El Racismo inverso de Sudáfrica.

1 de Julio del 2010

Respuesta: El Racismo inverso de Sudáfrica.

Respecto a esta cuestión del apartheid "inverso" encontré este video en you tube de un muchacho que denuncia cierta manipulación de los medios cuando se refieren a los blancos que delinquen (vendría a ser lo inverso de lo que se ve en EEUU cuando se habla de "delincuentes negros").
No estoy muy interiorizado del apartheid sudafricano, pero el video, la óptica de este pibe me pareció interesante.

(y, dicho sea de paso, sé que no viene al caso... pero el guacho está para comérselo con cuchillo y tenedor. Ese acentito... mmm).

Acá va el video (aclaración: es en inglés - y encima sudafricano, o sea con bastante acento- y no tiene subtítulos. O sea que sólo es recomendable para los que sepan inglés... o quieran babearse con el muchachito en cuestión):

http://www.youtube.com/watch?v=HN00avkV3lU&feature=related

Si, lo había visto y es muy fuerte. También hay un documental de la BBC-2 muy interesante donde aborde los distinto tipos de blancos de Sudáfrica y sus posturas sociales y políticas. Es una realidad el empobrecimiento palpable de la clase blanca y, sobre todos, aquellos que tenían un trabajo de poca cualificación que por las leyes de distribución laboral - racial se quedaron en la miseria. No lo pongo porque está totalmente en inglés y sin subtítulos y aquí no todos lo entenderían. Pero puede buscarse en youtube.

qatar · 1 de Julio del 2010

Respuesta: El Racismo inverso de Sudáfrica.

Racismo inverso, dice el título.

Leyendo ayer algo de la historia de África, pero en este caso del norte, pienso ahora que el racismo es en realidad un aspecto del odio del hombre por el hombre. Que es un odio más general.

Leía que el gran negocio de compra-venta de esclavos que ingleses y franceses, sobretodo, hicieron en el siglo XVIII con lo que hoy se llama Nigeria y sus países inmediatamente vecinos fue propiciado por los propios reyes negros (obas) de la región: el viejo imperio Oyo y el antiguo Dahomey competían para ganar el mercado inglés. Las víctimas -negros igual que los reyes, claro- que cada tanto se sacrificaban como tributo exigido por los antepasados de los obas, dejaron de inmolarse para en cambio ser vendidos en el Annual Customs, el mercado de esclavos abierto para los europeos. O sea que eran los propios negros quienes "cazaban" a los suyos para entregarlos y venderlos -lo que por supuesto no quita responsabilidad a los compradores.

También en este caso fue peor el remedio que la enfermedad: el sacrificio humano, con todo lo bárbaro que no puede parecer a los occidentales bien calefaccionados de hoy, era al menos tradición, incluso respeto (si se quiere, una terrible y cruel forma de respeto a los dioses, pero tan seria como la de los mayas o cualquier otro pueblo de los tantos que la realizaron). Este sacrilegio lo pagaron los propios obas o reyes: en 1728 el imperio Oyo y Dahomey se trenzaron en guerra por el tal mercado. Lo hacían con los fusiles que los europeos les canjeaban por los esclavos.

El final del negocio tiene un corolario curioso: a fines del XVIII uno de los últimos obas de Oyo, Awole, fue obligado a suicidarse por su propio pueblo. Antes de hacerlo, Awole echó una maldición a los suyos: la condena a la esclavitud eterna. Se cumplió bastante, por ahora.

1 de Julio del 2010

Respuesta: El Racismo inverso de Sudáfrica.

Racismo inverso, dice el título.

Leyendo ayer algo de la historia de África, pero en este caso del norte, pienso ahora que el racismo es en realidad un aspecto del odio del hombre por el hombre. Que es un odio más general.

Leía que el gran negocio de compra-venta de esclavos que ingleses y franceses, sobretodo, hicieron en el siglo XVIII con lo que hoy se llama Nigeria y sus países inmediatamente vecinos fue propiciado por los propios reyes negros (obas) de la región: el viejo imperio Oyo y el antiguo Dahomey competían para ganar el mercado inglés. Las víctimas -negros igual que los reyes, claro- que cada tanto se sacrificaban como tributo exigido por los antepasados de los obas, dejaron de inmolarse para en cambio ser vendidos en el Annual Customs, el mercado de esclavos abierto para los europeos. O sea que eran los propios negros quienes "cazaban" a los suyos para entregarlos y venderlos -lo que por supuesto no quita responsabilidad a los compradores.

También en este caso fue peor el remedio que la enfermedad: el sacrificio humano, con todo lo bárbaro que no puede parecer a los occidentales bien calefaccionados de hoy, era al menos tradición, incluso respeto (si se quiere, una terrible y cruel forma de respeto a los dioses, pero tan seria como la de los mayas o cualquier otro pueblo de los tantos que la realizaron). Este sacrilegio lo pagaron los propios obas o reyes: en 1728 el imperio Oyo y Dahomey se trenzaron en guerra por el tal mercado. Lo hacían con los fusiles que los europeos les canjeaban por los esclavos.

El final del negocio tiene un corolario curioso: a fines del XVIII uno de los últimos obas de Oyo, Awole, fue obligado a suicidarse por su propio pueblo. Antes de hacerlo, Awole echó una maldición a los suyos: la condena a la esclavitud eterna. Se cumplió bastante, por ahora.

No menciones la palabra "Oyo" aquí que los foristas vienen y se prenden como abejas al panal...