Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

[Invitado chachoj]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

Es cierto lo que dice el marqués en cuanto a acustica, pero el paraiso es complicado para quien quiere oir y ver tranquilo.

Tertulia de pie es excelente, yo siempre fui allí cuando no me daba el presupuesto para una entrada sentado, o cuando estaban agotadas las localidades mejores.

Aclaro para Ginita, y para todos los que deseen iniciarse ... hay concurrir las primeras veces con alguien conozca el teatro, o al menos aconsejarse cuando sacan las entradas. Hay localidades muy caras con casi nula visión de la escena, y otras más baratas pueden ser infinitamente preferibles.

Me olvidaba: para ir de pie son ideales las entradas a tertulia (o cazuela) pero hay que saber algunos detalles, por ejemplo: A cazuela de pie solo van damas, a tertulia de pie solo caballeros ... Si va un grupo mixto tendrán que dividirse, aunque se pueden encontrar en los intervalos ya que los dos pisos se comunican...

Para muchos de los espectáculos, sobre todo cuando la escenografía utiliza toda la profundidad del escenario, la visión desde los pisos muy altos (sobre todo Galería y Paraiso) está demasiado limitada. Si uno va a ver ópera (y ballet con más razón aun) presumiblemente quiere ver y no sólo oir, ya que la acción dramática y la escenografía son parte inseparable de un ópera.

[Invitado chachoj]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

yo no le conozco, realmente por que hace un 5 años que estoy por Bs. As. y recien ahora hara un 3 años, tengo amigas de gustos similares a los mios, con las que disfruto una buena obra de teatro.

gracias marche por la info, es muy util, en todos los aspectos, sobre todo para gente como yo, paisana en todos los aspectos, pero que disfruta de la musica, y no voy a morirme sin ir al menos, 2 veces una para ver ballet y otra para disfrutar de una buena opera, si llore con carmen, viendola por tv, no quiero ni pensar lo que seria, verla y escucharla en el teatro.

 

gina

Gina, si le encontrás (como creo que le vas a encontrar) el gustito, (y aprendés a no llevarle el apunte a algunas de las incomodidades del teatro), vas a querer ir decenas de veces ... te vas a reir de cuando decías que querías ir 2 veces antes de morirte ... 2 o 3 por año es un buen número

Después vas a seleccionar lo que más te interesa, pero siempre que puedas no te pierdas Boheme, Traviata, Cuentos de Hoffmann, Carmen ... y probá muchas otras más ... Está atenta, además del Colón, a los espectáculos del teatro Avenida que muchas veces son excelentes.

[Invitado ginalo]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

entonces que lugares me recomiendan, justamente para tener una buena vision y una exelente acustica?????

 

gina

[Invitado chachoj]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

Perdón, no comparto esto. El Colón siempre tuvo un sinfín de espectáculos accesibles de todos los precios (y no sólo para ir al gallinero). Lo que decís sí es cierto para la ópera, pero no para los conciertos, salvo aquellos que contaban con artistas célebres y de mayor popularidad. Y desde ya, siempre contó con una buena cantidad de espectáculos de entrada libre y gratuita o de precio simbólico (recordar "El Colón por 2 Pesos").

Por supuesto, un palco para Macbeth dolió antes, y hoy más todavía.

Pronto nos pondremos al tanto de los valores actuales, pero no puedo evitar temer ya que hoy en día todos los precios son disparatados.

 

Es verdad lo que dice catador. Inclusive para ópera, solía haber variación de precios, algunas funciones extraordinarias donde los precios eran similares a los de abono, y otras donde eran mucho más accesibles.

Y 1000 pesos por una platea si mal no recuerdo es muchísimo más que lo que costaba hace 5 años (no meramente un reajuste por inflación).

 

[una aclaración a lo que dice el marqués: la etiqueta para las localidades bajas rige solamente en las funciones de gran abono (que son las de caretear), y en las otras los precios son levemente más bajos]

[Invitado el_carcelero]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

anibal pachano.

