Por proporcionalmente qué hay más parejas hetero que parejas gays.

[Invitado Juli Stefa]

Abro este tema a discusión, con el fin de aliviar un poco la angustia de aquellos gays que se sienten solos y vislumbran un triste y solitario final a sus vidas.

 

En primer lugar, voy a señalar una obviedad, pero que es necesario recordarla para tenerla presente.

 

Una pareja heterosexual, está conformada por un hombre heterosexual y una mujer heterosexual.

 

Una pareja gay, está conformada por dos hombres homosexuales.

 

Esto, de movida, es una inmensa diferencia.

 

¿Vieron ustedes como los equipos de fútbol defienden el derecho a jugar de locales y con sus hinchas en la cancha?

 

Porque la hinchada ayuda, da ánimos, presiona y finalmente festeja.

 

La pareja heterosexual, es alentada por la sociedad. Es la que tiene la hinchada a favor. Eso la hace golear, para empezar este análisis.

 

Es muy raro que un chico homosexual, sea interrogado por su familia acerca de si tiene novio, de si hay algún chico que le guste. Y más raro aún, que el padre le explique como debutar con un chico, lo que tiene que hacer. O que el chico vuelva y en charla de camaradería con el padre, le cuente que se cogió a un flaquito que "no sabés el culito cerrado que tenía y la pija cabezona divina que le chupé". Los padres no suelen ser igual de campechanos con los hijos heterosexuales, que con los hijos homosexuales, en sus charlas sexuales.

 

Ahora vamos a los componentes.

 

Ustedes no se crean que los varones heterosexuales se mueren por casarse. Lo que pasa es que reciben la presión de sus novias y madres, reclamándoles el casamiento unas y nietos las otras.

 

A determinada edad, las minas se ponen hinchapelotas, porque ven que se les pasa el tiempo de procrear y presionan para que el tipo se case con ellos.

 

Las madres, que ven al hijo de novio, pero que al mismo tiempo ven a sus amigas con nietos, también le rompen las bolas al joven soltero novio, para que se case y les de un nieto.

 

El pobre varón heterosexual, vive soportando presiones para que su destino sea finalmente ser un varón casado.

 

En cambio al joven homosexual, no se lo impulsa para nada. Mejor dicho, si no salió del closet, se lo impulsa a hacer lo que él no quiere hacer, con lo cual no es probable que lo haga. No es su intención juntarse con una linda y buena chica. Por esto es que hay poco éxito en estas gestiones de la sociedad sobre él.

 

Y si salió del closet, tampoco se lo empuja a formar una pareja. Consciente o inconscientemente, los que lo rodean razonan que suficiente es con tener un puto en la familia y que no es necesario tener dos. Si va a formar una pareja, lo aceptarán, pero que sea lo más tarde posible.

 

Por otro lado, dentro de los heterosexuales, hay dos grupos de tipos.

 

Uno es el de aquellos que son novieros. Estos jóvenes heterosexuales son aquellos que a partir de los 14 o 15 años, siempre estuvieron de novios. Se casaron con su primer novia, o con la segunda, pero no se imaginan sin una mujer al lado. Son los que salen de la casa de su mamá, a la casa de su mujer.

 

Si el día de mañana se divorcian o enviudan, no duran ni 3 meses solos. Enseguida se acollaran a otra mina. No saben vivir solos, sin una mina al lado.

 

Y por otro lado, están los heterosexuales que son almas libres. Se casan, pero de grandes.

 

Primero se fueron a vivir solos, se despatarraron sobre su cama, desordenaron un departamento hasta que tomaron a una mujer para que lo limpie y se ocuparon durante muchas noches de juntarse con amigos y de llenar su casa de putas.

 

Pasados los treintas, casi llegando a los 40, este joven varón heterosexual se casa. Si algún día decide divorciarse o enviuda, ni en pedo lo agarran de nuevo. Sabe divertirse estando solo. Sabe lo que es ir a comer a un restaurante leyendo un libro, o despatarrarse en la cama a ver a River con un sandwiche en pan francés de salamín con un poco de manteca y una botella de Stella Artois, sin que nadie le rompa las pelotas diciéndole lo que parece. No necesita de más. Si quiere coger, no tiene pruritos en llamar a una espectacular puta. Ya no lo agarran más. Por lo menos, con cama adentro.

 

Volviendo al tema de los hombres gay, estos encajan más en el segundo grupo de heterosexuales.

 

Como son gays, un día se fueron de su casa a vivir solos. Es más cómodo. No hay que andar ocultándose, ni mintiendo. Se pueden llevar chongos a coger a casa.

