UNIFORMADOS, toma 2 .

[dardo1530]

Aquí me salteo los 2 primeros meses de mi vida de "colimba" (corre-limpia-baila), solo para contar momentos de mi vida de soldado homosexual (esta palabra tampoco me gusta, contaré historias de soldados con otros soldados, en las que ser putos es solo una anécdota..., como la de haber sido soldados).

 

En mi período de observación marqué un pibe hermoso (al que llamaremos Juan), de estatura normal tirando a bajo, muy buen cuerpo y una cara mezcla exacta de nene y pícaro.

 

Una siesta (sí, es una costumbre de milicos despertar bien temprano... para poder dormir la siesta), descansando bajo la sombra de un pino, charlábamos sobre el servicio militar, él reputeaba contra todo, que lo alejasen de su novia, de la facultad, de sus "negocios" (???), de tener que soportar órdenes de zumbos (suboficiales) y ofiches (oficiales), de la comida... en fin, de todo al igual que mi compañero de carpa.

 

Al verlo tan abierto, cuando pude meter un bocadillo entre tanta queja, le contesté: "Lástima, yo en lugar de ellos, a un tipo como vos lo hago oficial...". "A cambio de qué?", preguntó con una sonrisa de entendido en el tema... cuando iba a responderle: "...a cambio de tu boca, de tu lengua, de poder chuparte todo, desde el dedo gordo del pié hasta la "cédula de soldado" (documento militar que te daban el lugar del DNI)..., me dió una suave palmada en el hombro, y me dijo: "No te equivoques, yo hago muchas cosas por guita, o en pago de favores, pero a vos no puedo cobrarte, no sería ético (ja... un taxi con ética...), y aún no necesito ningún favor tuyo...", pasó su mano por la entrepierna, y continuó diciendo, "si por guita seguro no, no pierdas las esperanzas que algún día voy a necesitar algún favor, y ahí veremos..., y recordá que coger para mí es un "negocio" (Ah, ahí entendí))... y soy bueno en lo mío; no esperes amor, solo un buen servicio, eso sí, un servicio "casi" completo...".Meses después necesitó de una gentileza de camarada a camarada... pero sigamos con el relato.

 

Gabriel era ortro lindo pibe, musculoso, 1.80 metros de estatura, pelo castaño, ojos color miel, y una sonrisa sempiterna.

El vivía en Balcarce, en casa de unos tíos, a 500 kilómetros del cuartel, así que no salía frecuentemente de franco. Luego de las actividades, si no estaba de guardia, vagaba por el cuartel, chico humilde y de muy buen carácter, apreciado por todos. Una tarde le dije si quería pasar por la enfermería (yo era el soldado enfermero), que tenía unos libros para prestarle. A la hora estaba en la enfermería, lo hice pasar al dormitorio y lo invité a que elija un libro. Los miró sin mucho entusiasmo, y me confió que no le gustaba leer. Me entregó un libro para que lo guardara, y cuando yo lo iba a tomar lo acercó a su bragueta, retiró el libro, y acaricié su pene reduro, me tomó suavemente la cara, y nos dimos un beso profundo.

 

La enfermería tenía un sótano, tomé las llaves del mismo y nos fuimos hacia allí. Mientras ya buscaba un frasco de vaselina (por lo que había palpado bajo el pantalón la iba a necesitar), él tiró un colchón en el piso y se desnudó. Cuando volví con el lubricante, lo vi hermoso cual un dios, me acerqué y empezó a desnudarme lentamente mientras nos besábamos; ni bien me sacó la camisa empezó a chuparme y a morderme suavemente los pezones, algo que me encanta; cuando yo también quedé desnudo se recostó en el colchón, tomó mi cabeza y la llevo hasta su pija enorme y dura, yo solo abrí a boca... Entre caricias, besos, suaves mordiscos me entregué totalmente, perdí la noción del lugar y del tiempo, solo era conciente de la penetración y de todo el placer que sentía, y que adivinaba era compartido por Gaby; luego, con un abrazo más fuerte que los demás, sentí que se derramaba espasmódicamente en mi interior....

 

Una vez que acabó, la sacó, aun semidura, me besó profundamente y nos recostamos, puso la cabeza de su miembro en la entrada de mi ano ardiente, y nos dormimos agotados; a la media hora desperté, sentía que nuevamente entraba en mi, pensé que era un sueño, pero no... no, era mi amado (ya me había enamorado) que se abría paso, esta vez utilizando como lubricante el semen del polvo anterior. y recomenzar la deliciosa gimnasia... antes de acabar, la saco, la limpió con una toalla que vaya a saber uno de donde apareció, me puso boca arriba, con sus rodillas presionó mis brazos y me obligó a chuparla, yo cumplía cabalmente el rol de violentado, hasta que liberó mis brazos y me dio el beso más dulce de esa noche, luego metió nuevamente (a decir verdad, metí nuevamente) la verga en mi boca y chupe, mordí suavemente su prepucio, sus testículos y seguí succionando.

 

La cara de Gaby se había iluminado de gozo, cerraba sus ojo, apenas perceptibles quejidos salían de su boca, y sus manos suavemente acariciaban mi nuca mientras su miembro entraba hasta mi garganta; cuando me di cuenta que salían los primeros chorros, tibios abundantes, con un sabor amargo y apenas ácido, la saqué un poco, puso solo la cabeza en mi boca y chupé desesperadamente, mientras me saciaba de semen, que chorreaba por mis comisuras, en una acabada que es solo creíble en un muchacho de 20 años...

 

Luego nos vestimos y antes de salir del sótano me dijo: "mañana vuelvo, vas a ver que mientras más te coja menos dolor vas a sentir bonito" (él también me confesó que se había enamorado como solo los hombres se pueden enamorar de otros hombres...), y cumplió durante 8 meses.. Durante esos 8 meses Gaby fue el primero, pero como éramos una pareja tácitamente abierta (de seguro yo más que él...), no fué el único.

 

Hoy soy consciente, dolorosamente consciente, que muchos soldados fueron perjudicados por el SMO, inclusive camaradas de mi misma clase, heridos o muertos bajo bandera por responsabilidad directa de personal militar, e indirectamente por las FFAA, de los que el soldado Carrasco (QEPD) fue la máxima trágica expresión, lo que llevó a que fuese derogada la Ley de Servicio Militar Obligatorio...

[Invitado Invitado]

Excelentes tus historias, Dardo. Se nota que has vivido. Supongo que cuando uno tiene cierta edad y puede decir eso de sí mismo es una inequívoca señal de éxito.

[piroscafo]

muy buen relato