[José Luis Gutierrez]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

Ginita!!! Para este año y como sos iniciada en el mundo de la opera te recomiendo que vayas a ver "LA BOHEME"... Es una opera muy popular, facil de entender, con melodias que te van a sonar en la cabeza, es para "llorar" (si esta bien hecha... mal hecha tambien es para llorar... jajajaja!!) y creo que va a estar bien hecha porque Canta Virginia Tola que mas alla de sus defectos tecnicos, es una mina que sabe transmitir lo que canta.La dan desde el 26 de mayo hasta el 6 de junio repartida en 6 funciones... Te dejo el link del teatro para que lo veas...

 

http://www.teatrocolon.org.ar/

Pensé lo mismo que vos. La idea de Gina era "Carmen" pero es una ópera que hay que estudiarla antes, por los caracteres de los personajes. "La Bohème","La Traviata" o alguna de Rossini son mágníficas para comenzar en el mundo de la ópera. Ginalo: Préparez vos mouchoirs!!!!!:006:

Editado 10 de Mayo del 2010 por José Luis Gutierrez
error ortográfico

[Invitado marchesediposa]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

Ginita!! Como dice el querido Chachojito Si te bancas una opera entera de pie (de pie entre una baranda y la pared) las cazuelas de pie son excelentes y muy muy baratas... (a cuanto se habran ido... $30???, que opinan? en el 2006 costaban $10) Otra imperdible de este año... Butterfly en el Avinida... El miercoles 26 es el ensayo general (tal cual una funcion... mas temprano.. creo que suelen hacerlo a las 18 o 19 hs) para un numero reducido de publico (entre las invitaciones que reparten para el elenco y muy pocas que se venden) Es como un Avant Premier para familiares y amigos de la casa... y las plateas se pueden conseguir a dos pesos!!! Lo digo porque el Avenida es mucho mas reducido el rango de los costos de las entradas...el teatro es mucho mas chico que el Colón pero tiene dentro de todo bastante buena acustica.

[Invitado Nagasaki66]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

Pego el link con los precios, pero solo los abonos. No están los de una sola función.

 

https://shop.tuentrada.com/online/pags_colon/precios_renovacion_abonos.html

[Invitado chachoj]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

entonces que lugares me recomiendan, justamente para tener una buena vision y una exelente acustica?????

 

gina

Si está en tu presupuesto, cazuela central primera fila es una muy buena opción, sobre todo para los que no tienen patas muy largas. Ojo con las otras filasde cazuela, te puede tocar estar detrás de un poste.

De ahí bajando de precio, podés ir a tertulia 1ra fila (ahí también puede ser 2da o 3ra, no hay postes). Si vas al sector lateral de cazuela o tertulia, tratá que sea en la mitad más central ... después ya se empieza a ver muy poco. (cazuela hay un solo lateral, no hay confusión, en tertulia tiene que ser el primer lateral, después no se ve nada). O bien cazuela de pie. Tratá de llegar bastante anticipación para elegir el lugar. Es como dice el marqués, una fila estrecha entre los epaldos de la 3ra fila de butacas y la pared. Una vez que estás ubicada no te vas a poder mover hasta el intervalo. Quizás lo mejor es que la primera vez vayas a cazuela sentada, y te fijes bien como es el sector de las que están de pie.

[Invitado chachoj]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

Aquí en esta página tienen un mapita del teatro para ayudar a entender los comentarios sobre localidades.

 

http://www.teatrocolon.org.ar/aviso2.php

 

Marqués, las entradas a cazuela y tertulia (de pie) salen a razón de 35 pesos por función comprando abono. Supongo que compradas para una sola función saldrán 40 por lo menos (y el paraíso 25 p. funcion en el abono, seran unos 30 compradas por sepaado).

[Invitado ginalo]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

anoche hable con mi amiga y hoy ella saca las entradas, le toca pagar la ultima vez pague yo para ver el anatomista.

asi que le voy a decir hoy que saque cazuela central primera fila para ver la boheme, sentadas!!!!!!

 

gina

[El_perrero]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

Acaso sera el futuro del teatro Colon el mismo del de el Teatro General San Martin???

 

Se alquila importante salón para eventos…de elite: El Teatro General San Martín

La fiesta inolvidable

 

El domingo 2 de mayo se suspendieron funciones para que el empresario Andrés von Buch festejara en tres salas del complejo, a cambio de 80.000 dólares.