 

No hay presión a formar pareja, porque incluso aunque hubiera un tipo con el que tiene una relación especial, a ninguno de los dos se les pasa el momento de procrear.

 

El entorno no le rompe las pelotas con que siente cabeza y se case con otro tipo.

 

Mamá no jode, porque ya sabe que nietos ni en pedo va a tener. A lo sumo, le dejarán al perro para que lo cuide cuando se vayan de vacaciones. O al gato.

 

Como si forma pareja, es de grande, tampoco se desespera cuando está solo. Se sabe divertir solo.

 

Es más fácil coger como gay, que coger como hetero. Por experiencia propia se los digo, los prostiputos, son mucho más fáciles de tratar que las putas. Las putas, siempre en algo, rompen un poco las pelotas. Son minas... ¿hace falta agregar algo más?

 

Creo que por esto es que hay proporcionalmente menos parejas gay que parejas heterosexuales.

 

El varón gay sabe vivir solo mejor que el varón heterosexual. Y eso lo hace un poco mañero. Es difícil encontrar de grande, alguien que se complemente con las mañas de uno. Más fácil, es encontrar a alguien que potencie las mañas y haga más improbable la convivencia. Y estoy hablando tanto para hombres gay como para hombres hetero que han vivido solos hasta grandes.

 

Por lo menos cuando yo me mudé de la casa de mis viejos, lo hice a un departamento de 90 metros cuadrados, ubicado donde yo quería vivir, lo hice pintar como a mí me gustaba, compré los muebles que quise, los platos, copas, cubiertos y artefactos del hogar que quise comprar. Cuando terminé de equiparlo, me mudé. Y me contraté a una mujer que iba tres veces por semana, lunes, miércoles y viernes de 10 a 17 hs, a limpiar todo y a ocuparse de mis cosas.

 

¿Necesitaba casarme para algo? Como no fuera para culminar un proceso amoroso... ni en pedo.

 

¿Me faltaban oportunidades para coger? No. Entre mis amigas y los chongos, cogía casi todos los días.

 

Solo me casé el día que sentí que quería formar una familia, que quería tener hijos. Y fue después de terminar un noviazgo con una mujer que era viuda con dos hijos. Cuando terminamos, me di cuenta que los extrañaba más a sus hijos que a ella.

 

Y ahí fue que estuve a punto de caramelo para casarme. Y me casé con mi siguiente novia. Pero ya era un grandote de más de 30 años.

 

Hasta entonces, fui soltero en pleno ejercicio de mi soltería.

 

Cuando la recobré, luego de mi divorcio y tras unos 19 años de casado, no la pierdo por nada. Estoy fenómeno solo.

 

¿Amigas? Sí que tengo. Pero cama afuera. Un fin de semana afuera, pero en un hotel. En casa, no se quedan a dormir ni aunque los chicos no estén. Que por cierto, para ellas, siempre están. Nunca jamás se quedan a dormir en la casa de su mamá.

 

¿Hombres? Si, prostiputos. Los llamo y a un telo. Simple.

 

Entre ambos, miro televisión, cocino, leo, salgo con mis hijos, me encuentro con mis amigos, recibo amigos en casa, y básicamente me malcrío y divierto todo lo que mis tiempos y bolsillo me permiten.

 

Y creo que mi forma de vida, es la que lleva todo hombre homosexual o bisexual, a partir de determinada edad. No es que yo sea un caso especial.

 

Creo que por esto es que hay proporcionalmente menos parejas gay que parejas heterosexuales.

 

Somos los dueños de una sociedad en la que tenemos el 100% de las acciones y no tenemos tantas ganas de darle un bono del 50% de NUESTRAS acciones a otra persona. Sea hombre o mujer.

 

Yo por lo menos, no tengo ganas de mudarme a la casa de nadie, ni de que nadie se mude a mi casa.

 

Ni quiero ceder espacios en mi casa, ni necesito espacios en casa de otra persona.

 

Esto que yo llamo "fantástica libertad" a otros les resulta angustiante.

 

Pero deben entender que muchos de los hombres gay disponibles para formar pareja, piensan como yo. Eso reduce mucho a las posibilidades.

 

Porque los gays, se forman parecido a lo que yo viví. Nos enseñamos a nosotros mismos a disfrutar de la soledad de nuestras casas.

 

[mark1987]

Re: Por proporcionalmente qué hay más parejas hetero que parejas gays.

 

Muy buena explicación ! es un tema recurrente que lo vengo pensando mucho últimamente y es tal cual lo que explicas.

[Invitado Juli Stefa]

Re: Por proporcionalmente qué hay más parejas hetero que parejas gays.

 

Gracias por tu mensaje, mark1987.