigador

valeroso se toma la molestia de hacer averiguaciones.

Robert F. Kennedy, hermano de J. F. Kennedy, que también

representaba un obstáculo para el establishment, murió el 5 de junio de

1968, justo antes de que ganase las elecciones presidenciales. En

esta ocasión, el único asesino fue Sirhan Sirhan. Se hallaba bajo los efectos de una

droga preparada por la CIA para esta circunstancia especial. Para asegurar que Sirhan

Sirhan no errase su objetivo, el guarda espaldas de Howard Hughes disparó la “bala

suplementaria” que más tarde fue encontrada en la cabeza de Robert Kennedy. Según

palabras del juez de instrucción, apoyándose en las pruebas balísticas, la boca del

arma debía hallarse entre 5 y 8 cm. de la cabeza de Kennedy; mientras que el arma de

Sirhan estaba a más o menos a 30 cm. Eso también fue ocultado al público. Sin

embargo, las publicaciones internas de la CFR y de la orden Skull & Bones contenían

esas informaciones. Según el nº 12 de los Protocolos ( de los sabios de sion ), es necesario eliminar a las

personas que constituyen un obstáculo para el “plan”.

En el libro de William Cooper Behold a Pale Horse se encuentra la historia completa

del atentado con nombres, datos y hechos concretos, así como las relaciones

mantenidas por Estados Unidos con los extraterrestres.

 

 

Las fuentes del anterior texto se pueden leer dentro del mismo cuyo autor alemàn se identifica con el pseudonimo de; JAN VAN HELSIG

 

 

Saludos cordiales.

 

Esto de los OVNIS que subrayé en rojo son versiones que debe hacer rodar la misma CIA para que el tema de la conspiración pierda seriedad y credibilidad. De tal forma se instala la duda y la gente termina mareada creyendo en la inverosímil "teoría" oficial del loco solitario y comunista que asesinó al gran presidente.

Hay que tener cuidado con la "carne podrida" que venden esas agencias gubernamentales que tratan de embarrar la cancha y confundir al gran público.

Algo parecido se dio en el caso del 9/11 en que hasta aparecieron videos con OVNIS lanzando misiles que derribaron las torres. Hay que chequear la información y ver si proviene de entidades y personas serias o son versiones que hacen correr los mismos que planearon los autoatentados con el fin de confundir y encubrir.

Con respecto a la teoría del supuesto chofer asesino para mí no tiene seriedad por una serie de puntos que te puedo referir más adelante, y era mucho más fácil volarle la cabeza a JFK con un tirador instalado adelante y detrás de la cerca como finalmente sucedió.

Salu2

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Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

Esto de los OVNIS que subrayé en rojo son versiones que debe hacer rodar la misma CIA para que el tema de la conspiración pierda seriedad y credibilidad. De tal forma se instala la duda y la gente termina mareada creyendo en la inverosímil "teoría" oficial del loco solitario y comunista que asesinó al gran presidente.

Hay que tener cuidado con la "carne podrida" que venden esas agencias gubernamentales que tratan de embarrar la cancha y confundir al gran público.

Algo parecido se dio en el caso del 9/11 en que hasta aparecieron videos con OVNIS lanzando misiles que derribaron las torres. Hay que chequear la información y ver si proviene de entidades y personas serias o son versiones que hacen correr los mismos que planearon los autoatentados con el fin de confundir y encubrir.

Con respecto a la teoría del supuesto chofer asesino para mí no tiene seriedad por una serie de puntos que te puedo referir más adelante, y era mucho más fácil volarle la cabeza a JFK con un tirador instalado adelante y detrás de la cerca como finalmente sucedió.

Salu2

 

 

Ese color rojo es ideal para cuando uno quiere que no se lea ( o se desista de hacerlo ) lo que esta en el texto,

es demasiado ruido el hecho de que el conductor falleciera 3 semanas despues, asi como tambièn con los otros presuntos o supuestos autores materiales.

 

Le estoy preparando un escrito refente al 9/11, no me permite copiar y pegar por eso lo estoy por transcribir a Word y luego pegarlo en el otro tema que usted iniciò abordando ese tema.

 

 

Saludos cordiales.

"Me agrada poner mi ocio al servicio de los demas".

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Invitado Mariano67

Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

Ese color rojo es ideal para cuando uno quiere que no se lea ( o se desista de hacerlo ) lo que esta en el texto,

es demasiado ruido el hecho de que el conductor falleciera 3 semanas despues, asi como tambièn con los otros presuntos o supuestos autores materiales.

 

Le estoy preparando un escrito refente al 9/11, no me permite copiar y pegar por eso lo estoy por transcribir a Word y luego pegarlo en el otro tema que usted iniciò abordando ese tema.

 

 

Saludos cordiales.

 

El conductor puede haber muerto sin haber atentado contra el presidente por haber visto cosas que no debía, como sucedió con infinidad de otros testigos que corrieron la misma suerte.

Salu2

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Respuesta: Loco solitario o conspiración de los factores de poder

 

El conductor puede haber muerto sin haber atentado contra el presidente por haber visto cosas que no debía, como sucedió con infinidad de otros testigos que corrieron la misma suerte.

Salu2

 

¿ Y los millones de japoneses que vieron ese video original transmitido en las horas de mayor audiencia en el cual se ve claramente al conductor volviendose hacie Kennedy para meterle la bala en la cabeza ?,

La viudita iba distraida saludando a la multitud, aùn si lo hubiera ido peteando al dorima menos hubiera tenido la posibilidad de ver al conductor hacer la maniobra de 1 segundo de tiempo para ejecutar a Kennedy.

Con el hermano pasò lo mismo, fue uno de su " seguridad personal " quièn lo ejecutò, no fue Sirhan solo el que disparò, en ambos casos quedo en evidencia que el peor enemigo de ambas victimas fue su propia " seguridad personal ".

El error fue no haber formado un nuevo grupo elite para su seguridad personal, con hombres nuevos y de ser posible de origèn Neozelandes.

 

 

Saludos cordiales.

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