 

Por Facundo García

Si existiera un top ten de organizadores de fiestas, habría que incluir a Andrés von Buch. Hilando más fino, habría que subir al podio a la administración Macri y las autoridades del Teatro General San Martín, que permitieron al empresario organizar allí una francachela privada para conmemorar su cumpleaños número sesenta y cinco, a cambio de una donación de ochenta mil dólares. Fue el 2 de mayo y muy pocos se enteraron: se tapó el frente del edificio con un friso y se manejó cuidadosamente la difusión. “Haber aceptado la propuesta tiene que ver con la durísima situación financiera que enfrentamos”, dice a Página/12 Ana María Monti, jefa de prensa del Complejo Teatral Buenos Aires. Pero la pregunta más obvia queda haciendo eco en Corrientes al 1500: ¿Basta poner plata para convertir un espacio público en un parque de diversiones para millonarios?

Por ahora y ante la consulta de este diario, los referentes de la administración Macri han optado por el silencio. “La propuesta vino por el lado de la Fundación Amigos del Teatro San Martín. Buch se contactó con ellos y fue su presidenta, Eva Thesleff de Soldati, quien acercó la inquietud al director Kive Staiff”, resume Monti. La sencillez del ofrecimiento disimulaba su costado preocupante. Para festejar el cumple en el edificio, las actividades debían suspenderse –se cancelaron funciones en la Cabanellas y en la Casacuberta– a cambio de una donación de al menos ochenta mil dólares del bolsillo de los invitados. En caso de que se recaudara más, el monto “sobrante” quedaría para el teatro. Si menos, el propio Buch se encargaría de completar la cifra.

La respuesta de Staiff le dejó la boca abierta a más de uno. Por un lado, el evento coincidió con el anuncio de que se alejaba del Complejo luego de haber ocupado su cargo durante treinta años. Por otra parte, los que lo conocen juran que nunca antes había aceptado esos canjes raros. Semejante escenario alimentó las sospechas de que su retiro se debía a que el Gobierno de la Ciudad lo ponía frente a situaciones de esa especie, lo que es enérgicamente desmentido por sus voceros y por el hecho de que el funcionario anda por los ochenta y pico y está sencillamente cansado. La idea de dar el visto bueno a una juerga en ese alicaído espacio probablemente responde, más bien, a que el San Martín es hoy el retrato de Dorian Gray del Teatro Colón. La inversión que está destinándose al mayor coliseo nacional para ponerlo a cero en el Bicentenario tiene relación directa con los fondos que están quitándose a otros ámbitos. Y eso tiene consecuencias en la programación, el mantenimiento y –como acaba de confirmarse– la calidad de las fiestas.

En ese contexto se explica mejor la agilidad con que se dio autorización para usar al lugar como boliche. Staiff consultó el tema con las autoridades del Gobierno de la Ciudad, donde le dieron el OK. “El cumpleañero pidió que la gente fuera disfrazada en el estilo de Las mil y una noches”, relata Monti en su rol de postrera Sherezade. Hubo trescientos invitados y todavía se entretejen anécdotas sobre lo que hicieron o dejaron de hacer. Se sabe que estuvieron Ricardo López Murphy, Charly Blaquier, Pablo Roemmers, Cristiano Rattazzi, Martha Gancia, Luis Pagani, Octavio Caraballo, Santiago Soldati –marido de Thesleff– y otras personas que no acostumbran tomar colectivo.

¿Y quién es esa suerte de Willy Wonka llamado Andrés von Buch? Como egresado de las universidades de Yale, Purdue y la Harvard Business School, integrante del directorio de varias importantes empresas argentinas y administrador de propiedades agropecuarias, el hombre es relativamente famoso en el ambiente. Combina su formación en historia del arte con su actividad en organizaciones empresariales como IDEA, amén de la fama de mecenas que se ha ganado impulsando la feria ArteBA y cultivando su pasión por el coleccionismo. Habla inglés, alemán, francés, italiano y portugués. Pero hay una característica que lo pinta mejor que todos esos datos. Cada cinco años, elige un lugar conocido –que suele ser público– y celebra su natalicio con tanta fastuosidad que Ricardo Fort queda hecho un poroto. En 2005 ocupó el Tattersall de San Isidro, donde hombres y mujeres que saltaban en camas elásticas con trajes fluorescentes hicieron la previa para que él bajara disfrazado de mago Merlín y una elefanta hiciera acrobacias ante el asombro de los comensales.

Apellidos como Arrieta, Alzaga, Pereyra Iraola, Llach y Werthein son moneda corriente en esos encuentros. Esta vuelta no fue la excepción. Quienes pasaron aquella noche por ese rincón de la ciudad se percataron de que todo el frente del San Martín se había tapado, para que no se viera lo que ocurría adentro. “El evento no representó ningún gasto para el Estado”, insiste Monti. “Es más, Buch trajo a casi todos los empleados que trabajaron ese día. Y por suerte todavía nos siguen llegando fondos, así que no hemos podido hacer los números definitivos de lo que sacamos.” Lo que se ratificó es que lo recaudado ya alcanzó para comprar dos Mac de veintisiete pulgadas, dos plasmas para el hall central, 40 PC, luces y 200 litros de pintura, entre otros elementos.

En estos casos, Von Buch trabaja con un escribano que certifica las donaciones. A cambio hace algunos pedidos. El friso que se colocó frente al teatro “para que no se viera lo que pasaba adentro” fue uno. Lo que es más difícil de tapar es el agujero presupuestario que está operando como premisa para que cualquiera que cuente con los fondos suficientes pueda ocupar el espacio público como si alquilara un salón. “Si es así, no veo por qué yo, que trabajo acá todos los días, no puedo organizar el cumpleaños de quince de mi hija”, reflexiona con cierta tristeza un empleado que circula por ahí, trapo de piso en mano. Afuera Carmelo Corsaro, el encargado del puesto de garrapiñadas de la puerta, confiesa que le daba un poco de escozor ver el movimiento que hubo por ahí desde el 1º de mayo. “El feriado vi llegar camiones que bajaban mercadería y paquetes. Todo el día descargando, hasta transportaron una cascada artificial muy bonita”, recuerda. “Al día siguiente habrán estacionado unos ciento cincuenta autos. Desde afuera del hall escuchábamos la música. Te dabas cuenta de que era gente adinerada, todos llegaban en coches de alta gama”.

Lo de Von Buch fue digno del sultán Harún al Rashid. Tras un ágape, la asistencia se trasladó a la Coronado para ver un estreno de danza dirigido por el responsable del Ballet Contemporáneo, Mauricio Wainrot. Esa había sido otra de las condiciones de Von Buch: un show exclusivo. Más tarde, el agasajado dio discursos y con la voz de Mercedes Sosa en “Gracias a la vida” como fondo, confesó que estaba feliz de haber conseguido lo que tiene. La torta era enorme y llena de velas, y el salón en el que se largó el baile no se quedaba atrás. Había odaliscas, estatuas vivientes con el vestuario de distintas puestas, adivinos y hasta mozos disfrazados de marroquíes. Hasta donde pudo averiguar este diario, nunca antes se utilizaron esas instalaciones para semejantes fines.

“Si ves las fotos, parece que no fuera acá”, observa Valeria Pérez Pardella, del área de Marketing y Relaciones Institucionales con oficina en el séptimo piso, donde está la asociación Amigos del Teatro San Martín. Lo dice porque por lo general el público que ocupa esas butacas es “de clase media o media baja”. “Es comprensible que se recurra a estos métodos. No hay nada que ocultar: estamos teniendo problemas financieros importantes”, añade Pérez Pardella.

En los pasillos los trabajadores todavía hablan del bailongo. Tanto, que entre los indignados y los que se resignan van y vienen las leyendas urbanas. A alguno le pareció ver a Ernestina Herrera de Noble; otro jura que encontró “desatado” a tal o cual pope de la metalurgia nacional. Son rumores que se sueltan por lo bajo. Susurros que responden al cruce entre miedo a perder el trabajo y la esperanza de que, mediante uno u otro camino, se resuelvan los apuros económicos.

Página 12 13/5/2010

[Invitado el_carcelero]

Respuesta: Y finalmente el Teatro Colón realizó su primera función

 

Acaso sera el futuro del teatro Colon el mismo del de el Teatro General San Martin???

 

Se alquila importante salón para eventos…de elite: El Teatro General San Martín

 

La fiesta inolvidable

 

El domingo 2 de mayo se suspendieron funciones para que el empresario Andrés von Buch festejara en tres salas del complejo, a cambio de 80.000 dólares.

 

Por Facundo García

Si existiera un top ten de organizadores de fiestas, habría que incluir a Andrés von Buch. Hilando más fino, habría que subir al podio a la administración Macri y las autoridades del Teatro General San Martín, que permitieron al empresario organizar allí una francachela privada para conmemorar su cumpleaños número sesenta y cinco, a cambio de una donación de ochenta mil dólares. Fue el 2 de mayo y muy pocos se enteraron: se tapó el frente del edificio con un friso y se manejó cuidadosamente la difusión. “Haber aceptado la propuesta tiene que ver con la durísima situación financiera que enfrentamos”, dice a Página/12 Ana María Monti, jefa de prensa del Complejo Teatral Buenos Aires. Pero la pregunta más obvia queda haciendo eco en Corrientes al 1500: ¿Basta poner plata para convertir un espacio público en un parque de diversiones para millonarios?

Por ahora y ante la consulta de este diario, los referentes de la administración Macri han optado por el silencio. “La propuesta vino por el lado de la Fundación Amigos del Teatro San Martín. Buch se contactó con ellos y fue su presidenta, Eva Thesleff de Soldati, quien acercó la inquietud al director Kive Staiff”, resume Monti. La sencillez del ofrecimiento disimulaba su costado preocupante. Para festejar el cumple en el edificio, las actividades debían suspenderse –se cancelaron funciones en la Cabanellas y en la Casacuberta– a cambio de una donación de al menos ochenta mil dólares del bolsillo de los invitados. En caso de que se recaudara más, el monto “sobrante” quedaría para el teatro. Si menos, el propio Buch se encargaría de completar la cifra.

La respuesta de Staiff le dejó la boca abierta a más de uno. Por un lado, el evento coincidió con el anuncio de que se alejaba del Complejo luego de haber ocupado su cargo durante treinta años. Por otra parte, los que lo conocen juran que nunca antes había aceptado esos canjes raros. Semejante escenario alimentó las sospechas de que su retiro se debía a que el Gobierno de la Ciudad lo ponía frente a situaciones de esa especie, lo que es enérgicamente desmentido por sus voceros y por el hecho de que el funcionario anda por los ochenta y pico y está sencillamente cansado. La idea de dar el visto bueno a una juerga en ese alicaído espacio probablemente responde, más bien, a que el San Martín es hoy el retrato de Dorian Gray del Teatro Colón. La inversión que está destinándose al mayor coliseo nacional para ponerlo a cero en el Bicentenario tiene relación directa con los fondos que están quitándose a otros ámbitos. Y eso tiene consecuencias en la programación, el mantenimiento y –como acaba de confirmarse– la calidad de las fiestas.

En ese contexto se explica mejor la agilidad con que se dio autorización para usar al lugar como boliche. Staiff consultó el tema con las autoridades del Gobierno de la Ciudad, donde le dieron el OK. “El cumpleañero pidió que la gente fuera disfrazada en el estilo de Las mil y una noches”, relata Monti en su rol de postrera Sherezade. Hubo trescientos invitados y todavía se entretejen anécdotas sobre lo que hicieron o dejaron de hacer. Se sabe que estuvieron Ricardo López Murphy, Charly Blaquier, Pablo Roemmers, Cristiano Rattazzi, Martha Gancia, Luis Pagani, Octavio Caraballo, Santiago Soldati –marido de Thesleff– y otras personas que no acostumbran tomar colectivo.

¿Y quién es esa suerte de Willy Wonka llamado Andrés von Buch? Como egresado de las universidades de Yale, Purdue y la Harvard Business School, integrante del directorio de varias importantes empresas argentinas y administrador de propiedades agropecuarias, el hombre es relativamente famoso en el ambiente. Combina su formación en historia del arte con su actividad en organizaciones empresariales como IDEA, amén de la fama de mecenas que se ha ganado impulsando la feria ArteBA y cultivando su pasión por el coleccionismo. Habla inglés, alemán, francés, italiano y portugués. Pero hay una característica que lo pinta mejor que todos esos datos. Cada cinco años, elige un lugar conocido –que suele ser público– y celebra su natalicio con tanta fastuosidad que Ricardo Fort queda hecho un poroto. En 2005 ocupó el Tattersall de San Isidro, donde hombres y mujeres que saltaban en camas elásticas con trajes fluorescentes hicieron la previa para que él bajara disfrazado de mago Merlín y una elefanta hiciera acrobacias ante el asombro de los comensales.

Apellidos como Arrieta, Alzaga, Pereyra Iraola, Llach y Werthein son moneda corriente en esos encuentros. Esta vuelta no fue la excepción. Quienes pasaron aquella noche por ese rincón de la ciudad se percataron de que todo el frente del San Martín se había tapado, para que no se viera lo que ocurría adentro. “El evento no representó ningún gasto para el Estado”, insiste Monti. “Es más, Buch trajo a casi todos los empleados que trabajaron ese día. Y por suerte todavía nos siguen llegando fondos, así que no hemos podido hacer los números definitivos de lo que sacamos.” Lo que se ratificó es que lo recaudado ya alcanzó para comprar dos Mac de veintisiete pulgadas, dos plasmas para el hall central, 40 PC, luces y 200 litros de pintura, entre otros elementos.

En estos casos, Von Buch trabaja con un escribano que certifica las donaciones. A cambio hace algunos pedidos. El friso que se colocó frente al teatro “para que no se viera lo que pasaba adentro” fue uno. Lo que es más difícil de tapar es el agujero presupuestario que está operando como premisa para que cualquiera que cuente con los fondos suficientes pueda ocupar el espacio público como si alquilara un salón. “Si es así, no veo por qué yo, que trabajo acá todos los días, no puedo organizar el cumpleaños de quince de mi hija”, reflexiona con cierta tristeza un empleado que circula por ahí, trapo de piso en mano. Afuera Carmelo Corsaro, el encargado del puesto de garrapiñadas de la puerta, confiesa que le daba un poco de escozor ver el movimiento que hubo por ahí desde el 1º de mayo. “El feriado vi llegar camiones que bajaban mercadería y paquetes. Todo el día descargando, hasta transportaron una cascada artificial muy bonita”, recuerda. “Al día siguiente habrán estacionado unos ciento cincuenta autos. Desde afuera del hall escuchábamos la música. Te dabas cuenta de que era gente adinerada, todos llegaban en coches de alta gama”.

Lo de Von Buch fue digno del sultán Harún al Rashid. Tras un ágape, la asistencia se trasladó a la Coronado para ver un estreno de danza dirigido por el responsable del Ballet Contemporáneo, Mauricio Wainrot. Esa había sido otra de las condiciones de Von Buch: un show exclusivo. Más tarde, el agasajado dio discursos y con la voz de Mercedes Sosa en “Gracias a la vida” como fondo, confesó que estaba feliz de haber conseguido lo que tiene. La torta era enorme y llena de velas, y el salón en el que se largó el baile no se quedaba atrás. Había odaliscas, estatuas vivientes con el vestuario de distintas puestas, adivinos y hasta mozos disfrazados de marroquíes. Hasta donde pudo averiguar este diario, nunca antes se utilizaron esas instalaciones para semejantes fines.

“Si ves las fotos, parece que no fuera acá”, observa Valeria Pérez Pardella, del área de Marketing y Relaciones Institucionales con oficina en el séptimo piso, donde está la asociación Amigos del Teatro San Martín. Lo dice porque por lo general el público que ocupa esas butacas es “de clase media o media baja”. “Es comprensible que se recurra a estos métodos. No hay nada que ocultar: estamos teniendo problemas financieros importantes”, añade Pérez Pardella.

En los pasillos los trabajadores todavía hablan del bailongo. Tanto, que entre los indignados y los que se resignan van y vienen las leyendas urbanas. A alguno le pareció ver a Ernestina Herrera de Noble; otro jura que encontró “desatado” a tal o cual pope de la metalurgia nacional. Son rumores que se sueltan por lo bajo. Susurros que responden al cruce entre miedo a perder el trabajo y la esperanza de que, mediante uno u otro camino, se resuelvan los apuros económicos.

Página 12 13/5/2010

 

Estas repitiendo el tema. Odian que el teatro colón esté abierto, ja.

 

¿Por qué no hablar de Cristina y la instalación del ascensor de cristal de 800.000 pesos que mandó a instalar en la Casa Rosada?